A los cuatro legisladores panistas, incondicionales a Ortiz, hay que sumar a Beatriz, su amiguis-amiguis; de ellos resulta que el de Tlaxcala superó a Santiago Creel y a los gobernadores de Aguascalientes y Querétaro.


El gobernador Héctor Ortiz cuenta con una inusual representación en San Lázaro que, con cuatro legisladores de corte liberal, lo dota de más poder que a Santiago Creel, quien alcanzó tres, al gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Fermat, también con tres, incluso al gobernador de Querétaro, Francisco Garrido, con la misma cantidad.

Un análisis del Grupo de Economistas y Asociados (GEA) encuentra características en los diputados tlaxcaltecas que los lleva a considerar como liberales.

GEA los cataloga así por colocarlos muy aparte de aquellos relacionados con la Iglesia Católica, Paz Gutiérrez, Paz Quiñones y Rosi Orozco, y sin embargo no toma en cuenta que por lo menos tres de ellos, Julián Velásquez, Perla López y Oralia López (Sergio González queda fuera de esta lista) cuentan con un perfil masónico, debido a que en este sistema se basa el orticismo, según nos lo han explicado personajes que se encuentran dentro.

Bueno, haciendo a un lado su tendencia ideológica, a los cuatro diputados federales panistas –incondicionales de Ortiz, no puede dejar de sumarse a la también diputada federal electa, Beatriz Paredes Rangel, masona tlaxcalteca y hacedora de Héctor Ortiz, quien por consecuencia ensancha su grado de influencia.

Aquí lo interesante es que un creciente grupo de legisladores de corte conservador no ocultan su oposición al gobierno de Calderón, de tal forma que los expriístas hoy diputados federales panistas por Tlaxcala y comandados por Héctor Ortiz, se suman a otro grupo, incondicional al presidente Calderón, según se desprende de las conclusiones a las que llega el GEA.

Entre esos críticos a la administración calderonista se encuentran los legisladores leales al gobernador de Guanajuato, el yunquista Juan Manuel Oliva, quien pese al nuevo y mermado mapa legislativo del PAN, aportó más de un millón de votos para que Calderón se impusiera a López Obrador en la elección de 2006.

Ni qué decir de la opinión de esta corriente radical en relación con el recién electo líder nacional del PAN, Cesar Nava. Por decirlo rápido, es incompatible.

Así que a Felipe Calderón no le queda más que mantener encendida la vela con los amigos del PRIAN, uno de cuyos más destacados representantes es, curioso verdad, el gobernador de Tlaxcala y su ex jefa en la CNC Beatriz Paredes Rangel.

Y pese al contraste en sus divisiones políticas, resulta que Jalisco y Tlaxcala cuentan con el mismo número de diputados federales. Qué cosas no…

El minucioso trabajo de GEA distribuye así la composición del grupo parlamentario albiazul: seis con Francisco Ramírez Acuña, ex secretario de Gobernación; seis con el ex presidente Vicente Fox y el ex dirigente del PAN Manuel Espino; ocho con José Osuna Millán, gobernador de Baja California, 15 con Felipe Calderón y 16 con Juan Manuel Oliva.

Estos nombres, dice el despacho GEA, se dividen en tres grupos del PAN: conservadores, liberales y asociados al gobierno federal.

Se incluye en la categoría de conservadores a los enlistados como parte del grupo de los gobernadores Oliva, Garrido, Reynoso Femat y Emilio González, así como los vinculados a Espino y Fox, y las candidaturas independientes relacionadas con la Iglesia católica.

“Dentro de este grupo se encuentran varios líderes de propuesta de elevar a nivel constitucional la prohibición del aborto”.

Como miembros de la corriente liberal se menciona a los legisladores del grupo de los gobernadores José Osuna y Héctor Ortiz, así como los de Francisco Ramírez Acuña y Creel.

“La compleja conformación del grupo parlamentario, aunada a las futuras aspiraciones presidenciales que surjan dentro de ella, podrán complicar la necesaria disciplina de la bancada en una Legislatura en la que se encuentran en una clara desventaja frente al PRI”, señala el informe.