Se trata del destape más anticipado del que se tiene registro… plantear una alianza de grupos que intentan omitir su acotamiento.

img2801

La senadora Adriana Dávila Fernández enseñó anticipadamente sus cartas. Quiere en segundas nupcias ser gobernadora de Tlaxcala -en las primeras, sucumbió en el intento-, con la novedad del patrocinio, pues si en la oportunidad anterior la respaldó el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, hoy se ha asido a la figura del senador Ernesto Cordero.

A falta del otrora poder económico, hoy sus planteamientos dan para nota nacional, como el rechazo de la iniciativa de reforma hacendaria propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto. No va a pasar, lo dice con la seguridad de quien fuese vocero de Acción Nacional.

Me parece que la asesoría de Cordero, le significa dar la vuelta a la página que narra sus sentimientos al inicio de su carrera, esa autoconmiseración (parafraseando alguna sesión de AA) con la cual solía (espero) vender la idea de una superación fuera de todo contexto.

Un poco más madura, no solo en el tema de la edad, sino en sus percepciones, la Dávila sin embargo, pasa por alto la marcada división en el panismo local, donde le será una dificil tarea limar asperezas con la otra parte, de la diputada federal Aurora Aguilar Rodríguez.

Ya no son los tiempos de la influencia en las delegaciones federales. Hoy la confrontación es declarada, y en condiciones equitativas, aquí y en el CEN de su partido.

Quizas, Adri tendría una desventaja a causa de ese especial gusto por las rupturas, pues aunque hoy tiene en su bandeja a Cordero y, troyanamente a la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, se olvida de la convocatoria de los Ortiz y su garantizada alianza con el aurorismo.

Llegó doña Lore

Y lo primero que hizo fue cargar a alguien, vulnerable, como el gobernador Mariano González Zarur, la derrota de sus candidatos a la alcaldía de Tlaxcala. «Dicho por la gente, Mariano trabajó para el PAN». ¿Cuál gente? Creo que aquí hay un tema de creciente rechazo no nada más al apellido Cisneros y a sus trilladas frases: «amo a mi estado» (por eso quiere ser gobernadora), sino a sus credenciales perredistas, bajo el auspicio de Lola Padierna y su señor cónyuge el gentleman de las ligas.

Sin embargo la publicidad gratuita que a Lorena le significó llegar como, ¡la comadre!, a los quinciaños de Adri, ha puesto su alianza a la vista de todos. ¿Contratarán a Consultoría Mitofsky para evaluarlas de aquí a las fechas lógicas para expresar decentemente los deseos de contender? Chance y sí, y de ello dependa la dimisión al estilo Minerva, de la menos posicionada.

Los comportamientos de ambas nos llevarían a interesantes y nuevos desacuerdos por sus obsesiones encima de todo.

Mariano, ¿vulnerable?

El castigo auto infligido que lo ha llevado a expresar, «estos tres años pusimos la casa en orden… viene lo bueno», es el anticipo de la estrepitosa caída en su popularidad, al grado que con esta anticipación ha comenzado los preparativos de todo cadáver político.

Ha perdido los principales municipios, todo el Congreso Federal, y lo poco que conserva es esa extraordinaria facilidad suya para estrechar la mano de Peña Nieto y al mismo tiempo mostrar la alegre mazorca coronada por su encantador bigote.

Pero, eso no deja huella.

Y, según su naturaleza, quita interés de los grupos y partidos a las jugadas que ha de hacer en lo que también tendrá que ser una despedida super adelantada.

Algo así como como las frecuentes corridas del adios de nuestro querido Rodolfo Rodríguez, El Pana…