Quien pagó los platos rotos fue un reportero gráfico de El Sol de Tlaxcala, esposado y retenido por la policía estatal; acaso una rara forma de desquite…

img2458

¿Cómo nos ven desde otras entidades? Como una plaza de alto riesgo para los medios de comunicación. Un lugar donde la intolerancia oficial arrea parejo cuando se trata de intimidar a quienes nos dedicamos a obtener información, gráfica en el caso de Jesús Lima, fotógrafo de El Sol de Tlaxcala, a quien policías estatales esposaron y dieron un trato muy parecido al que en el desfile tocó a inquietos y frustrados jóvenes manifestantes.

Esta vez los hechos se dieron en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) cuyas instalaciones en la Facultad de Derecho, de súbito se vieron copadas por policías, gente de Protección Civil y elementos del Ejército Mexicano en busca de un artefacto explosivo que resultó en mera vacilada.

Tiras del equipo de Orlando May Zaragoza, fueron los encargados de llevarse al reportero gráfico de El Sol, quien tras un, «disculpe usted», sumó su nombre al de aquellos que han probado la hiel mariana, vía el mismo que tiene en su haber la increíble hazaña de agredir a diputados locales en su propio recinto.

1.- El antipático bromista parece haber obedecido intereses que vulnerasen el espacio autónomo de la universidad.

2.- Invadido el sitio, qué mejor oportunidad para dejar sueltos a los profesionales golpeadores, bajo un mando igual de perverso al que pudo haber planeado la llamada.

Y como suele ocurrir con este tipo de servidores públicos, la regaron maltratando al miembro de un gremio que minutos más tarde reclamaría la falta.

El evento exhibió nuestra ignorancia respecto a la reacción que debe asumirse ante posibles atentados con explosivos. Había muchos mandos, demasiada confusión. Era una torre de babel con golpeadores confundidos.

Me recordó la nula capacidad de respuesta en aquellos trágicos acontecimientos registrados en Nativitas, cuando cientos de kilogramos de pólvora enlutaron a la comunidad y la dejaron con dolorosas secuelas. Estábamos en shock. De no haber sido por la ayuda externa, nuestra crisis habría sido total.

Ahora, al mando superior en Tlaxcala le urge deslindarse, pues para nadie es ajena su obsesión de invadir los espacios universitarios y sumarlos a su causa. Pero la confrontación permanente en medio de la cual subsiste, debería ser el primer obstáculo librado.

Y eso, créame es poco probable.

En el informe de Mancera

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México usó ayer, durante su primer informe, algunos términos incómodos para uno de sus invitados… el último gobernador cuya presencia destacó en la sede de la Sexta Asamblea Legislativa.

«Capital social» en tanto término que toma en serio al tejido, roto, vulnerado pero usado aquí, en el doble lenguaje con el que a menudo se invoca.

Millones de raciones alimenticias sin costo a esas clases de la capital social, deben haber hecho pensar a nuestro enviado. Lo mismo que los uniformes y útiles sin costo distribuidos a más de un millón trescientos mil alumnos de primaria. Exactamente como no ha ocurrido aquí.

Ya transcurrió el suficiente tiempo perentorio del nuevo ciclo lectivo y, ni de broma se habla de los útiles que por ley deben entregarse. No chamarras para que el hermano pobre hiciera negocio.

Son otros estilos de hacer gobierno. Serios, comprometidos, definidos.

Como aquí no ocurre.

Vuelve la maldición bíblica

Nos llamó la atención que en el despacho del Presidente hubiese una queja tlaxcalteca, de un diputado panista electo en contra del aplastante sistema que se dice tricolor en Tlaxcala, para acosarlo, ante el inminente papel que protagonizará en la próxima Legislatura.

Para que la cuña apriete… pues dicen fue el mismo medio hermano, ex factor poderoso en la procuraduría, el encargado de denunciar a quien lo señalara como parte activa de un crimen con todo y casas de seguridad atiborradas de mercancía robada.

Ello motivó una denuncia por calumnias. Pero todo, en un marco acosador y con acuerdos bien raros pero lógicos entre poderosos y peligrosos de antes, contra sus iguales de hoy.

Duda

En el desfile maltrataron a los chavos que pretendían lanzar huevos al presidium. Al día siguiente se da la llamada anónima que deviene en la vulneración de los espacios autónomos.

Qué raro, verdad.