Pagamos por faltas que no cometimos. Somos testigos del shock de una autoridad que acostumbraba aplastar los movimientos, pero con los maestros no puede.

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Los maestros son parte del tejido social al que los nuevos estilos de gobernar intentan borrar de un plumazo.

Y las personas como usted y como yo, nos vemos afectados por culpas que no son nuestras. Los comerciantes protestan con toda la razón del mundo; transportistas, otros prestadores de servicio fueron perjudicados.

No es todo. En la lucha de fuerzas entre autoritarios y contestatarios, mucha tinta ha de correr. Y muchas molestias se han de dar.

Lo de ayer es la parte que nos corresponde de esta lucha del peñismo contra su soberbia. A los pobres chilangos les ha ido como en feria. En Oaxaca esto es cosa de todos los días.

Llamar irresponsables a los maestros es una verdad a medias. Ellos reaccionan a acciones que debieron haberse pensado mejor.

Al crimen organizado y sus diversas manifestaciones a lo largo y ancho del país, ahora hay que sumar paralizaciones como la que ayer llegó a Tlaxcala sin invitación de pormedio.

En el Congreso de la Unión, Manlio Fabio y Emilio Gamboa, encabezan la ineliduble roqueseñal del régimen de Peña. Son autómatas del autoritarismo. Finalmente, ellos viajan en auto blindado y prefieren el helicóptero, para no rosarse con los menesterosos.

Guardando la debida proporción, es la versión brutal de, «sumar, sumarse y sumirse».

Aquí, nos dimos cuenta cómo la autoridad no pudo pisotear a los mentores como lo ha hecho con los mototaxistas. Es un mando que reacciona según el tamaño de la pedrada. Es decir, al ver una roca del tamaño de la de ayer, se limitó a replegarse.

Carece de mecanismos de diálogo.

Su ex operador estrella, Mario Armando, debe estarse carcajeando desde la playa, gastando los millones cosechados en la tierra… del autoritarismo.

¿Qué sigue? ¿el linchamiento de los aguerridos miembros del magisterio?. La lógica nos dice que, emulando a los sicarios López Dóriga o Ciro Gómez, los más comprometidos aquí, la emprenderán contra ¡los malvados maestros!.

Cuidado, estos son los momentos en que corre el dinero para pagar campañas de odio. Y el tejido social no solo sufre, la autoridad lo enfrenta. Comerciantes contra maestros, taxistas contra maestros,  papás contra maestros.

¡Cuidado, veamos el fondo y no la forma!

Tenemos el antecedente de los policías humillados, los ancianos vapuleados y hasta los periodistas intimidados.

¿Puede el gobierno intimidar al magisterio y demás grupos opuestos a las transgresiones laborales y destrucción de derechos?

Parece que no.

Esto no acaba porque a la Micha le dé el patatuz, o a alguno de los locales le dé por afianzarse a los pies de su amo.

Reveses del Trife

Los monólogos de Pedro Molina, tienen menudos problemas ante la instancia electoral federal. No es dificil dar con la causa. Allá operan especialistas de manera colegiada. Aquí… lo que diga el patrón.

Es decir, la democracia cuenta con mecanismos de defensa contra estos bichos antidemocráticos. Qué bueno. Ya pasó en Panotla, en La Magdalena, en Texoloc, y estamos a la expectativa de lo que pasará en Apizaco.

El pais se convulsiona. No debería. Razones como la soberbia tricolor que tanto daño nos ha causado en estos tres años no valen. No, porque ni siquiera es el Revolucionario Institucional. Es una horda dispuesta a no dejar piedra sobre piedra.

Pero el país defiende su democracia. Pese a Manlios a Gamboas, a Manchis, a Moctezumas, a Munives y a Peñanietos.