La secretaría de Salud, en Tlaxcala o, en cualquier estado, no puede enfrentar la mínima improvisación. Es un engranaje que debe funcionar a la perfección porque cualquier falla generaría muerte.

Y tienen que aceptarse las carencias. Seamos honestos. No contamos con áreas de aislamiento. Así que en caso de que el brote de influenza porcina, que a este momento mantiene a cuatro bajo observación, ya nos puso a trabajar a marchas forzadas.

Es, en este momento, cuando autoridades y trabajadores deben superar sus diferencias, de colores y de pensamiento, porque nada más hay un objetivo: dar la batalla al enemigo mutante H1M1 que se originó en Perote y que a estas alturas ya habrá constado la vida a cerca de doscientas personas en todo el país.

Es hora de recordar que en materia sanitaria los mexicanos tenemos de donde echar mano, tratándose de personajes eficientes. Uno de ellos, Julio Frenk, con toda seguridad el mexicano con más autoridad para opinar sobre la emergencia.

«Es una situación muy seria, pero que la estábamos esperando; la comunidad mundial se había estado preparando para esto con la constitución de reservas estratégicas de medicamentos y con los pasos claros par enfrentar la emergencia», dijo el ex secretario de salud a la cadena CNN.

Cuando Frenk señala que ya nos estábamos preparando, necesariamente tengo que dirigir la mirada al sector salud de Tlaxcala y preguntarme si la labor de preparación se tenía en esa instancia de acuerdo con lo planteado por el especialista.

Y llego a conclusiones. Como aquella que me sugiera falta de continuidad en las políticas. Cambios súbitos y arbitrarios que se dan como acciones del grupo del secretario en turno y no toman en cuenta el perfil del personal ideal.

Ayer, el actual secretario, José Ángel Córdoba Villalobos, había reconocido 149 muertes cuya causa fue muy probablemente el virus mutante detectado por primera vez en Perote.

Sobre este tema, el doctor Frenk consideró que los únicos muertos reportados cometieron durante su padecimiento el error de auto medicarse sin conocer la gravedad de la enfermedad que afecta a adultos jóvenes, tal y como lo reporta un informe de trabajadores del Sector Salud de Tlaxcala.

«Ahora sabemos que los medicamentos (antivirales) son eficaces, pero sólo funcionan si se empiezan a usar en las primeras horas después de (la aparición de) los síntomas», dijo Frenk.

Cuántas veces no ha llegado usted a alguna farmacia y actúa como si de veras tuviera conocimientos de medicina. Recuerde usted que de una decisión tan grave como esta depende la vida de sus seres queridos.

Y, respecto a las decisiones tomadas por las autoridades para enfrentar la crisis, el hoy directivo en Harvard apoyó la capacidad de reacción:

«Las acciones enérgicas, que en un principio podían parecer excesivas, muestran la seriedad con la que se ha tomado el tema. Estamos mucho mejor preparados que cuando el SARS ocurrió, el mundo antes estaba desprevenido, pero las lecciones aprendidas nos ayudan ahora»

Usted debe tener la precaución de informarse con precisión antes de tomar decisiones que pueden cambiar el destino de los suyos.

Y, guardando la proporción, el gobierno también debe procurarse personas bien informadas en estos puestos clave, porque los riesgos que corremos en esta crisis que ya sabíamos llegaría, son mayúsculos.

Y de veras, nadie quiere morir.