De no haberse registrado el supuesto fraude durante el traslado de los paquetes de Apizaco al IET, el PAN carecería de un motivo más para ganar posiciones en el terreno político, o sea mediante el chantaje.

img763

A ver, de las catorce entidades federativas donde hubo elecciones, solo en la nuestra hay un serio conflicto poselectoral. Y si bien nos dejaron para el último, la disputa del ayuntamiento de Apizaco y el distrito XIII, están en el lapso que para el PAN es la gran ventaja de condicionar su permanencia en el Pacto por México, la enésima por cierto.

Lo raro es que el Gobierno Federal en todo cede con tal de conservar las membresías perredista y panista en el gran invento del presidente Peña, su Pacto, con el cual intenta darnos un sesgo de democracia aunque en realidad esto se ha convertido en una especie de cacería de hienas, donde las insaciables bestias no dejan ni un trozo de hueso de su víctima. Sí, aquí la víctima es el país y la parte más nutritiva, pues es PEMEX.

Nada más que la cacería, no le da la gana a la hiena más grande hacerla sola. Cree que acompañada, el banquete va a ser más rico. Y en todo complace a sus compañeros de jauría con tal que lo acompañen… ah, pero estos han hecho de las suyas en este wild place donde será zonzo el que deje algo (de país).

El instrumento desafinado

Cada vez que el director ha ordenado a los músicos comenzar con la sinfonía, hay por ahí una trompeta desafinada y a destiempo, que seguramente obedece a una partitura arbitraria, cuya simbología nada más entiende quien la tiene en sus manos (o sea el encargado de soplarle y llenarla de saliva)

En el concierto de 2012, esa cornetita fue tan desastrosa que al director Enrique Peña de veras lo hizo quedar mal. Bajo el argumento de que un tal Peje iba a dirigir aquél concierto, el trompetista quedó (o se hizo) paralizado, dejando hacer, dejando pasar… y el resultado fue el más espantoso desastre.

Hace unas semanas, el siete de julio las cosas no fueron distintas.

De nueva cuenta la desafinación y el destiempo de ese instrumento llevaron a la causa peñista y a su partido al más ruidoso fracaso, pero esta vez con particularidades que vale la pena resaltar.

1.- El voto de castigo a la administración González fue históricamente copioso; no es que haya perdido el PRI, la elección fue el repudio a un ejecutivo soberbio e insensible, sólo por citar un par de adjetivos.

2.- Consciente de su desventaja, el sistema mariano se concentró en ganar el Congreso. Sólo así garantizaría sobrevivencia. Inexplicablemente los opositores sólo impugnan un distrito, el XIII, donde hay evidencias de un descarado robo para beneficiar al ex secretario de Gobierno, Noé Rodríguez Roldán. En los demás distritos también hay cochineros, pero la oposición tuvo sus razones para mantenerse pasiva.

3.- Los municipios registraron una catástrofe electoral para el PRI. Pero había uno, Apizaco, donde el presunto interés del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, por ayudar a su amigo el matador de toros Rafael Ortega Blancas, fue para ese sistema generador del cochinero, una especial oportunidad para quedar bien, rescatando a esa demarcación de una clara derrota ante el PAN.

Y todo salió mal.

Suponemos que la ayuda de Osorio Chong, llegó hasta el momento en que las cifras fueron adversas al diestro apizaquense.

No todos pensaban así. Hubo quien quiso lavar su pésimo desempeño robando la elección para su superior. Pero esa acción fue tan obvia que tuvo que llegar a la superioridad.

Hoy, ese supuesto robo es polvo de oro para que el PAN recurra al chantaje y condicione una vez más su permanencia en el Pacto por México, si persiste la idea de despojarlo de Apizaco.

La moneda está en el aire

Para el matador de toros Ortega Blancas, estos son momentos de incómoda espera. A quién le agrada el riesgo de volver a verse en el terreno de los perdedores.

En la exhibición del llamado fraude, la senadora Adriana Dávila Fernández, ha sido más que explícita, al grado de usar boletas así, de este tamaño para evidenciar las marcas que supuestamente hicieron integrantes del Consejo Municipal a la hora de trasladar los paquetes.

Eso es  más incómodo para el Gobierno Federal, que pedir a su gobernador sacar las manos del proceso.

Los que nunca pierden

Mientras el mandatario ve como ante su superioridad su imagen se escurre como tepache avinagrado, ciertos personajes celebran con vino y quesito el sonoro triunfo para sus particulares causas.

Nos dicen que Angel Espinoza Ponce, el inventor de la presidenta del IET (su cónyuge), con el concurso del vigorísimo asesor michoacano, ha dejado correr la versión de que lo aguarda una silla de magistrado en el Tribunal Superior de Justicia, gracias a dos razones de peso: el apoyo de su manager, Mario Armando, y la ilimitada capacidad con la que cuenta.

Bueno, ya saludaremos al nuevo magistrado.