Al parecer tiene demasiada información… tanta que al sistema local acabó por serle un riesgo; a control remoto, desde el enésimo viaje ¿inútil?, se opera el teatro ante Segob para que se lo lleven.

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El debate entre Miguel Moctezuma Domínguez y Alberto Banck Muñoz, va a durar el tiempo que demore el gobernador Mariano González Zarur, en regresar de su más reciente expedición a las europas, de las cuales por cierto no nos trae ni un caramelo (y creo que hasta la presente, ni una inversión en forma).

Digamos que el desencuentro data del 23 de abril pasado, cuando el entonces recién desempacado coordinador de la Secretaría de Gobernación en Tlaxcala, contradijo la pasividad de la autoridad local, respecto a la existencia de grupos de autodefensa.

Mientras Moctezuma Domínguez y su inseparable modorra los negó a priori, Banck Muñoz fue al fondo del asunto, hizo preguntas aquí y allá, y concluyó ante los medios de comunicación con un sí a la existencia de esos grupos, aunque pacíficos, de acción nocturna y carácter preventivo.

Imaginen el disgusto mariano, en cuyos hábitos narcisistas no hay espacio para un gallo, viejo pero al fin gallo, capaz de cometer el peor pecado en esta administración: pensar.

Vendría la primera convocatoria a partidos políticos para llamarlos a la cordura en el proceso electoral. La iniciativa fue tomada por el representante de Miguel Ángel Osorio Chong. ¡Craso error!, ¿cómo en el feudo del libanés (bueno, casi) alguien se atrevía a disentir de la versión oficial del corrido local: «camello prieto azabache»…

Así que para la segunda reunión -en la que los supuestos invitados de honor, o sea los partidos políticos, pasaron al papel de extras de la cinta- dominó el autoritarismo en pleno: «¡el único que puede convocar a los partidos soy yo… sólo yo… y nadie más que yo!!

Entonces se presentó un extraño viaje, disfrazado de gira de promoción. Pero oiga usted, realizado exactamente cuando se hace pública el presunto saqueo de fertilizante, siete mil toneladas, dicen fuentes de la propia administración. De antemano una disculpa pero eso se parece más a un paseo para arreglar negocios personales que a una jornada con la alta investidura que se nos pretende vender.

Alberto Banck sabe demasiado.

Su presencia es un riesgo, para él y para el sistema que no lo ve con buenos ojos.

Y creo que es obligado para el secretario Miguel Ángel Osorio Chong, no sustraerse al arrogante trato dado a su representante.

Echarlo de Tlaxcala, tiene más fondo que el simple intercambio de críticas… que si a Mariano le falta información, que si Mariano es el único que puede convocar. ¿El único?, ¿bajo qué criterios?

No… aquí algo huele muy mal.

Banck puede irse, por protocolo priísta, mas la sospecha de males mayores habrá sido conformada para un gobierno federal más que consciente de que aquí germina un nuevo Andrés Granier, corregido, aumentado, pero sin los errores de un tesorero como el muchacho tabasqueño pillado con millones en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo.

Si el marianismo y sus torpes sicarios -creo que uno se llama Miguel- tuvieran un mínimo de cordura, desactivarían este escándalo, ofrecerían disculpas -en corto para no exhibirse ante los molestos medios- al viejo Banck Muñoz, e iniciarían una nueva y cuidada relación.

La máxima mariana: «toma todo», no entiende estos códigos. Y sus avorazados integrantes siempre antepondrán el bienestar efímero que les reclaman sus felonías a la elevada relación exigida por las autoridades federales.

Señores, a Osorio Chong, alguien lo tiene que activar para fijarse en Tlaxcala. Parece que su añosa apuesta, Blanck, no superó la prueba de, incorporarse a la fiesta sin ser detectado, de tal forma que su labor de inteligencia alcanzara objetivos importantes.

Lo traicionó su bocota.

Es un fracaso como ente de espionaje.

Aficiones taurinas

A propósito del secretario Osorio Chong, nos enteramos que Rafa Ortega, enseñó a sus hijos a torear. Gustosos como son de la fiesta brava recibieron en las tierras hidalguenses, los consejos del diestro apizaquense para arrojarse al ruedo no sin antes haberse hecho unos magníficos maletillas.

Y como amor con amor se paga, Apizaco, Ortega y Osorio Chong, parecen tener una ruta paralela al rarísimo comportamiento del coordinador de los esfuerzos y su partido. Por lo pronto pone las peras a catorce a sus competidores y al que se siente único dueño de la plaza que aquí entre nos, le está produciendo lo que en su vida soñó.

De la Corte al Consejo de la Judicatura

Los notarios orticistas defenestrados hace poquito ya hicieron vereda entre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Consejo de la Judicatura, para elevar su más enérgica queja contra el juez Othón, el de las tremendas fiestas con invitados de la talla de don Mariano.

Hay que ver la reacción de los integrantes de dicho Consejo, cuya probidad no puede aceptar un lunar del tamaño que le quieren vender, respecto a la actuación de dicho juzgador, quien tras más de dos años de litigio, acabó por dar puntilla a los dieciséis ortinotarios.