Y lo mismo va a pasar con Alfredo Cuesta, quien cobraría rentas y servicios sin reportarlo a la tesorería…


Alex Ortiz Zamora es el alcalde con más problemas en el estado de Tlaxcala. Ha decidido cortar con una arista de cómplices suyos, como Alfredo Cuesta y Salvador Castillo, secretario del ayuntamiento y director de seguridad, respectivamente y, con ello supone haber convencido a los tlaxcaltecas de que armonía retornó a Apizaco.

Esto es incierto. El déficit de más de 30 millones de pesos, la impopularidad conseguida por medio de reiterados actos de cuya ejecución nos habremos de enterar por voz de los propios funcionarios despiedidos y el ambiente de frivolidad que se respira en torno de este singular personaje, colocan al PAN en este municipio como el partido con mayor desventaja para la próxima elección.

Alex ofrecía, recién iniciado su mandato, meter a la cárcel a quien sucedió en el cargo, Reyes Ruiz. No se cansó de descalificarlo, hasta que sus propios hechos lo exhibieron como el bocón que resultó ser.

Ahora, Ruiz Peña se perfila como candidato a diputado local por el XV distrito, con cabecera en Apizaco. Si se le llega a cumplir este proyecto, el escenario habrá cambiado radicalmente.

Ortiz Zamora debería aquilatar sus acciones. Sabe que es vulnerable si Cuesta y Castillo revelan los negocios fuera de la ley, los ingresos no reportados y, la delicada labor de espionaje desempeñada en un municipio panista, como si esto fuera digno de aplaudirse.

En cambio, optó por conservar a su compadre, Gregorio Cervantes, a quien, según se aprecia, debe infinidad de favores en este ejercicio de desmantelamiento de una comuna rica, llevada a la bancarrota, según puede apreciarse en los retrasos, cancelaciones y prácticamente fraudes, cometidos a nombre del municipio de Apizaco, Tlaxcala.

El médico Ortiz Zamora, tiene más de medio cuerpo en el fango.

Piensa que hundiendo a parte de la banda él podrá salvar el pellejo.

Yo creo que su percepción es equivocada. Que debería iniciar un ejercicio de transparencia, si no quiere pisar la cárcel y sobre todo, debe disculparse con los ciudadanos, que lo eligieron alcalde sin saber el cambiazo que daría una vez en el poder.

Sabemos de buena fuente, que Apizaco será castigado con rigor, como una acción de escarmiento impulsada por las propias autoridades panista. No pueden, ni deben exponerse a perder Apizaco en 2010.

Habrán de competir contra Jorge Domínguez (PRD) y José Luis Ramírez Conde (PRI). Ambos, con la experiencia de haber sido derrotados en 2006 y dispuestos, de llegar a la competencia, a enmendar errores y usar toda la información contra Alex Ortiz, para descalificarlo.

Y este individuo, con más suerte que oficio, la emprende a Cantabria a solicitar apoyo a la comunidad internacional, cuando carece del control básico en los aspectos administrativos. Ha de pensar que los extranjeros suelen entregar cofres de euros sin indagar antecedentes.

Para qué quiere dinero el señor Ortiz Zamora, si haciendo una administración honesta podría mantener un buen ritmo de crecimiento y una oferta eficiente de servicios.

Pero ver el signo de pesos a cada ámbito municipal trastocó el escaso buen propósito que mostraba originalmente y, lo convirtió en lo que es: una vergüenza para los panistas y en general para todos los tlaxcaltecas.