Hoy Tlaxcala es la entidad federativa donde ser periodista es una profesión de alto riesgo… Gas pimienta, palos y sombrillazos sustituyeron a la amable comunicación que antes tenía la disidencia magisterial con los medios de comunicación

Lo malo de ciertos grupos es pensar que el gremio periodístico carece de memoria. Al contrario. Hay registros de las maniobras de la versión, «especial» de la disidencia magisterial, dispuesta según vemos, realizar algún trabajito especial para quedar bien con quienes han tolerado y fomentado una dirigencia, a modo y a perpetuidad.

Esta parte escindida del movimiento democrático, una de cuyas últimas lideresas, Recamier, procuró conservar la esencia social del iniciador del Movimiento de Bases Magisteriales, Manuel Campos Bárcena, entregó voluntariamente el edificio de la Avenida Juárez, donde ayer primero de mayo se ejecutaría la instrucción de agredir en conjunto a reporteros, fotógrafos y camarógrafos que cubrían esa protesta.

1.- Existe la evidencia de que Reyes Rojas Cruz, pactó con representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) la mencionada propiedad localizada en la céntrica avenida Juárez. Hay incluso fotografías de la gustosa mesa donde el hoy agresor de medios, departía con el sentista José Carmen Quiroz. Las crónicas de ese momento apuntaban a una serie de compromisos entre la parte oficial y la disidente, en beneficio de la base trabajadora. Pero esos beneficios, nos dicen profesores hoy conscientes que los utilizaron, fueron para una sola persona, ¿adivine usted quién?

2.- El estatuto del MBMT es muy puntual en el tiempo que los líderes deben estar al frente: dos años, periodo tras el cual debe haber elecciones democráticas para renovar la dirigencia. El señor Reyes Rojas Cruz, cumplió cinco años. Su papel se ha limitado a interlocutor con el gobierno.

3.- Portones como el del edificio hoy en poder del SNTE no se abren a manotazos, ni ceden a las pintas. Si hubiese existido una real intención de recuperar el espacio entregado voluntariamente el año anterior, los muy previsores maestros que se hacen pasar por democráticos se habrían presentado con herreros que, soplete en mano en cuestión de minutos habrían permitido la entrada a los rijosos.

4.- Hay todo un expediente de cuentas caóticas respecto a los apoyos oficiales, viajes a playas de Oaxaca, Chiapas, entre otros destinos turísticos. Y también una especie de cobro de favores porque aquellos números hace tiempo tendrían que haberse aclarado. Es decir, se ha tejido la amenaza de ejecutar un, «elbazo de petatiux». Así que pagar por los favores pendientes es pioritario. Y si para alguien es de gusto brindar a un superior una agresión a los medios, pues ¿para que esperar más tiempo?.

5.- Sin un antecedente tan accidentado como en el actual régimen esta agresión se da en el marco de una serie de actos de acoso… nuestra detención y posterior cobro de una fianza abusiva, la presentación de un reportero de Agenda Tlaxcala a la Procuraduría y, hasta la petición del gobernador para publicar lo positivo y no lo negativo, como desde el principio de su gestión lo hace un medio (¿a quién se referiría?), el caso es que ese llamado-súplica se acompañó de: «no lo hagan por mí, yo soy pasajero, háganlo por Tlaxcala».

6.- Hasta el blog de un orticista coverso a marianista, que cobraba en ambas partes y que vergonzosamente fue echado de una radiodifusora fue… arteramente presa de un ataque cibernético, que en el colmo de las simpatías se atribuye al medio auto proclamado paladín de la libertad. Ese esquirol debería recordar que cuando lo encarcelaron en el sexenio de Alfonso Sánchez Anaya, por no cumplir con una pensión alimenticia, fue liberado gracias a la fianza aportada, ¿por quién cree?… pues por los propios reporteros, que siempre han sido solidarios, aunque se trate de mercenarios, sedicentes vacas sagradas del periodismo.

La relación del gobierno de Mariano González Zarur con los medios de comunicación ha decantado en la más delicada crisis, condenada por el gremio en su conjunto mediante una histórica marcha para exigir respeto a la Libertad de Expresión.

Moisés Morales, dirigente de la Unión de Periodistas de Tlaxcala, ha condenado de varias formas los intentos de aplastamiento a quienes realizan el trabajo de informar local, nacional y hoy, globalizadamente sobre los pormenores, sin importar el buen o mal papel de la autoridad en turno.

Sobran razones para asegurar que hoy, Tlaxcala, es el estado donde ser periodista es la profesión más peligrosa. Ojalá la violencia desatada no acabe con alguna tragedia o nuevos abusos de una autoridad que ha perdido toda noción respecto a su papel ante una prensa en un marco democrático.

Esquiroles como los señores de Bases Magisteriales, bueno, esta versión que usa gas pimienta, paraguas y palos para cumplimentar el encargo de atentar contra los medios, tienen que responder ante un juez, solo que hoy, sin la intervención parcial del Ministerio Público del fuero común, sino de la Procuraduría General de la República, a través de la Fiscalía Especial de Atención a Delitos contra Periodistas.

Piden notarios intervención de Peña Nieto

Ante la presión del gobierno estatal ejercida contra el tribunal colegiado con sede en Tlaxcala, la mayoría de los notarios orticistas demandaron al presidente Enrique Peña Nieto, intervenga en lo que consideran como un severo daño a sus derechos adquiridos y a los intereses de las personas que contrataron sus servicios.

Aún sin conocerse el contenido de la sentencia ejecutoria, la administración de González Zarur, dio por descontado el resultado adverso a los ortinotarios, lo que los ha llevado a suponer que tras esa presión puede haber un extraordinario acto de corrupción que involucra al Poder Judicial Federal.

Firmado por los notarios Raúl Cuevas Sánchez, Francisco Velázquez Nava, Cesáreo Santamaría Madrid, Selene Cabrera García, Liliana Eloisa García Barba, Carlos Erick Ixtlapale Carmona, Marcela Flores y Flores, Miguel Tizatl Santos, Eduardo Lozano Tovar, José Germán Alberto Escobar y Arrona, y Osvaldo Ramírez Ortiz, un desplegado que apareció ayer en Milenio, describe el ambiente persecutorio desatado en su contra, de parte del gobernador Mariano González Zarur.