Hay dinero para cosas que inciden en el temperamento del mandamás, no necesariamente en el bienestar de la gente… el hambre, por ejemplo es concepto antiguo del marianismo… provocarla y sentir placer al lograrlo.

Hace poquito en una gira por Zitlaltepec pusieron quietas las intenciones marianas de hacer activismo por esa rara política, buena para regañar, para regatear y también buena para desalentar al electorado, o sea, para afianzar rotundas derrotas en las urnas.

Echado para adelante como estaba en el capítulo de: «hago campaña les cuadre o no les cuadre», y seguro de haber inventado antes que Peña Nieto las frases alusivas a la lucha contra el hambre, al provinciano mandamás casi le dijeron, ¡engarróteseme ahí!, con las siguientes advertencias, hechas por Juan Carlos Lastiri Quiros, subsecretario de planeación, prospectiva y evaluación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol):

1.- Dicho programa social no tiene colores ni fines de lucro electoral, por lo que pidió al mandatario suspender cualquier acto de promoción a partir de ese momento, luego que el priista declaró que mantendría sus giras por el territorio tlaxcalteca.

2.- La Cruzada contra el Hambre, no obedece a los improvisados conceptos de políticos de ocurrencia, sino a un amplio ejercicio que llevó tiempo a los inventores de Peña y los temas con los cuales intenta en todo el país un efectivo resarcimiento del tejido social (no como acontece en ciertos estados donde ese término decantó en pitorreo presente en cualquier gira).

Ya en corto, el temperamental hacendado reconoció ante algunos de sus íntimos que mejor se retira de las campañas de fin de semana, a las cuales por cierto les había encontrado un particular gusto, no por promover a los candidatos de su partido, sino para incomodar a líderes y autoridades locales, haciéndoles sentir lo poco que son ante el espécimen revolucionario materializado en él.

Como la información corrió al modo de pólvora, candidatos a alcaldes, diputados y presidentes de comunidad hicieron fiesta… agradecieron al Altísimo que el altísimo de petatiux haya discurrido en que su presencia más que molesta e incómoda es negativa por donde lo quieran ver.

En aquella gira por Zitlaltépec, Mariano se incomodaría a tal grado por la crítica de Lastiri Quiros que, tomó sus chivas y se fue molesto al finalizar el acto, porque lo pusieron en su lugar.

Y sobre todo porque un tipo ahí sin importancia de la Sedesol haya sido capaz de regañarlo, y con ello haya echado abajo la creencia aquella de que nadie… ni el mismo Peña Nieto, tienen los arrestos como para hacerle cualquier tipo de observación a su intachable comportamiento.

En el Cobat, nada contuvo la voluntad mayoritaria

Domitila Guevara humilló a la apuesta de Tomás Munive Osorno y por lo tanto de Josefina Espinosa Cuéllar, en su lucha por copar todos los espacios, incluso aquellos donde a ellos, meter la naríz les significa una actividad de alto riesgo.

Conscientes del vulgar intento de imposición charrística, los académicos del sistema Colegio de Bachilleres, optaron por la vía más eficaz para demostrar a los intervencionistas que nada hay más poderoso que la voluntad de las mayorías.

¿Y el desfile del primero de mayo?

Ningún sindicato se animó a expresar inquietudes y demandas ante las autoridades estatales. Será acaso por el nulo interés de estas por escucharlos, o porque aquellos saben que hablar ante una élite insensible a temas laborales es francamente improductivo.

Bajo una asquerosa política de terror usando los más eficaces métodos del priísmo de los años setenta, cada líder ha sido amagado con desatar la ira de un Estado intolerante y sin ánimos de negociación con la clase trabajadora… lo mismo a la lideresa que tienen advertida de exhibir los vicios de su hijo o las chuecuras del esposo, que a los dirigentes magisteriales con la amenaza de recrear el caso Elba Esther, pero a niveles localitos, son en conjunto las acciones del desánimo para aparecer este Primero de Mayo, Día del Trabajo, manifestando sus legítimas inquietudes, respaldadas por la Constitución.

¿Y cómo se llama el rambo del Cobat que hizo chuza con su camioneta?

Nos dicen que responde al nombre de Mauricio Vélez Castillo, estudiante del Colegio de Bachilleres, cuya barriga atiborrada con cerveza en un changarro sobre el bulevar Ocotlán, provocó miles de pesos en daños a autos, señalamientos y hasta a un pilar del vetusto portal grande, lo mismo por ese rumbo que en pleno Centro Histórico de Tlaxcala.

Quedará para el anecdotario la ocurrencia del chamaco para echar a andar su poderosa y lujosa Tahoe de modelo reciente y arrollar todo a su paso.

A ese muchacho no le queda más que adoptar el programa de los 12 Pasos de Alcohólicos Anónimos… bueno a ese muchacho y a tantos más para quienes es más sencillo conseguir cerveza que buenas calificaciones en su escuela.

El alcoholismo en muchachos y muchachas es resultado de las grandes libertades de las cuales gozan, en un entorno rico en cantinas, pero sobre todo a los escasos valores inculcados desde su niñes: sobriedad, equilibrio, paz interna… ¿qué es eso? si vivimos en un mar turbulento donde iglesias, partidos y malas compañías, disputan el tiempo y el dinero en las bolsas de nuestras futuras generaciones.