Produjo hasta el cansancio los resentimientos de periodistas que si algo hicieron desde la pasada elección de 2010 es dar una puntual cobertura a las actividades de quien hoy se siente atacado.

Nos decepcionan algunas frases engañosas del gobernador Mariano González Zarur, ante los medios de comunicación.

Asegura que hay un periódico, al cual por cierto no lee, pero un amigo suyo le dijo que a diario lo ataca. Que con mucha frecuencia publica cosas negativas del estado. Y vino la parte interesante, les pidió ayuda para publicar lo bueno de su obra (porque) esa ayuda no es para él, sino para Tlaxcala.

Si apuntáramos que el señor Mariano no es Tlaxcala, tal vez se escucharía excesivo. Pero así es.

Se trata de un funcionario al servicio de Tlaxcala. Qué distinto, verdad.

Y la ayuda solicitada a los medios no es asunto simple.

1.- Hoy, extiende la mano a los medios pidiéndoles solidaridad. Hace unos cuantos días, les soltó en la cara: «qué pena me dan».

2.- La intolerancia de su régimen hacia los medios incluye el encarcelamiento de opinadores, como su servidor, a las denuncias al pormayor, alegando daño moral a ciertos funcionarios, y llegando al extremo de denunciar la intervención de terapeutas para atender la depresión de otros, sobre quienes hemos hecho comentarios críticos.

3.- Parece que hasta hoy comprendió la firmeza del gremio periodístico que, por primera vez en la historia de Tlaxcala salió a la calle a protestar pacíficamente por la política de censura de un régimen que si algo ha recibido de periódicos, programas de radio, medios digitales, y otros, es la cobertura puntual de sus actividades.

4.- El periódico del cual se queja no hace más, creo, que ejercer el derecho al que lo conminan sus lectores. Si hay acciones con una marcada carga negativa, hay que decirlo. Lo contrario significaría un silencio cómplice y la consecuente pérdida de la credibilidad de los lectores.

5.- Creo que alguien recomendó a González Zarur, una atención especial a los medios porque, verán ustedes, el resentimiento del gremio es creciente y constante. No por ese periódico al que el gobernador considera ofensivo, sino por la actitud denostativa del mandatario hacia los comunicadores, de quienes tiene la equivocada creencia que son una especie de obreros de ínfima calidad, obligados a publicar acontecimientos solo con las versiones autorizadas.

6.- El ciudadano gobernador debería comprender que así como los gremios de la construcción, o el manufacturero, cuentan con sus habilidades manuales sobre todo, para concentrar conocimiento y experiencia, en los medios, consideremos al razonamiento como la principal herramienta, de la cual parte el análisis, la constancia y la crítica… esa que los subordinados rastreros no se atreven a hacer pues correrían el riesgo de quedar en la calle.

Hoy, Mariano intenta desactivar la unidad en los medios, que él mismo generó, con sus actitudes de desprecio y con aquella propuesta original que sugería conseguir créditos para que los periodistas pusiesen un changarro y de él se mantuvieran. Claro, después tendrían que devolver ese préstamo.

Qué ingenuidad.

Incumplen tregua pactada entre notarios, gobierno y justicia federal

El jueves de la semana anterior se fraguaría la cancelación de las dieciséis patentes de notarios entregadas en la parte complementaria del gobierno de Héctor Ortiz.

Y aunque la sentencia ejecutoria, por cierto nadie la ha visto, sugiere que los magistrados entendidos en el caso sucumbirían a la persuación o tentación marianista, es un hecho que hace más de un mes el gobierno local sabía de sus alcances ante el Poder Judicial Federal -hay constancia de reuniones en Puebla de funcionarios estatales y miembros del Poder Judicial Federal-, y ya había desatado una especie de complót en contra de dichos fedetarios.

Como siempre, el marianismo se adelanta a los hechos. Esta vez no fue la excepción y aun sin conocerse ese fallo al cual ya nos referíamos, de plano se dio por hecho la desaparición de los ortinotarios. Y fue el mismo gobierno el que adelantó el sentido del fallo.

Cierto, este caso contiene los elementos para llevarlo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y ante las instancias internacionales a las cuales resultará interesante ver esa especie de avance del gobierno estatal ante aquellos entes que se suponían incorruptibles.

En cualquier caso, la incertidumbre vuelve a hacerse presente en un estado que no debe hablar con más códigos que los del marianismo, pues de lo contrario se corre el riesgo de quedar como objetivo de aquellas pesadas inversiones, pagadas por todos, pero activadas nada más por uno, en el seguimiento puntual de su interés personal, pero usando indebidamente el nombre de Tlaxcala.

En el CEN, equilibrio entre grupos panistas

Tlaxcala y Huamantla para Ortiz. Apizaco y Chiautempan para Adriana Dávila. Ese parece haber sido el principio del proceso de imposición ejecutado por la dirigencia nacional del albiazul.

¿Sigue acaso una desbandada?

¿La alianza entre el PAC y el PAN en APizaco se mantendrá?
¿Habrá de pulverizarse el voto azul, hasta llevar a ese instituto político a una tercera o cuarta posición, debido a su tozudez a la hora de la repartición?

Ya está vigente el registro de precandidatos a diputados locales. Ese reparto con miras a imposiciones desde el centro está más próximo que nunca.

Ahora… la operación cicatriz, tan en la costumbre priísta pero, adoptada por los sedicentes demócratas que se siguen sintiendo dueños de los principios de un Manuel Gómez Morín, a quien estos desfiguros lo harían morir de nuevo, nada más de la vergüenza.