Sería parte de uno de los más escandalosos truenes del sexenio: entre el coordinador de los esfuerzos y su compañero de mil batallas, Juaco.

Nos aseguran nuestras fuentes que recién se dio uno de los truenes más aparatosos del régimen.

Tras enterarse, a través de un medio digital que, el gran amigo Juaco (compañero de mil batallas, candidato que perdiendo gana y uno de los ases de los negos en la actualidad) habría fungido como contacto entre una hermana suya y Héctor Ortiz, para vender a este en una verdadera fortuna un terreno ubicado en la avenida Guillermo Valle (creo que donde hay una marisquería… Las Guacamaa.. algo así), pues imagínense… le dio el patatús.

Y le diría algo más o menos en los siguientes términos: «¿cómo es posible que andes haciendo negos con mis enemigos políticos?… y a la voz de córtalas, no quiero volver a saber de tiburcio, ¿tienes tele? pues ahí te ves y otras cosas por el estilo.

No pues imagínense, ahí quedó una amistad larguísima, y sobre todo la oportunidad de seguir haciendo negocios comportándose como los verdaderos dueños de Tlaxcala; es más, veamos lo que decía el texto original, publicado por ahí de la primera quincena de diciembre de 2012:

«Lo que más me sorprende del terrenazo entre el bulevar Revolución y la Ribereña (sí, ahí donde está una ostionería… creo que la Guacamaya) son sus dimensiones (cabe lo que quieran), su ubicación (en la zona nice de Tlaxcala) y su nuevo propietario, el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz (el mismo que según Joaquín Cisneros, es el pillo que debería ir lejos a gastar su dinero malhabido)».

Esa era la consigna: pegarle al político ese gordito a manera de deporte. Pero no, verdad, el cochino dinero tenía que impedir ese alejamiento ideal de tan indeseadas gentes…

«Pero no deja de inquietarme que el corredor de bienes raíces encargado de hacer la transacción, haya sido el propio Juaco, porque verán ustedes, el predio del que hablamos pertenecía a la seño Martita Cisneros Fernández, carnala del presidente vitalicio de la Feria, vecina desde hace décadas de la Madre Patria y, no crea usted que libre de la tremenda crisis financiera del Euro, digo, al grado que ha tenido que disponer del terrenito este para pasar el trago amargo ocasionado por la mala racha de toda esta franja: España, Portugal, Grecia, Italia y hasta Francia».

Habría que puntualizar un error en esto último… Juaco ya no es presidente vitalicio de la Feria de Tlaxcala, porque al parecer se la entregaron a la funcionaria de más millas acumuladas y últimamente con más chambas por metro cuadrado: Adriana Moreno Durán.

Responsable de nuestra actual situación económica y casi casi, imagen oficial de Tlaxcala -como atractivo turístico, verdad- la multi empleada y subordinada a todo orgullo del marianismo hoy no quiere más queso, sino darse cuenta de la tremenda ratonera en la que se encuentra, y de la que dificilmente saldrá medianamente librada.

Es la fecha en que el proceso de achicamiento burocrático para justificar la devaluación de la Secretaría de Turismo, fusionada en la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), al igual que el integrar a la Coordinación de Planeación (Copladet) en la Secretaría de Finanzas, ni siquiera cuenta con un proyecto de iniciativa para enviarlo al Congreso y conseguir así modificar el esquema original del gabinete.

Por tanto, una gravísima y delicada decisión que dejó en la calle a cientos de burócratas, conservó sus salarios… millones de pesos en ahorros, pero en los hechos, seguimos siendo la misma entidad federativa, pobre. Eso sí, con niveles históricos de desempleo y una baja sensible en la calidad de vida.

No se trate de funcionarios multipremiados por el sistema: Ricardo García Portilla, con una extenuante carga de trabajo, con importantes pendientes ante el Órgano de Fiscalización Superior, pero, con tiempo -al menos en teoría- para ser el encargado de despacho de Copladet.

Adriana Moreno Durán, a quien la carga de trabajo puede un día matarla de agotamiento, pero eso sí, con la gran satisfacción de mover tal vez una quinta parte del gobierno, sobre todo en la temporada ferial. ¿Reultados? Ah caray, pues ahí está el detalle. Nadie habló de avances, resultados o éxitos. El reto es poder llevar tantas chambas… como se pueda.

No creo que dure mucho el coraje entre don Mariano y Juaco. Se hacen falta, porque son personas lúcidas y vivarachas en este añoso gabinete donde domina la tercera edad, ya sea en la Secretaría de Educación, en la misma Segob y hasta en esa rara oficina llamada coordinación de prensa y relaciones públicas.

Qué pasa con el cacareado respeto al marco legal.

Esto es una muestra que avala barbaridades de esta hechura: campaña paralela del PRI y el gobierno en bardas; cambio arbitrario de carísimas chamarras por útiles escolares; candidaturas en un marco de miedo que nada más buscan ganar y ganar dinero; inacción de dependencias como Protección Civil, donde coleccionan explosiones de polvorines como si fuesen soldaditos de plomo; abandono de deudos y familiares de lesionados de la explosión del 15 de marzo en Natívitas.

Son demasiados los ejemplos de acciones que demuestran una insensibilidad, sólo entendida cuando se piensa en daños graves en la salud física y mental, de aquél encargado de tomar las decisiones más delicadas.

Inconformidad

Nos dicen que la reciente detención de un ex diputado federal perredista, muy en los ánimos de los altos mandos estatales ha decantado en la molestia lógica de varios individuos. Verá usted, cuenta que ese ex legislador marianista-perredista, fue detenido en un retén carretero, donde se convirtió en energúmeno, dio empellones a policías, cesó funcionarios y para acabar pronto, fue a dar al ministerio público federal.

Pero, insisto, dicen que una manchillamada todo lo arregló. Y dejaron ir a aquél detenido en flagracia.

¡Qué diferencia verdad!

Hay periodistas a los cuales encarcelan por su trabajo, y los obligan a pagar fianzas estratosféricas. En cambio hay ex diputados impunes, que pueden ofender, lastimar y, con una llamada al protector todo lo arreglan.

Pues son los detalles del sexenio.

Caos en el Centro Histórico

Sin decir agua va, un chavo vestido con el uniforme del Cobat, trepó a su camioneta de lujo y se transformó en Rambo. Puso en riesgo a quienes caminan por la Plaza de la Constitución y las Avenidas Juárez e Independencia, manejando su auto en sentido contrario, derribando señales, chocando autos y amenazando con tirar el Portal Grande.

¿Quién es su papi?, ¿Quién va a pagar los daños, cuantiosos por cierto?, ¿Quién se va a disculpar con toda la gente espantada?

Mire, a no ser que estemos ante un enfermo mental al volante, es muy probable que el muchacho haya conducido bajo los influjos de alcohol u otra droga. La investigación debe ser seria, se trate de quien se trate. Y una última pregunta: ¿es tan importante el papi que hasta el momento ha logrado ocultar el nombre de su hijito, y por lo tanto el suyo?

Ojo, alcoholismo y drogadicción en secundarias, bachilleratos, universidades y en el colmo, hasta primarias, son una realidad. He aquí un caso asombroso. Y qué diran las autoridades. No nos vayan a salir con un: «je-je-jé, ah qué muchacho travieso… que no vuelva a ocurrir… puede irte».

Además, pronto se documentará la doble vara que utilizan las autoridades para cerrar antros, pues mientras a unos le aplican la ley con cualquier pretexto, a otros los dejan operar pese a que en ellos ingresan menores de edad.

Conflicos de fondo

Para el candidato tricolor a la alcaldía, el actual presidente municipal padece problemas exisenciales, los cuales lo han llevado a desbocarse, como suele ocurrir en las carreras de caballos o en las charreadas.

El señor Pérez Lira, boquiflojo y desinteresado en su futuro, se ha dedicado a despotricar, siendo que tiene una larga cola que con toda seguridad le van a empezar a pisar.

Por ejemplo, en el Órgano de Fiscalización Superio (OFS) donde sus cuentas no pasan.