La Ley, por igual a todos los que la vulneren, autores materiales e intelectuales de escandalosos asuntos gracias a los cuales, somos referencia de toda la nación.

La hipótesis del autorrobo, expuesta por el diputado Fortunato Macías (PAC), obliga a la procuradora Alicia Fragoso Sánchez, a apresurar el esclarecimiento del horrendo feminicidio que, de nueva cuenta nos ha puesto en boca de toda la nación.

No es para menos. La sangre fría de quien o quienes hayan perpetrado ese asesinato (al parecer degollaron a la víctima) exhibe los niveles de psicopatía y perversidad, bajo cuyo acero cualquiera, hoy lo atestiguamos, puede ser pasado, y eso nada más no cabe en una entidad federativa cuyo gobernante invoca con frecuencia el Estado de Derecho.

Macías plantea el siguiente cuestionamiento, yo diría que temerario, mas en el marco del fuero constitucional que lo arropa: «¿les parece que es algo lógico que se haya muerto una policía y que se hayan autorrobado porque se les está haciendo una auditoría?».

En el universo de sospechosos, unos cuantos -por cierto, tienen su jerarquía- tienen en sus manos la información que liberará, «al coordinador de los esfuerzos» de esa insoportable carga moral mientras dure la incertidumbre, porque un pueblo entero le demanda nada más la verdad.

Consideraciones, para nadie

Así lo expuso el gobernador Mariano González Zarur, al opinar sobre el linchamiento perpetrado en Mazatecochoco, en contra de dos presuntos ladrones, uno de los cuales murió a consecuencia de la tremenda golpiza recibida por sedicentes miembros del pueblo, pero con aficiones homicidas… con un placer especial por mostrar el lado diabólico a los suyos.

Pues esas nulas consideraciones para aquél que vulnere el Estado de Derecho no son exclusivas de los linchadores de Mazatecochco. También aplica en los autores materiales e intelectuales del autorrobo de La Aguanaja, según lo llama el legislador Fortunato Macías.

Es factible trasladar cada declaración de González Zarur a los terrenos del, «autorrobo»: «debieron recurrir a las instancias correspondientes para castigar a los infractores, pues además ese tipo de acciones repercuten negativamente en el desarrollo social, económico y turístico de la entidad».

Burlar a la inteligencia colectiva

Pese a ser una conducta retrógrada, «la justicia por propia mano» es vigente -como seguido lo advertimos en distintas plazas».

Requiere el seguimiento puntual de las autoridades y el estudio, profundo de cada caso, pues seguramente tendrán sus particularidades.

Es decir, los organismos del gobierno con la facultad de analizar los distintos comportamientos de los grupos sociales, deben concentrarse en la delicada encomienda, porque errores, omisiones o falta de atención, redunda en tragedias, con altísimos costos, legales para los responsables y psicológicos para los ciudadanos de bien y niños que, queriendo o no, atestiguaron esos actos de barbarie.

¿Cómo cree usted que reaccionará un menor, si ve a un familiar suyo tundiendo a golpes a un presunto ladrón?

Son secuelas permanentes.

Y así como el 15 de marzo, marca una fecha tristemente inolvidable por la explosión de pirotécnia en Natívitas, el 20 del mismo mes no puede archivarse, porque fue cuando unos 300 pobladores desbordaron su ira contra dos de cuatro presuntos maleantes, sorprendidos en posesión de una estufa y un aparato modular.

Entonces, esperamos no ver anuncios como el hecho por el secretario de Gobierno, antes de la elección pasada, revelando que tantos elementos dedicados al capítulo de la Inteligencia, habían solicitado licencia para sumarse a trabajos de proslitismo.

Eso es irreponsable y, como podemos ver, tiene sus consecuencias.

En las declaraciones del mandatario, algo nos ha llamado la atención: «No habrá consideraciones con nadie… ni con mi familia, ni con mis amigos».

He intentado leer con seriedad estas palabras. Y no he podido. Les noto ese sarcasmo de quien, despreciativamente lo expresa hacia un pueblo sin más alternativas que soportar esta terminología decadente.

Pérez Lira, a los políticos se les sube…

El tronco del grupo del cual se origina el actual alcalde tlaxcalteca, Pedro Pérez lira, solía atribuir a su padre una frase, dura, pero ad hoc con su comportamiento: «A los políticos no se les sube ni el dinero ni el poder… se les sube lo pen…»

Es poco serio esa autoburla respecto a sus obras… disfuncionales, afirma. Vaya.