Tienen que hacer 36 mil escrituras sin recibir un solo peso, lógico, preguntaron por qué no están involucrados los ortinotarios y la respuesta fue simple… porque los odian (pues bendito odio jeje)

Ni la cabeza habían asomado pues se la pasaban contando sus millones, contentos, digamos satisfechos por la manchi-protección que hasta el día de hoy les había permitido acaparar escrituras, testamentos y otro tipo de servicios, generalmente carísimos que prestan a un público demandante de hacer movimientos, pero sin más alternativa que caer en sus garras.

Pero les llegó. La semana pasada, el joven Sergio Cuauhtémoc Lima López -director de notarías- convocó a esa parte del gremio notarial a un sabroso desayuno… bueno no tan sabroso porque en cuanto les peló la piña, todos supieron que las intenciones no eran precisamente buenas.

En pocas palabras este fue el mensaje: … manda el amo a decir que nomás ustedes siete se van a aventar el registro de 36 mil predios, sin cobrar un centavo, porque, ustedes saben, estamos en plenos tiempos electorales y así, pues hay 36 mil familias cautivas para exigirles el voto.

Claro, los siete hicieron una cara de fuchi que ni les cuento. El simpático Cuau, ofreció un libro nuevo a cada uno para poder hacer eso de los predios. Pero uno de los siete alzó la voz: «con un libro no alcanza».

Bueno, Cuau rectificó y les ofreció cinco libros.

Pero otro de los dino-tarios damnificados por esta manchi huracán, reclamó: «¿y por qué no incluyen a los notarios orticistas?».

La respuesta fue muy simple: «porque el patrón los odia».

Naturalmente, convidarles de ese montón de escrituraciones equivaldría a reconocer su calidad de fedatarios y por ende tendrían que cesar los ataques para despojarlos de sus patentes… oiga se trata de 36 mil escrituras.

1.- Los notarios viejos, divos, millonarios y flojos, enfrentan ahora el precio de la protección no pedida de parte de quien hoy les cobra el favor, con intereses y, ni siquiera solicitándoselos de manera decente. Ya lo vio, mandó a su tipludo y gracioso representante a avisarles lo que tienen que hacer. A aquéllos no les queda más que acatar la indicación, cuya principal característica es la gratuidad.

2.- Un juez federal está a punto de otorgar el último amparo a los ortinotarios, con lo cual el litigio para desconocerlos será historia. En el momento en que veamos la petición, favor, orden o indicación del señor don Manchis a esos subalternos del Ejecutivo, sabremos ambas cosas… que sus notarías son inamovibles, y que van a tener que compartir carga de trabajo electorero, hoy en manos de unos aún impresionados fedatarios a quienes nunca había ocurrido una sacudida como esta (pues es que estaban acostumbrados a ganar mucho… aplastadotes, nada más contando el dinero).

Airado reclamo

Saraí es una joven desempleada que hasta hace poco formaba parte del C-4, pero ya ve usted que los despidos en masa son de lo más socorrido.

Pues hace poco, el nueve de los corrientes, se topó con Marianito en el antro conocido como Gran Hotel. A los dos les dio por ir al mismo tiempo a los servicios.

No’mbre, si le dijera, en el pasillo le llovió al jóven González. Le reclamó airadamente (eres un ca… le dijo) el haberla dejado sin trabajo.

Haga usted de cuenta un conejo espantado porque aquella muchacha, tal vez animada por algunos copetines pasó por alto que se encontraba hablando con el director adjunto del Fonden (¿y eso qué), quien, pelando chicos ojotes y blanco como una cera nada más alcanzó a decirle: «pero yo no te corrí… te corrió mi apá… ve y reclámaselo a él».

Verá usted la falta de solidaridad del muchacho, rey del antro, y hoy, de la impopularidad.

A José Alfredo no le importaba todo el dinero del mundo, si es que ello impedía que a la gente le gustasen sus canciones. Pero aquí es al revés… hay una acumulación brutal, aparentemente no importa que la gente los vea con esa mirada de enojo-desprecio-impotencia… y digo aparentemente porque bien que les cala.

Sobre todo hoy que estamos en la víspera de la elección más importante… ni más ni menos que la renovación del Congreso y las sesenta alcaldías.

Maldito dinero… maldito poder, de qué sirven si hacen infeliz a la gente que los detenta (sin estar preparados para ello).

Bueno, así será la preocupación que la creencia de muchos es que habría una automática y obligada renuncia en el puesto más importante con sede en Palacio, en caso de registrarse una derrota escandalosa en la elección de los nuevos diputados.

Ah, pero para eso tenemos trabajando a los expertos brujos de la grilla (oiga, no dan una) Mariano chicho y Mario Armando.

Para eso tenemos a un nuevo líder priísta que hace como que defiende al partido pero en realidad deja que le metan gol por donde quiera.

Y enmedio de toda esta crisis tricolor ya se anunció asi, frío… quieren apoyo los próximos candidatos… ¡no hay, no hay… no hay…!