Regresó dos y medio sexenios, cuando le daban chance de tener a un senador, Luis González Pintor, un señor que acabó desquiciado.


¿Será tan lesiva como dicen, la separación de orticistas y panistas en Tlaxcala? Seguramente lo veremos en la próxima elección y veremos si la senadora, Adriana Dávila Fernández fue capaz de mantener la tendencia de la votación que ese partido ha logrado en los últimos procesos.

Para nadie es un secreto que la senadora Dávila incorporó a personas de bajo perfil a la comunidad de delegados federales.

Y no tuvo el mínimo recato en sacar raja al proceso de venganza personal contra Ortiz, el sujeto que le quita el sueño al estar segura que por culpa de aquél no llegó a ser gobernadora de Tlaxcala.

Al partido que se lo lleve el diablo (como está sucediendo) pero ese gordito se va a acordar de mí. Entonces, ese gordito presente en el sueño pesado de la apizaquense, levantó sus canicas y activó el mismo andamiaje que en 2004 le permitió ganar la gubernatura.

Hoy, los panistas desesperadamente buscan aliarse hasta con el PRD. Se saben al desamparo. Su verdadero músculo es el de un escuálido enfermo terminal, invadido por agentes patógenos que no van a parar hasta verlo indemne.

Para el PAN, este es el peor momento. Regresó al esquema de hace dos y medio sexenios, cuando su convocatoria conmovió a un tricolor hegemónico. Y le abrieron un espacio en el Senado, con Luis González Pintor, un azaroso y protagónico albizaul que de la noche a la mañana se hizo rico; y ello le provocó un severo daño en la azotea, tan delicado como el que actualmente padecen varios panistas.

Y esa historia se acabó. ¿El saldo?, lo veremos en unos meses.

Las delegaciones

Para los gobernadores, estas extensiones de la administración federal son sinónimo de dinero constante y sonante, y claro, de acercamiento con el sistema central. Y es casi un derecho el palomeo de esos representantes.

Pero en Tlaxcala esos nombramientos se formalizaron después de una cuidadosa selección y aprobación del peñismo. En la oficina de Presidencia saben muy bien cómo funcionan las delegaciones en Tlaxcala, por eso la mayoría de ellas ha pasado por alto la venia de Mariano.

Personajes cercanos a él, han tenido que sortearlo como el obstáculo que es. Nada más así llegaron.

Ahí tiene el caso de Perla López Loyo, la orticista que un día por despecho ofreció sus activos a Mariano, para después sufrir el estigma de: «el que traiciona una vez, traiciona siempre…». Hoy, loca de contenta como potencial delegada del ISSSTE, sabe muy bien que seguir esperanzada en Mariano, es un suicidio. Abrió brecha a México. Usó los mecanismos tricolores y también los orticistas, hasta que logró, dicen, dicha delegación.

Anabell Ávalos Zempoalteca, es otro personaje que brilla con luz propia. Ex secretaria de Gobierno y ex dirigente priísta, sería llamada por el peñismo por el mérito que le asiste, pero no por alguna cercanía con el gobernador tlaxcalteca. Este la perjudicó. Pese a haberla colocado en la Segob, González Zarur, su desconfianza y susceptibilidad ante el grupo que seguramente lo sepultará, la asfixió de tal manera que acabó por provocar su renuncia.

En el Registro Agrario Nacional, el ex dirigente Arnulfo Arévalo Lara, es otro caso de la evaluación peñista, sabedora de primera mano de la opacidad del mandatario estatal en el manejo muy deficiente de la fortuna enviada para ganar la elección al Peje. No pudo. Al contrario, perdio la presidencial, el senado y dos de los tres distritos electorales federales.

Protagonismo y antipopularidad del mandatario no son ajenas a Peña y al CEN tricolor.

Comenzaron a desmantelarlo.

Dejaron de darle manga ancha en el asunto de las delegaciones.Tendrán mayor injerencia en el partido y lo mantendrán a raya. Insisto, se lo ganó a pulso.

Pero aún falta por designar a varios delegados federales, de ahí que habrá que esperar los nombramientos para confirmar o desmentir la percepción de que entre Enrique Peña y Mariano González no hay química y si un distanciamiento.

Midas a la inversa

Adriana Moreno Durán, la improductiva funcionaria con más millas acumuladas, suma a su mala sombra, el aparato de promoción turística de la entidad. Si en la Sedeco no hay avance, el ámbito turístico, tan socorrido gracias al entusiasmo del gremio, tiene un gris panorama con una seño buena para la promoción pero de su jefe.

Va sumando notas negativas a su desempeño. Audi, Hyundai, y parece que ahora lo hará con temas tan sentidos como el Carnaval y, cómo no, seguirá pichicateando recursos al Pueblo Mágico de Huamantla.

Cada cual trae su talento. Esta señora tiene un talento especial para organizar viajes y comidas. Nada más.

Agresión al edificio de la 31

Nada más delicado para la aministración de Mariano, que aclarar qué pasó en la sede sindical, ahora que tan tensas están las relaciones, debido a la política antipensionaria y al mohín que ocasiona la determinación del gremio por rechazar la reforma educativa de Peña.

Es aquí donde se ve con toda la magnitud el doble discurso de González Zarur; humillado ante Elba Esther, pero implacable ante ambas secciones del SNTE en Tlaxcala.

Por eso, aclarar la balacera al edificio de los maestros es un asunto prioritario. De otra suerte, mete ruido y enerva a un sector realmente molesto con las imposiciones de últimas fechas.

Truenan al líder del Sindicato Mártires…

Como los maestros afiliados prefirieron ir a la Sección 55, el líder depuesto estaba obligado a regresar la casita y los 500 mil.

Y le fue más sencillo quedar fuera de la organización.

Pues qué mañoso.