Cierto, la procuradora no aguanta más presión de su jefe (¿?), del presupuesto miserable y de la delincuencia pero contra lo que no puede es contra la ética a la que solía acatar.

Si dos años tuvo que tardar la procuradora Alicia Fragoso Sánchez, para darse cuenta que en el gobierno anterior maquillaban los registros de delitos, pues qué falta de reflejos para no haberlo denunciado en los primeros días de su gestión.

Semejante tardanza la hace corresponsable de aquellas cifras irreales que según ella se daban en el orticismo y no aminora la carga en el ineficiente desempeño de ella y su personal.

Una nota de Reforma, detalla que la abogada de Tlaxcala hizo en 2011 un comparativo de los últimos cuatro años de la incidencia delictiva documentada en los archivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) con los reportes presentados ante el SNSP, y se detectó que las cifras no coinciden.

Fragoso Sánchez lo expuso así en la 40a sesión del Consejo Estatal de Seguridad Pública, encabezada por el gobernador Mariano González Zarur. Bueno, se trataba de aportar justificaciones porque, sabe usted, a partir de 2011 se registra un delicado incremento en la incidencia delictiva.

Hoy se multiplican los delitos como la extorsión, el robo con violencia, el secuestro y lamentablemente las ejecuciones. Todo esto en un marco de desesperados ahorros logrados despidiendo a cientos de policías, y ante la incipiente inestabilidad social detectada entre otros por el, «sensible» alcalde tlaxcalteca, Pedrito Pérez Lira, a quien los jalones de oreja y reclamos le abundan en esta víspera que el PRI truene como ejote en la próxima elección. Al menos esa es la lectura fina del jovenazo edil, único gemelo con poder en el cuadrante del Revolucionario Institucional.

Dice dona Licha: «Después de realizar una exhaustiva revisión, encontramos que en 2009 y 2010 no se reportó el total de delitos». En 2009 se ocultaron al SNSP el 32.18 por ciento de ilícitos, teniendo como total real una cifra de 5 mil 778, mientras que en el 2010, el Gobierno estatal no reportó el 7.68 por ciento de acciones delictivas, ocultando 428 delitos.

(En cambio) A partir de 2011, se presenta la incidencia delictiva al SNSP «sin ocultar cifras».

¡Snif… la jefa nos va!

Es un distractor sentimentaloide aquello de: «muchas gracias por haberme permitido trabajar con ustedes», expresado ante emepés, ministeriales y administrativos, ahora sí que sacados de onda por el blandimiento de quien hasta antes de esto se había mostrado de una sola pieza. «es el momento de la reflexión, es el momento de hermanarnos y es el momento de decirles que Dios los bendiga siempre, que Dios bendiga su trabajo, que Dios bendiga sus bolsillos y que Dios bendiga a su familia».

¡Madre mía!, la mujer fuerte del marianismo. Compañera de mil batallas, abogada de cabecera, consejera de imposibles, evoca ahora al Supremo, inerme ante la presión del tirano-inculto, pero realmente vencida ante cuadros como el de la familia chiautempense, rota, destruida por las asquerosas manos de una banda de secuestradores que presuntamente asesinaron a Ramsés, el jovencito que apareció sin vida en el estado de Hidalgo tras privarlo de su libertad saliendo de la escuela.

Estamos ante las primeras manifestaciones auténticas de una subordinada (indebidamente) castigada por la ética a la que, sabe, debería anteponer a la miserable sumisión ante don González su jefe, cuyo papel invertido del Rey Midas lo ha llevado a corromper y a destruir a quien había luchado con denuedo por no caer a las garras del infierno de la corrupción.

¿Cómo actuar en su papel de conductora de la institución rectora del monopolio de la violencia en manos del Estado, si antes fragmentó la cimiente sobre la cual construiría después los muros, a los que hoy vemos cuarteados y a punto del desplome?

Lo peor es que la destacada abogada se asuma con el mismo cinismo al que varios marianistas recurren cuando se han dado cuenta que su permanencia en la nómina es directamente proporcional a la manipulación del astado salido de la caja, embistiendo todo cuanto tenga enfrente, así sea su propia estructura.

Mi percepción personal es que la señora Fragoso no dejará la Procuraduría. Se ha doblado pero el miedo de quien la manda no permitirá que se quiebre.

Tan sólo ante bichos en su papel de pseudo subsecretarios, de encargados de finanzas, de raterazos en el agro.

Para algunos el fin del mundo era hoy.

No ha pasado nada. Ni obscuridad, ni cataclismos. Sí en cambio queda demostrado que ningún servidor público puede tomar el pelo al pueblo. Que pese al enorme compromiso asumido ante instituciones como la Procuraduría y los pésimos resultados registrados, un engaño tan pueril como echar la culpa al anterior sólo marca el nivel contradictorio del actual gobernador, para quien: «mirar atrás lo expone a convertirse en estatua de sal».

No dudo que el anterior haya maquillado los registros. Pero porqué hasta hoy lo suelta la señora procuradora. Se trata de un mensaje a su jefe para adevertirle que lo puede dejar, que no está dispuesta a seguir recibiendo castigo y a plantearle lo mal que se siente porque su ética de abogada sencillamente fue conculcada por este estiramiento, demanda y presión, pero sin un presupuesto decente, sin un trato humano, sin el respeto a su investidura y reconocimiento a su independencia.

Enero, vienen mejores tiempos

Al menos así lo percibe el rostro más joven de la política a niveles compulsivos en Tlaxcala. Verán, dijo a un pregonero del marianismo, en enero me les pinto de colores para la capirucha, tal vez a una chamba que el mismo Videgaray va a envidiar.