Pasar todos los filtros es más que interesante, pero hay que ver de qué manera lo lograron.

La selección de los nuevos integrantes del Consejo General del Instituto Electoral de Tlaxcala (IET) se hizo compleja, a veces densa y exhibió paso a paso, el interés de grupos, del ejecutivo y de los gurúes de este para armar un organismo que garantice a cada cual resultados satisfactorios en la elección de alcaldes y diputados a la nueva legislatura.

Para aquellos involucrados que suponían a la verdad a medias en términos de efectividad hay un vicio de origen: la oriundez apizaquense del sinodal Juan Manuel Mencinas Montiel, imponente carta de presentación: investigador visitante de Harvard, no es suficiente sin embargo para solventar el impedimiento legal de la parcialidad por su ciudadanía tlaxcalteca, por muy poblano que ha dicho sentirse y por mucha afición a que le sirvan la sopa en platos de talavera.

Recordemos la conformación del sínodo: Mecinas Montiel, tras quien existiría la recomendación del metiche e ineficaz subsecretario técnico, Mario Armando Mendoza aún, dicen, ante la incredulidad de quien lo sigue tolerando pese a los pésimos resultados entregados en la pasada elección federal (lo de pésimos es en serio).

Ni qué alegar de los demás sinodales: Eva Barrientos Zepeda, de la Universidad Veracruzana; Pablo Javier Becerra Chávez de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa; Roberto Duque Roquero, abogado especializado en derecho constitucional; así como Cesar Iván Astudillo Reyes, investigador asociado de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Bueno, tras una serie de filtros infranqueables, ese trabajo bajo presión al que alude con frecuencia el presidente de la Comisión Electoral, Gelacio Montiel Fuentes -con la mancha de Mecinas, lo tiene que reconocer- el abultado cúmulo de solicitudes se depuró, de los cientos que eran, a un puñado, en el cual, sin embargo se siguen viendo preferencias y un largo y costoso direccionamiento para llevarlos a San Manuel a como dé lugar.

Nos parece que los impedimentos a los cuales se enfrentan, ya sea por lazos familiares o ligas con funcionarios, dejarían en el camino las aspiraciones de:

1.- Raúl Pluma, hermano del diputado Ramiro Pluma, mas lorenista que priista.

2.- Toribio Moreno, porque no se sabe si tiene su residencia en Puebla o Tlaxcala.

3.- Ana Delia Domínguez, ex secretaria particular de la ex consejera presidenta del IET, Mary Cruz Cortés Ornelas.

4.- Alberto Hernández, por sus nexos con el OFS y Florentino Flores Xelhuantzi.

5.- Leonel Lara Mena, primo de Fabricio Mena, director administrativo del Congreso.

6.- José Conrado Delgado,ex secretario particular de Enrique Padilla Sánchez.

7.- David Olvera, primo de la diputada panista Lilia Caritina Olvera.

8.- Eunice Orta Guillén, esposa de Ángel Espinoza, considerado como uno de los operadores electorales del gobierno estatal y cercano a Mario Armando Mendoza y Silvestre Guevara y por ser la directora jurídica del ayuntamiento de Totolac, lo cual viola la convocatoria.

Y con base en los resultados obtenidos en las pruebas aplicadas hasta este momento, la escrupulosa lista que ha pasado cada filtro, nos lleva a vislumbrar un ideal Consejo General del IET, integrado por:

1.- Óscar Lobatón Corona, Mario Cervantes Hernández, Máximino Hernández Hernández, Juan Antonio Carrasco Martínez, Lino Noé Montiel Sosa, Dulce María Angúlo Ramírez, Claudia Acosta Vieyra y Juan Antonio Escobar Mendieta.

Todos reúnen el perfil y darían credibilidad a un organismo que hoy por hoy está desacreditado.

¿Alianza sorprendente?

Cuando al ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, lo echó su primo el gobernador de la ex fábrica San Manuel -donde funcionaba su bunker- este también firmó un acta de desahucio, pues prescindía de uno de sus principales aliados (a Mariano le cayó el veinte del pejismo a toda prueba de ASA, por tanto era un hecho que el consejo de dejar a la deriva a la causa peñista ha sido uno de sus peores errores que caro está pagando).

No imaginaba que con el tiempo, ASA pudiese entablar pactos ni más ni menos que con Héctor Ortiz Ortiz, quien puso los ojos en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para, «impulsar a triunfos electorales a algunos de sus amigos», según lo ha hecho público.

1.- No movió un dedo al detectar la presencia orticista en la corriente del Peje.

2.- En consecuencia, quedó aislada una expresión perredista a modo (con liderazgos como el de Mariano Andalco y Felipe Sánchez Lima), pero los activos de ASA quedaron impolutos en este nuevo izquierdismo, digamos radical, pues obedece a los estilos de López Obrador.

3.- Ya se barajan nombres de orticistas como posibles candidatos de Morena: Justo Lozano Tovar en busca de la alcaldía de Apizaco, el ex alcalde apizaquense Reyes Ruiz Peña por la diputación del distrito XV; en Chiautempan Jesús Hernández George (con una alianza encabezada por Morena).

4.- El papel de Ortiz es interesante pues, es el nexo entre ASA y la senadora Lorena Cuéllar. Susceptible de intensificar o enfriar según convenga a quien encabece su proyecto a la gubernatura (que puede o no ser Lorena) Y qué tal si ASA y Ortiz van viendo factible a otro sujeto, y dejan en el camino a la anticipada sobrina de Cisneros… ¿qué tal?

Pues don Mariano no contaba con la astucia de los dos ex mandatarios, cuyo pragmatismo alcanzó un máximo al no desconocerse por existir entre ambos en esta circunstancia las razones necesarias para engrosar las filas del TUCOM (Todos Unidos Contra Mariano).

En las mesas políticas del PAN

Al protagonismo de la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, no le hacen bien las tempraneras loas de personajes de la talla de Aurora Aguilar Rodríguez, la diputada federal que propuso ante sus compañeros de partido a la sobrina de Cisneros como único proyecto para impulsarla hasta sacar al PRI de palacio. Y como primer paso el PAN debería entregarle a la ex priista y hoy perredista la decisión de designar a la persona que debe ser el candidato a la presidencia municipal de Tlaxcala en una alianza entre panistas y perredistas.

Claro que la propuesta cayó como cubetada de agua fría al panismo.

¿Y Adriana Dávila dónde escribe?

Puede que el momento de Lorena no sea este. Lo cierto es que proponer a una perredista a los panistas es un grave error de la ex delegada del ISSSTE. No sólo golpea innecesariamente a Adriana, sino que parece obedecer a una amistad poco productiva en estos momentos de definición.

Apizaco… de nuevo el riesgo de un rockstar

Para los priístas apizaquense la situación de su partido no puede ser peor. El eterno José Luis Ramírez Conde, está más choteado que las manifestaciones en el Centro de Tlaxcala y de plano han tenido que recurrir a un personaje de elevada popularidad para proponerlo al tlatoani.

¿Y quién ese popular personaje?

Ni más ni menos que el matador de toros Rafael Ortega.

A Mariano no le gusto para nada la idea. Es más, respondería a dichos militantes, «es asunto del partido» y, tomó las hojas de la encuesta pato que respaldaba al matador y banderillero y casi se las arroja a la cara.

¿No se dan cuenta del fracaso que resultó el cantante? (Se refería a Jorge Domínguez, el perredista que tronó como ejote cuando quiso conquietar el voto cantando sus éxitos gruperos).

Por si fuera poco, hay que ver la relación de los Ortega con Mariano.

Han sido sus empleados (y los ha de ver como sus peones)

Othón, hermano de Rafael, administró -dicen que con maña- los negocios marianistas en la fiesta brava y en pocas palabras, cómo se dice, a sí, lo llevó al baile (insisto, eso dicen los que los conocen).

Entonces, qué carajos hace el popular Rafa en un ámbito totalmente fuera de su competencia.

«Es como si yo quisiera ser banderillero», dijo don Mariano, de veras encabronado.

Por otro lado. No es que a Rafa le falte preparación, pero los éxitos en los ruedos no son para demostrar vocación y capacidad, cualidades que urgen al PRI para no volver a tronar como chinampina en este municipio donde es prácticamente un hecho la candidatura de Justo Lozano Tovar por Morena.

Y todo esto se lee mejor escuchando Cielo Andaluz, interpretado por la banda de la Plaza México.