De todas formas, nos dicen, la aún titular de Sedeco estaría haciendo maletas

Entre despidos, complicidad de poderes para aprobar cuentas torcidas, y hasta la disputa entre magistrados y gente de la Procuraduría para ver a quién le toca colocarse las orejas de burro en la vergonzosa liberación de un proxeneta, transcurre en Tlaxcala un aniversario más del inicio de la Revolución Mexicana que, según puede palparse, es víctima aquí de un retroceso al cual se ve cuando el autor del mismo acerca, mezcla y da su propia interpretación a los conceptos: «compromiso social» y «sentido de pertenencia».

A semana y media que reinicie el priato en nuestro país, entidades como la nuestra viven lo que podría ser el final crítico de los vendavales sin rumbo que, a partir del primero de diciembre han de disciplinarse a la orden del tlatoani encopetado, bajo el protocolo presidencialista del que proviene su estirpe, reacia a la extinción.

Esas nuevas formas de relacionar a los gobiernos aldeanos con la fabulosa super administración, de regreso a secretarías con poder infinito como la Segob, planeada para Luisito Videgaray o Miguel Ángel Osorio Chong, iguales de perversos y brutalmente saturados de ganas de reestablecer el régimen con un ayuno de doce años seguiditos, desde que un locuaz empleado de la cocacola tuvo la audacia de sacar al PRI de Los Pinos.

Una llamada en la isla

Contesta don Mariano alguno de los celulares equipados con mil y un filtros. Del otro lado, Adriana Moreno Durán, con una de esas noticias entre trágicas e incómodas pero, con enormes recursos para colocarla en el contexto de la misoginia desbordada en los casi dos años de topones.

«Señor, recibí una llamada del gobierno federal para incorporarme». Al parecer se le hizo realidad que la llamaran de la Secretaría de Economía. -«¿Ajá y qué quieres?». -«Pues le aviso señor, verdad, para que me autorice porque verá, me anduve moviendo por allá y al final fue chicle y pegó»…

– «¡Pues no hay permiso!…

Fin de la conversación. ¿Qué le animaría a la secretaria con más millas acumuladas a realizar semejante llamada, incómoda, inoportuna, lastimosa para un político que ya quisiera que el gobierno federal se fijara en él para llamarlo, y así poder dejar a medias este desgarriate que, sí deja lana, un montón de lana, pero ya ves cómo se anda enojando con todos a cada rato?

Nuestras fuentes nos dicen que tras haber colgado, la seño roña Adriana, al tiempo que hacía caras de frustración y coraje, encogía la nariz y jalaba el moco. Se diría a sus adentros: «pero ni crea mi jefe que me voy a quedar aquí para vestir santos… yo me largo a la capital, a ver si cambia mi suerte».

Pues lo de la nula administración lo pasó por el arco del triunfo. De todos modos se va. Al menos es lo que se maneja en las cómodas instalaciones de la Secretaría de Desarrollo Económico, donde ya estarían listas las quinielas: 1.- para ver quién llegaría; 2.- para ver qué tiempo tarda en regresar dolida y regañada como nunca (y ya se pone a trabajar); 3.- se anima a reconocer que Hyunday, la armadora de carritos medio corrientes pero baratos, también se nos fue, más o menos por las mismas causas que pasó con Audi.

Cisma en la Función Pública

Se supone que ya estamos en el momento para conocer un tramendo despido masivo en la Secretaría de la Función Pública, por cierto -nos dicen- con la más amañada defensa laboral que incluiría al carnal del titular… ni un pelo de tontos tienen estos dos (y tampoco de los otros).

Ah, pero se atravesó un imponderable.

El truene entre Ruben Flores Leal y don Mariano, dado en la mesa de la Cabaña en plena temporada de feria, cuando el conocido peseta rechazó seguir colaborando con su ex amigo, desde fuera, para ayudarlo a controlar el próximo Congreso. Al contrario, le anunció que la legislatura por elegirse se la van a ganar con singular facilidad los integrantes de la perversa alianza TUCOM (que es la nueva versión de Todos Unidos Contra Mariano, sí porque antes era Contra Madrazo), Adriana Dávila, Lorena Cuéllar y Héctor Ortiz.

Ajá, ¿y luego?

Pues nada, que una de las primeras reacciones del gober sería advertir a su compañero de mesa que el más sentido de sus recomendados, «el muchacho ese Temoltzin de la Función Pública… puros problemas desde que llegó», acto seguido vino lo esperado, o sea el anuncio de que el susodicho no tardaría en salir como tapón de sidra de esta administración.

Así que el plan para hacer negocio como muchos lo han podido lograr, es decir cobrando diezmo a los despedidos que logran su liquidación, se quedó trunco. Ni modo, se les fue el nego.

El apasionado proceso de renovación del IET

Da gusto ver a gente tan preparada integrando el jurado que definirá a los nuevos integrantes del Consejo General del Instituto Electoral de Tlaxcala: el maestro Roberto Duque Roquero, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM; De la Universidad Veracruzana, la doctora en Derecho, Eva Barrientos Zepeda;Pablo Javier Becerra Chávez, académico en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la UNAM.

Ojo con el que sigue. Nadie pondría en tela de duda la capacidad de Juan Manuel Mecinas Montiel, doctor en derecho por la Universidad Complutense de Madrid y profesor visitante de Harvard. Al contrario, de lo que tratan es que no les coma el pastel.

Oriundo de Apizaco, egresado de la UAT, Mecinas, trae bajo el brazo el beneplácito del metiche de Mario Armando Mendoza, subsecretario técnico de la Segob, y de Hectitor Maldonado Bombilla, el consejero jurídico, encargado de insistir en lo importane que es la llegada del apizaquense, pese a la abierta violación a la convocatoria que, inhibe a los paisanos tlaxcaltecas de participar.

Es obvio que su presencia tiene la jiribilla de facilitar la llegada de ciertos personajes comprometidos con sus patrocinadores en el gobierno. Una de ellas sería Eunice Orta Guillén, esposa de Ángel Espinoza, considerado como uno de los operadores electorales del gobierno estatal y cercano a Mario Armando Mendoza y Silvestre Guevara.

Otro que estaría siendo beneficiado por los acuerdos sería Francisco García Montes, auxiliar del diputado Rafael Zambrano.

Digo, si se trata de conformar el órgano de defensa de la democracia, encargado de organizar la próxima elección, pues qué les pasa. Muy preparado el doctor Mecinas, pero su presencia además de incómoda es ofensiva a semejante nivel de académico.

Le deben una disculpa.