Para prueba, el botón de Cebadas y Maltas, cuyo director, el español Camilo García Marcos, dice amar a Hispanoamérica, pero a la hora de adquirir la cosecha de miles de cebaderos paga precios de miseria.

A mal árbol se arrimaron trabajadores de Sandak, cuando decidieron pedir al gobernador Mariano González Zaur, su ayuda para que concluya el prolongado litigio que desde mayo de 2011 mantiene cerrada dicha planta.

¿Qué respondió Mariano?

-«Ustedes han sido los culpables», les gritó en la cara y les reclamó que por ese motivo, «están perjudicando a Calpulalpan».

Pero al ver el impacto de su desdén con una auténtica expresión del tejido social, «de todas formas», se ofreció para incidir en la presidenta de la Junta Estatal de Conciliación y Arbitraje, «para que se les pague su liquidación».

¿Repentina conciencia o amañada promoción de un personaje llegado a ese tribunal tras una de los primeros descontones del marianismo, en cuya ejecución se desplegó a la policía y se procedió a la clausura de dicha oficina, como si aquella fuese un antro a cuyo dueño fue posible impedir que siguiese atendiendo a su clientela?

El otro escenario del TCyA

Cuando al auditor, Crispín Corona, lo atendían en Medellín, Colombia, a cuerpo de rey, en Tlaxcala, la misma presidenta del tribunal de Conciliación y Arbitraje, ordenaba acciones extremas en contra del Órgano de Fiscalización Superior (OFS) en relación con el empleado José Manuel García Valencia, promovente de un laudo que, obliga a aquél a liquidarlo con 1.5 millones de pesos.

Si Mariano se ofreció ante obreros de Sandak a intervenir con Flores Sandoval, ¿por qué no hacerlo ante Crispín, abonando a su manifiesta ausencia de respeto a los organismos con naturaleza autónoma?

Despidos sin precedente

Tal vez Mariano no es injusto, ante los ojos de la cúpula cortesana que lo rodea.

Y a propósito del 138 aniversario de la anexión de Calpulalpan, citemos a un personaje de doble moral, para quien González Zarur, no solo es un manirroto con la gente, sino que podría hasta acabar con el patrimonio del gobierno por lo generoso que es».

Hablo de Camilo García Marcos, en cuyas manos operan los nuevos estilos españoles para seguir conquistando a la hoy llamada Iberoamérica.

Claro, esta cúpula, de autoridades y empresarios, desayuna caviar a diario, a costillas de miles de cebaderos cuyas producciones son tasadas a los precios más bajos, ¿para qué?, para convertirlos en la cerveza más vendida en Iberoamérica, y yo me pregunto, qué de positivo tienen los elevados niveles de alcoholismo que a esta firma le generan ganancias ofensivas.

O sea, con Mariano revivieron aquellos apetitos de los inmigrantes españoles para ocupar y explotar a mitades del siglo XVII las tierras de los pueblos de indígenas, quienes incapaces de competir con el poderío económico y la violencia de dichos conquistadores, acabaron por ofrecerse como empleados suyos.

Ante la amabilidad para despertar esos buenos tiempos de los graciosos peninsulares sobre los débiles y abundantes indios, hoy, la Cervecería Modelo se dedica a embriagarlos, y Cebadas y Maltas, a comprarles sus cosechas a precios realmente injustos… una nueva suerte de esclavismo que, requería de autoridades a modo pero, con pocas esperanzas de perpetuarse en el poder, a causa de sus ambiciones desbocadas.

Hay que ver la violencia usada en ejidos de Zacatelco contra familias opuestas a que sus tierras sean atravesadas por la nueva autopista Xoxtla-Tlaxcala, hay imágenes donde se aprecia a decenas de granaderos maltratando a campesinos viejos… habría que remontarnos a los tiempos arriba expuestos para ver comprender la crueldad escondida bajo justificaciones ciertamente fuera del actual contexto de democracia, al cual incluso, Enrique Peña Nieto ha tenido que recurrir, mediante su decálogo por una Presidencia Democrática.

Por eso la estancia ayer en la capital por un día: Calpulalpan, nos hace ver que el conflicto entre españoles e indios, ni es reciente, ni tiende a quedar atrás. Al menos este sexenio ha sido aplastado con la política de exterminio laboral que, vista con la perspectiva que nos permiten dichos antecedentes.

Desde: «ustedes son los culpables y han perjudicado a Calpulalpan», dicho a trabajadores de Sandak, hasta: «dejar a un lado los intereses tanto personales como de grupo y, por el contrario, poner atención en la contribución del desarrollo de la entidad», entendida como el código engañoso que suele ver a través de un cristal donde el tejido social -los indios- no alcanzan la calidad de gente, pero sí permiten la expiación de estos conquistadores, de nuevo cuño pero más ambiciosos que antaño.

La terquedad de Hugo René

Al secretario de la Función Pública, Hugo René Temoltzin Carreto, le ha dado por sostener una esteril lucha contra un sujeto con fuero, o sea Justo Lozano Tovar, a quien tendría que despojar del mismo para tener frente a sí a un ciudadano común y corriente, a quien pueda meter en ese raro redil de las arbitrariedades.

Se olvida, sin embargo de medir con la misma vara a destacados personajes cuya calidad de funcionarios públicos no les impide cobrar en otras nóminas, en perjuicio del deteriorado presupuesto del estado.

El titular de la Función Pública, debería documentar casos de nepotismo (Marco Antonio Velasco, director de Capam e hijo del oficial mayor, Ubaldo Velasco) u otros de ilegales cobros de personajes sin derecho aparente, en dependencias del ejecutivo local (Cobat, Cecyte, Sesa…)

Hay ganas de pelear, no lo dudo.

Y de ganar indulgencias ante el amo, trenzandose en aparatosa llave de lucha libre con uno de los representantes actuales del orticismo.

Bueno, pues entonces, hay que regresar al aula, señor secretario.