Los adultos mayores tendrán que esperar cinco años más para ser sujetos del apoyo de 833 pesos bimestrales, pero, ¿por qué no hay dinero en las arcas del estado?

A ver, ¿cuál es el fondo para que los integrantes del Congreso del Estado se confrontaran en la sesión de ayer martes, respecto a la edad en que las personas senectas carentes de ingreso alguno comiencen a recibir un apoyo de 833 pesos bimestrales?

La respuesta es: la debilidad presupuestal.

La administración de Mariano González Zarur, no está dispuesta a incrementar el padrón de beneficiarios de este subsidio social, «a tan temprana edad». Así que sus intenciones de resarcir el tejido social, optó porque dicho sector aguarde cinco años más para ser sujetos de dicho apoyo.

Pero, se supone que tras los recortes de personal y la disminución salarial a la burocracia, el gobierno dispondría de mayores recursos para destinarlos a empresas de carácter asistencial, como este de dotar a nuestros ancianos de una modesta ayuda consistente en 47 por ciento del salario mínimo vigente en la zona C -a la que pertenece Tlaxcala, y que asciende a 59.08 pesos diarios.

El monto bimestral resulta de la siguiente ecuación: 59.08 pesos diarios, suman 1772.40 al mes. Y se autorizó un 47 por ciento, es decir 833 pesos cada dos meses.

La siguiente historia (considérela o no ficticia) viene como anillo al dedo a la disputa de ayer, entre priístas y panistas que, negó a los adultos de sesenta años comenzar a ser beneficiarios de los mancionados 833 varos bimestrales.

La queja con el viejo amigo

Entre un encumbrado ganadero mandamás y su añoso compañero de conversación, el primero lamentó la falta de liquidez en su hacienda, situación que le originaba desencuentros con los habitantes de la misma, porque no tenía manera de financiar las obras útiles que elevasen el nivel de vida en su feudo.

Y ese amigo, claridoso y directo le respondió: «pues ya no te lo robes».

Lejos de despertar la ira en su contlapache, el ganadero ese que le platico, de plano le propuso venir al rancho para hacerse cargo de la conducción del mismo, porque sus capataces y peones de angora nomás no dan una… y el rancho se cae a pedazos.

«Oye, pos es que te has peleado con todos… comenzaste por apedrear al gordito ese que te antecedió en el cargo… de plano te lo echaste de enemigo. Pos él te hubiera acercado con el Presidente, pero te cerraste esa puerta».

«Luego, que la agarras contra la gordita, esa que nomás de verla te dan agruras. Y también te la echaste de enemiga. Ora nomás anda buscando el modo de quitarte el partido y se ve que no va a parar hasta darte una madrina a tu tamaño».

«Y pa’cabarla de amolar te peleas con el nuevo amo, el copetón, pos ves que lo dejaste solo en aquella elección de julio, cuando le entregaste las peores cuentas que nadie se pudo imaginar».

Pero, quién es el supuesto amigo

Nos dicen que esta historia tiene que ver con la llamada del mencionado personaje, ni más ni menos que al ex presidente Carlos Salinas de Gortari, para que a través de sus finos oficios, el próximo presidente, Enrique Peña Nieto calmara un poco la ira en contra de quien en su momento le ofreció cientos de miles de votos… más de los que se necesitaban para ganar… pero nada de eso, al contrario, la votación fue tan, pero tan baja que su representación en el Congreso de la Unión es prácticamente nulo.

¿Nulo?, ¡pero si llegó Guadalupe Sánchez Santiago!

Insisto… ¡nulo!

Resulta que ni el mismo Salinas le tomó la llamada. Al parecer la súplica quedó registrada por el asistente del inventor de Solidaridad.
Ya entiendo.

Así que la falta de dinero no es una cuestión sencilla. Ha tenido un robusto antecedente, que comienza con los desencuentros a los que no le es posible renunciar a alguien cuyo temperamento ingobernable acabó por meterlo en el peor escenario de su vida, pese al poder que detenta.

Ante la inminente llegada del amigo que le platico:

1.- Ya huele a cadáver el super asesor Mario Armando Mendoza Guzmán, cuya obra y conducción en el gobierno tlaxcalteca fue tan, pero tan improductiva que la verdad, no sé por qué sigue aquí.

2.- Se apuntala la hipótesis del gobierno conformado en su mayoría por mercenarios, interesados en el beneficio personal antes que en comprometer sus acciones para el progreso de la entidad. Por lo tanto, ¿cual lealtad a su líder?

3.- El malhablado y rasposo gobernador, ha sido el más damnificado en este sexenio de ineficiencias y apariencias, le han tomado la medida quienes -como esos que tienen chambiando a los hijos hasta en dos puestos- medran, saquean, pero eso sí, se dicen sus mejores amigos.

4.- Quien venga a ocupar un lugar, digamos de secretario de gabinete, tendrá una fuerza incomparable con la de alguno de los tranzas, apocados y corruptos con vigencia al día de hoy.

Discusión entre senectos

Nuestras fuentes presenciaron un desencuentro entre dos de los más viejos hombres de poder en Tlaxcala. Uno le dijo al otro… constructor por cierto… «ya estoy cansado de que no me pagues lo que me debes»… a lo mejor se refería a esos diezmos multiplicados por tres a los que está obligado a compartir cualquiera que se sienta con ganas de prestar sus servicios en la actual administración.

El añoso constructor (creo que trabaja en Secoduvi) se hizo el ofendido: «ora sí no te la paso, me heriste… y te quiero decir que tú, tú te pintas el pelo para verte menos ruco»…

Ese fue como el atrevimiento mayúsculo al que un personaje de esta calaña es capaz.

Entonces vino la respuesta de su superior. «Así que yo me pinto el pelo… ja… pero tu te vas a pintar a chin… si es que no me pagas lo que me debes.

Híjole, creo que esa relación tan productiva a costa de las obras, no anda en su mejor momento.

Pasó en el concierto de Celso Píña

Cuando la plaza Jorge Ranchero Aguilar estaba a punto de turrón, gracias a la acordeona que conmueve con la Cumbia de Río, a Celso Piña se le ocurrió dar las gracias al gobernador de Tlaxcala, por haber posibilitado su actuación aquí.

Y la plaza entera silbó… Y hasta los que no sabían silbar, aprendieron. Fue impresionante. Creo que hasta el autonombrado escritor Wilebaldo Herrera, director del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, le entró a eso de la silbatina…Bueno, eso es lo que dicen.