Circula un panfleto en el tercer distrito hecho con saña por manos furtivas… *Tulio Hernández se agrava.

Es un hecho que las zancadillas entre candidatos constituyen la otra parte de sus campañas. Descalificarse, desorientar a los electores con informaciones falsas, cobraron vigencia desde hace días.

Y para muestra un botón. Circulan en Hueyotlipan y San Lucas Tecopilco volantes anunciando la dimisión de la candidata panista a diputada federal por el tercer distrito, Perla López Loyo.

Los responsables de este libelo actuaron con tal frialdad que el mensaje apócrifo lleva hasta las firmas del líder estatal del PAN, Alberto Jiménez Tecpa y de otros destacados albiazules.

Convoca –y he ahí la maña – a votar por la priísta Blanca Águila Lima. Es decir el o los autores de esta infamia aprovechan la falta de información en estas comunidades para amarrar navajas entre simpatizantes y militantes de ambos partidos políticos.

Con seguridad un tercer partido o, hasta alguien interesado en difundir la anulación de las boletas se ubica tras la maniobra. Eso es a lo que no debemos apostar en esta elección.

Tulio se agrava

El mes anterior informamos a ustedes que el muy apreciado ex gobernador de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez, había sido ingresado en un hospital psiquiátrico para atenderle padecimientos que podrían relacionarse con múltiples lesiones sufridas a lo largo de su vida, ya sea por la terrible caída de la motocicleta que siendo gobernador conducía (sin casco) o por las incontables acometidas de alguna vaquilla o novillo, lidiados por él, con más emoción que técnica.

Platiqué al respecto con el líder del PRI, Ubaldo Velasco Hernández, quien de inmediato reaccionó en forma solidaria para ayudar al querido Tulio, cuyas condiciones económicas no son boyantes, pese a la fortuna suya que pudo multiplicar desde el poder, y sin embargo hizo todo lo contrario.

La gran casa de gobierno es un ejemplo, pues esta fue ofrecida como regalo personal al entonces mandatario y él, la aceptó a cambio de cederla al patrimonio de Tlaxcala. Y desde entonces, los gobernadores despachan en esa bella finca.

La fragilidad de Tulio Hernández no está a discusión y, satisfecho –con el genio que lo acompaña – sí merece la solidaridad de un pueblo que le guarda gratitud y una clase política que mucho le aprendió (bueno y no tan bueno), pero siempre en forma generosa.

Ojalá mejore. Y ojalá los funcionarios que crecieron con él y gracias a él dejen de hacerse tontos y cooperen –Ubaldo Velasco sería un inigualable medio – para aligerar la carga que sin duda afecta a la compañera sentimental del licenciado Hernández Gómez y a sus demás familiares.