Cinco binomios de francotiradores apuntarán a la cara de todo sujeto bajo sospecha de alterar el buen desempeño en las fiestas de inicio de la Guerra de Independencia. ** ¿Por qué Audi se instaló en Puebla y no en Tlaxcala?

El secretario de Seguridad Pública de Tlaxcala, Orlando May Zaragoza Ayala, anunció el despliegue de cinco binomios de francotiradores en las azoteas del palacio de gobierno y casas circunvecinas.

Es una medida inédita que parece tener un doble propósito:

1.- Tener diez miras telescópicas para apuntar con cinco rifles de alto poder a cualquier sujeto (o grupo) con movimientos sospechosos que, pudieran poner en riesgo el buen desempeño de un festejo cuya principal característica es la algarabía colectiva celebrando la iniciación de la Guerra de Independencia.

2.- Buscar la intimidación, también colectiva, para desalentar eventuales manifestaciones de repudio a las medidas impopulares emprendidas por la administración de Mariano González Zarur. En otras palabras, sembrar el miedo a quienes en mayor o menor proporción hayan pensado participar en lo que pudiera ser una colosal silbatina.

No cabe duda que los francotiradores y sus asistentes (Sniper y Spotter, eso es el binomio, el primero tiene el arma lista, mientras el segundo observa y sugiere), son una advertencia difundida casi con el estilo del jefe de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, lo que debería llevarnos en particular a la reflexión de esta ambigüedad  marianista.

Se trata de la fiesta que tradicionalmente ha permitido al mandatario en turno asumirse en el gran anfitrión de un pueblo dispuesto a dejarse querer, aunque transcurrido el acto protocolario, el gabinete y su líder se han de encerrar el el patio central del Palacio, para degustar una gran cena en compañía de representantes de los poderes Legislativo y Judicial, así como de invitados especiales.

Además de las urnas, la noche del grito es una especie de evaluación popular donde miles de gargantas poseen el poder de aprobar el papel de su autoridad, o vapulear moralmente su desempeño cuando este ha engendrado algún tipo de encono.

Creo que no es con rifles de alto poder apuntando a la cara de todos como el gobierno logrará resarcir al tejido social roto.

Sí, en cambio, refleja una oculta sensación de inseguridad en esta etapa de descomposición, donde asesinatos, secuestros, extorsiones, robos y otros delitos, han acabado de maltratar a ese tejido social, pasado por filtros de crueldad, como ya ocurrió con personas de la tercera edad y la inconcebible persecución a la que fueron sujetas; con el maltrato a policías que demandaban mejoras laborales pero encontraron desempleo y cárcel.

Así que las disputas entre marianista y orticistas, fueron rebasadas.

Sabemos que un representante popular panista, Justo Lozano Tovar, atacará sin tregua, y otro pseudo verde, Gregorio Cervantes, responderá con vehemencia, en un juego de toma y daca, más improductivo que su rendimiento legislativo.

Esas cachetadas devalúan a la clase política. Son una telenovela en el mismo canal y a la misma hora.

No, la descomposición a la que aludo, tiene que ver con asaltos a familias, como la ocurrida hace poco en Ocotlán, donde diecisiete energúmenos tuvieron todo el tiempo para vaciar su casa. Con aquellas macabras apariciones de personas sin vida en varias zonas de Tlaxcala, con un invariable rechazo oficial que haya ocurrido dentro de nuestra demarcación.

Es ese malestar manifiesto en las clases pudientes de Chiautempan, Apizaco, Huamantla, Tlaxcala, donde las llamadas de extorsión se multiplican, como también pasa con la desconfianza a una autoridad con más interés en abonar a sus pleitos legales obsesivos o, a colarse en Cabildos abiertos bajo el supuesto que dichas acciones causan el beneplácito popular, sólo por el hecho de recibir al hombre más poderoso del estado.

No fue fortuita la invitación de aquella matriarca de la comunidad española que, molesta por la constante justificación del invitado especial a su casa: el gobernador, haya tomado la decisión de invitarlo a salir de su casa.

Ese es el tejido social lastimado. Ricos, clases medias, pobres y pobres entre los pobres, tienen alguna factura que cobrar a quien en su momento depositaron dieron apoyo, moral y económico o, como en el caso de la militancia priísta hasta comprometieron el patrimonio, con la camiseta puesta por una causa devenida en el peor negocio.

Hemos lamentado el papel de la inteligencia en el gobierno, más interesada en encarnar a sus agentes como promotores del voto que en cumplir con una labor de investigación, análisis y diagnóstico.

Hoy vemos las consecuencias. Francotiradores en una propaganda intimidatoria como única alternativa ante el avance de este régimen cuya salud no es la mejor.

¿Qué se siente dejar ir al negocio de la vida?

Este quince de septiembre cumple un año uno de los errores más dolorosos de la encargada de los negocios en Tlaxcala, Adriana Moreno Durán, la funcionaria con más millas acumuladas.

Es costumbre de los ejecutivos de Audi no avisar de su presencia a los responsables de fomentar inversiones. Es parte de un protocolo bajo un estricto registro a través del cual se aseguran de no exponer los millones de euros que significa esa búsqueda afanosa de un terreno pródigo para ampliar su imperio.

Nos dicen nuestras fuentes que el pasado 15 de septiembre, los enviados de Audi solicitaron audiencia con la secretaria de Desarrollo Económico.

Esta, los recibiría con su tradicional gusto… -«cómo están, que bueno que nos visitan», les habría planteado.

Sin más rodeos, los europeos plantearon su intención de hablar de negocios.

-«Ah, qué bien, pues vénganse, vamos a una noche mexicana y ahí me platican, ¿va?». Esta, sería la respuesta de quien hoy debe contempla aturdida aquella, tal vez la peor decisión tomada en su carrera de promotora de Tlaxcala.

Los inversionistas esperaban una gran mesa, donde el gobernador, interesado por su estratega de negocios lo sentase a presumir las ventajas del estado, con datos duros y condiciones competitivas, vamos, con la firme intención de interesarlos para no buscar más alternativas.

En eso consiste la sensibilidad que se busca en un secretario de gabinete.

Así que se retiraron. Ganas de ir a una noche mexicana no traían. Los agobiaban los millones de euros sobre sus espaldas, dispuestos a crear lo que un año después es una realidad en San José Chiapa, Puebla.

Visitaron otros estados. En Hidalgo, la recepción fue inigualable, pero los convencieron las condiciones ofrecidas por Rafael Moreno Valle Rosas, el gobernador de Puebla.

Otras oportunidades de ese talante no se dan en maceta.

El cinco de septiembre anterior, el presidente Felipe Calderón Hinojosa, anunció la instalación de la nueva planta de Audi en Puebla, que generará 20 mil empleos temporales y 10 mil permanentes en beneficio de las familias mexicanas, dijo el mandatario. (http://youtu.be/yawKe3ozPj8)

El oficio político de Moreno Valle fue más allá. Dio a Calderón la oportunidad de anunciar esa mega inversión. Y él, nada más se dejó querer.