Aún así se nota la cohesión albiazul en un marco de la más importante selección de los mejores hombres y mujeres para la intermedia. ** La inminente revolución en el PRI. *** Código rojo, ¿macabro hallazgo en Palacio?

Lo menos malito del PAN resultó ser Rolando Romero López, el flamante secretario general (pues ni modo que lo fuese el ladino José Félix Solís) que, visto con buenos ojos resulta algo así como la reunificación de ese partido, obligado a cohesionarse ante la tremenda oportunidad de dejar el sótano en el que el chepinismo los dejó y el adrianismo los remachó.

Rolando, de un gris tan intenso no ha dejado sin embargo, de ser el compadre de Héctor Ortiz y su corriente que, a fin de cuentas conservaron la franquicia y además invadieron a Convergencia, ambos con registro nacional.

Ahí no para la cosa. El célebre Partido Alianza Ciudadana (PAC) y otras formas de chiquillada resultaron el cociente de la tonta división, cuyo gran producto cuenta ya con credencial de senadora, aun después de los raspones ocasionados por el rechazo de una militancia harta de los aiga sido en el marco de la operación suicidio, insisto en el contexto de conservar para doña Adri la posición política más importante de su vida.

Vuelto a armar el engranaje lo que procede es un concienzudo listado de cuartos bates orticistas y destacados valores albiazules conservando el patrimonio doctrinario y dejando lo que sobre para los contados adrianistas, sabedores que el estigma lo han de ir eliminando en la medida que el reacomodo se los permita.

Helo ahí, un PAN que ha podido sobrevivir a  los atropellos de Calderón, cuyas purépechas necedades lo mandaron local y nacionalmente a la tercera fuerza (y si no fuera por las porras de un digno senador: Alonso Lujambio, lidiando estoicamente el combate de su vida, de plano la imagen Presidencial seguiría cuesta abajo).

Bueno, el PAN tlaxcalteca cura sus heridas y en sociedad con el orticismo se apresta a la delicada selección de sus mejores hombres y mujeres para enviarlos con el ánimo muy alto, a intentar la hombrada de arrebatar posiciones tricolores donde la alarma contra incendios se ha activado (Calpulalpan, Chiautempan, Zacaltelco, Tlaxcala, Huamantla), a cuyos alcaldes les tocó remar contracorriente, ya sea por no ser bien vistos por el tiaxca o, porque le ponen unas ganas oiga usted… como verdaderos kamicases, nada más que suelen causar destrucción en sus propios terrenos partidarios.

La revolución del Revolucionario

Los de enfrente están todavía en shock; quebrados, inermes y sin brújula.

Salvo casos muy sonados y ventajosos, como el de Ubaldo Velasco Hernández, en pos del municipio apizaquense, no alcanzan a ver la forma de ser competitivos, pues les tocó bailar con la más fea. Perder-perder, y después de ese castigo, todavía esperar los fuetazos de su patrón.

Así que nada más podrá salvarlos una decisión muy de arriba.

¿De quién?, pues de Enrique Peña Nieto, el inevitable presidente, tan cuestionado como efectivo en su operación. Autor del infalible estilo con creación en el Estado de México.

Esa tabla tricolor de salvación para la militancia tlaxcalteca opera ya tras los devastadores resultados del pasado uno de julio.

Personajes que aún conservan la hiel tras el frentazo en la elección no perdieron el tiempo en lamentos, acudieron al llamado del Peña-team, cuyo también infalible poder tras el trono, usted sabe: Luis Videgaray, no ha de dejar títere con cabeza, cuando se trate de plazas perdidas en circunstancias harto sospechosas (sobre todo cuando danzaron los millones).

Usted sabe como se las gastan. No se les va una.

Decíamos, esa revolución tricolor ha de demorar el mismo tiempo que tarden los que no pudieron con el paquete, en darse cuenta que una vez llegado el partidazo al poder, acabaron los perdones tras el registro de pifias como la que usted y su servilleta conocemos.

Código Rojo

Aun cuando se trata de información no confirmada, el presunto hallazgo de dos cabezas humanas en el sitio más vigilado de la entidad, nos hablaría de la tremenda crisis en que poco a poco nos hemos sumido.

Jamás haríamos eco a una situación tan delicada, mas en redes sociales este dato crece y crece.

Dios nos libre.