Desde madrugar al municipio hasta tapar como los gatos los cansados protocolos de la roña Adriana para ahuyentar las inversiones, todo eso contuvo la gran historia del próximo emporio comercial

La emoción de las nuevas inversiones que tienen como destino a Apizaco endereza jorobados, alisa cacarizos y hasta cura viejas heridas contraídas en elecciones pasadas (2004).

Y créame que vale la pena.

Dos puntos estratégicos de la Ciudad Modelo van a dar un nuevo rostro a este portento de centro comercial, geográfico, de grilla, ah… y tierra que vio nacer al gober.

Hacia el oritente: La Ciénega, un vasto predio bordeado por la carretera 136, justo a la salida a Huamantla, y la vía del tren y, hasta un pasado ecológico que en manos de autoridades menos emocionadas por el promisorio futuro sería cuna de especies en extinción.

Aunque eso sí, con un subsuelo castigado por las descargas de la planta productora de químicos Rohm & Hass, una de las 221 firmas asentadas en 24 municipios tlaxcaltecas, como legado de aquél histórico crecimiento logrado cuando nuestro estado era castigado por la más extrema pobreza y falta de empleos, allá por la época de don Emilio Sánchez Piedras.

Pero hasta esos inconvenientes se pueden superar cuando hay personajes dispuestos a involucrar sus propias empresas (curioso verdad, dentro y fuera del gobierno) como según nuestras fuentes ocurre con un señor, creo que de apellido Lima, pero eso sí muy activo en la Secretaría de Obras, así como para cobrar 75 mil pesos por un estudio se subsuelo que llenase los requisitos para que el gobierno federal cambiara de la tradicional oposición de instancias como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y desde luego su cabeza de sector, la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnap).

Nos dicen que tras una larga gestión el Grupo Mouriño consiguió el beneplácito oficial para poder erigir en ese terreno un portento de centro comercial, para arrendarlo al poderoso Grupo Chedrahui.

Y para conseguir ese visto bueno danzaron los miles. Cuentan que aquél funcionario que le platico condicionó la entrega hasta de 250 mil pesos para otorgar el necesario dictamen que a la postre significaría el alisamiento de un camino bien hoyudo.

Ah, pero su jefe inmediato también sacó tajada. Al grado de pedir su correspondiente rebanada de pastel… algo así como la adjudicación de la mitad de la construcción de dicho complejo.

Y hasta salieron a relucir nombres de las constructoras de moda: Equipo Pesado S.A., que por gracia del santísimo señor de los negocios tiene una relación con la descendencia del constructor del sexenio.

Romano sería el estilo con el cual se planean los nuevos negocios, rebosantes de ingresos y un monte alegre como testigo centinela muy al modo del Cuatlapanga (inche jueguito de palabras para citar el nombre del mero chipocles en la Secoduvi).

¡Ya caigo!

Con razón las chirriscas visitas del apizaquense más distinguido.

Se trata del olfato más fino para detectar el nego.

Al anterior alcalde, Alex Ortiz, le habían dado con la puerta en la singular nariz. Federales y estatales vieron serios inconvenientes tras la venta de la Ciénega hecha por el hoy alegre vendedor de lámparas.

Mas el progreso es inevitable. Y la modernización de Apizaco también ha consistido en nuevas y mejores gestiones, al grado que la política para facilitar la apertura de nuevos negocios dejó atrás los obstáculos y, licencia de construcción en mano (con todo el expediente necesario para hacerla una realidad) fue posible dibujar una sonrisa en los labios de los Mouriño (muy a pesar de las tajadotas exigidas por Romano).

¿De ello qué resultó?

El anuncio de una de las inversiones más importantes en el centro del estado, con la creación de cientos de nuevos empleos y el nuevo rostro de un emporio comercial en que se ha convertido la otrora nostálgica comunidad forjada por ferrocarrileros, sede de uno de los templos cuya perfección es reconocida en el mundo entero.

A propósito de los bellos ferrocarriles y sus talleres, «derivado de las gestiones del Gobernador Mariano González Zarur para detonar el desarrollo de la entidad», una inversión más está en puerta.

El entrecomillado de las gestiones de Mariano, obedece a destacar aquella política de agilización para instalar nuevas empresas. Claro, hablamos de una estrategia muy efectiva, pero de carácter municipal.

Se lo digo porque ha usted de saber que los empresarios de City Express, el hotel que construirá cien cuartos en el amplísimo predio que albergó los talleres del extinto Ferronales, ya estaba hasta la coronilla por las trabas impuestas por la funcionaria con más millas acumuladas (hoy ataviada muy al estilo de las chamacas de macdonald’s, aunque con muchas millas, decíamos, en el odómetro).

Así que un buen día, desesperados por los protocolos de roña Adriana (je), encabezados por Federico Muñoz (de la inmobiliaria A5) buscaron alternativas para canalizar sus 110 millones… y qué creé: las hallaron.

La verdad no cualquiera tiene la capacidad económica para comprar a Ferrosur los miles y miles de metros cuadrados de vías, terminales, talleres, andenes y todo ese legado pletórico de recuerdos de lo que inexplicablemente desapareció: el ferrocarril.

Y cuando te encuentras con un estorbo de la talla de la seño de Sedeco, pues tienes que ver cómo le haces para superar esa prueba.

Digamos que los de Apizaco rescataron la inversión sometida a la dilación de la roña Adri.

Y la víspera de darlo a conocer, ándale la Sedeco se puso activa, ahí sí la vimos trabajando y la van boletinando como gestión propia, bueno para ser más precisos lo difudieron así: «derivado de las gestiones del Gobernador Mariano González Zarur para detonar el desarrollo de la entidad».

Mandaron a traer al secretario de los cuentos, digo al de turismo… el delicado mister Mena Rodríguez para difundir en la radio local y por todos los medios que les dieran chance el asunto de la llegada de City Express y Macdonalds y un montón de fanquicias para lograr un concepto muy europeo, sin grandes almacenes pero eso sí, muy a modo para ir a tomar el cafecito y a gastar el aguinaldo.

Total… todo sea porque las inversiones no se vayan.

Nada más hay que tomar en cuenta las tremendas lajas en que se han convertido instancias como Secoduvi y Sedeco.

La buena intención de Mariano, hombre pues es de aplaudir. Los millones gastados en viajes internacionales y los cuentos chinos (japoneses y alemanes) que nos dicen, deberían guardarse para momentos de jauja, y esos honestamente no los tenemos. Al contrario, andamos bajísimos en la creación de empleos, al grado que las estadísticas de las plazas logradas pueden compararse con aquellas conseguidas en la temporada esa de la influenza ó para ser precisos, como dice la maistra Elbita el virus A-H-D-R-Z-1-23-55 X-Y-Z.

Enhorabuena al ombligo del estado por las buenas noticias.
Globalización deportiva

¿¡Quién sería el junior que pagó 60 mil pesos por una entrada a el estadio de Wembley para ver la final entre México y Brasil!?

Digo, hay que tomar en cuenta los pasajes, los de los cuates, las cervezotas, las cuentas en los restaurantes londinenses y todo lo que acontece cuando cruza uno el charco para ver a la oncena del Flaco Tena darle un baile a la selección carioca.

Y la última pregunta ¿¡De quién es la empresa constructora que ya trabaja en la edificación de Ciudad Judicial en el municipio de Apizaco!?.

Ojalá la señorita transparencia nos responda.