Casi nada, el candidato del tricolor al senado, Joaquín Cisneros, se fue al extranjero a pasar la semana santa, confiado en los resultados que obtenga Peña Nieto y en lo que logre su compañera de fórmula, Anabel… en el PAN, las cosas muy interesantes con Adriana y Héctor.

Según trascendió en el cuartel general albiazul, la visita de Josefina Vázquez Mota, mañana a la plaza de toros de Apizaco, mostrará la cara organizada de la moneda, cuidando con esmero que no se repitan errores de logística, como aquél que provocó el conflictivo arranque de campaña en el Estadio Azul en la Ciudad de México.

Los perredistas andan en las mismas, preparando un acto multitudinario al candidato de las Izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, para el próximo miércoles. Entonces habremos de ver si la oferta del senador Alfonso Sánchez Anaya, ni más ni menos que 48 mil promotores en todo el territorio estatal, dispone de una buena parte de ellos para hacer cálida la recepción al tabasqueño.

Se supone que Enrique Peña Nieto, habría confirmado una gira por Calpulalpan para mañana martes diez de abril. Sin embargo la dirigencia del PRI ni lo ha anunciado y mucho menos convocado a la creciente red de mujeres promotoras del popular ex mandatario mexiquense, lo que nos lleva a pensar que dicha visita fue pospuesta o de plano cancelada.

Lo interesante en la visita de los presidenciables a Tlaxcala, es el nivel alcanzado por cada uno.

Prácticamente aquí reanudan su proselitismo tras realizar algún tipo de ajuste, o como en el caso de AMLO, de disponer de los días santos para tomar un descanso.

Plaza llena en Apizaco

Josefina Vázquez Mota intentará en Tlaxcala recuperar la efectiva imagen entre sencilla y estética, con la cual dejó atrás a Cordero y Creel, en la lucha interna ganada con singular facilidad.

Llevaba un buen ritmo rumbo a la campaña formal, pero sencillamente no pudo cargar con todo el peso que significa competir contra un Peña Nieto, en cuyas apariciones hoy se cuidan todos los detalles a fin de impedir una nueva pifia, como el pésimo recuerdo de su nula afición a la lectura.

Josefina, por ejemplo, cambió el tono de su voz.

Y de aquella panista segura de sí que infundía confianza, cambió por ejemplo el tono de su voz, a uno más bajo, que la exhibía ronca, lenta y con demasiados esfuerzos para poder expresarse.

He aquí donde irrumpen Juan Molinar Horcasitas y Raún Gimenez, ex director del IMSS y responsable del área de opinión pública de la Presidencia, enviados ambos por Calderón para sumar su conocimiento al entorno de confrontación en que devino la campaña por sí.

Nadie mejor que el senador Guillermo Anaya –quien perdió la elección al gobierno de Coahuila- para elaborar un recuento constructivo de errores, sin caer en la esquizofrenia, como la mostrada con Karla Garduño, la titular de prensa que resultó la parte más delgada de un hilo que reventó tras el anuncio de la visita a «Tlazcala».

Parece que la voz de Chepina que presagia el aliviane en su campaña es la siguiente: «A mí nadie me impone nada ni a nadie; estoy en completa libertad y con absoluta autonomía».

O sea, hay que entender el origen y las condiciones en que fue dicho.

Calderón lo detectó y no dudó en enviar artilleros. A la Vázquez Mota hay que aplicarle la psicología inversa.

Lo veremos mañana en la Plaza Rodolfo Rodríguez «El Pana», donde recibirá a Josefina un grupo… extraordinario de abanderados.

Los candidatos al Senado, por ejemplo, parecen atravesar por una tregua tras la inolvidable chamaqueada que Adriana Dávila, asestó a Héctor Ortiz, en aquella votación interna para definir el orden de la fórmula.

Hoy, el ex mandatario ha tenido que bregar redoblando actos de proseltismo y hasta rebasando el nivel de popularidad de la Dávila, quien por su parte dispone del nervio orticista a causa de la persecución emprendida en su contra por el gobernador Mariano González Zarur, para aguardar plácidamente resultados positivos de parte de su compañero candidato… no se puede dar el lujo de perder.

Y qué pasa en el PRI

Algo parecido, porque el número uno de la fórmula al Senado dejaría a Tlaxcala y al país, para ir a descansar (de qué) al extranjero, creo que a España.

Joaquín Cisneros confía en el trabajo de su compañera de fórmula, Anabel Ávalos Zempoalteca, para quien no existe descanso desde el día en que obtuvo de su partido la rifa del tigre.

El añoso priísta también confía en los resultados electorales que alcance el candidato a la Presidencia, Enrique Peña Nieto. Así que vive una intensa temporada vacacional, aun dentro de la entidad, donde hace como que pide el voto, pero caray, se cansa muy rápido.

A lo mejor tiene razón. Eso de que Mariano le haya impuesto a su cuñado Fernando León, como suplente, no es sino el anuncio a Joaquín para mantener listas las maletas a lado del rimbombante y eventual título de senador.

¿Senador por cuánto tiempo?, ¿tres años, un año?, ¿Acaso un día enfermará y hará pública su decisión del retiro a través de uno de los geniales boletines de prensa en los cuales se hace a un lado, procurando el reflector para León Nava?

Ni mandado a hacer para Lorena

Aunque ignora cuántos promotores efectivos de las izquierdas hay en Tlaxcala, su entusiasmo por seguirle dando al tío es elocuente.

Lorena Cuéllar asegura que con 150 mil votos gana.

Bueno, si lo dicho hace unos días por el senador Alfonso Sánchez Anaya es cierto por lo menos a la mitad, el triunfo de la Cuéllar está a la vuelta de la esquina.

Hay 48 mil promotores de AMLO en Tlaxcala.

Claro, ahora Lorena habrá de ganar la voluntad de ASA. Y no le va a costar trabajo.

Porque hoy no se trata nada más de lograr buenos resultados en la urna, sino de destruir al tío Joaquín, longevo obstáculo rumbo a la gubernatura.

Y no lo puede hacer sola.

Tiene que aliarse con quien otrora fue su más abierto enemigo político: Alfonso Sánchez Anaya.