El palomeo realizado por Mariano a los cinco militantes que hoy se convierten en candidatos no fue cosa sencilla… Implicó verlos en perspectiva y adivinar sus movimientos en el mediano y largo plazos, con miras a que algún día les dejará el poder.

Tras meses de preparación, hiel y planes de largo plazo, hoy formalizan su candidatura las cartas del PRI al Congreso de la Unión. Joaquín Cisneros Fernández, Anabel Ávalos Zempoalteca, Guadalupe Sánchez Satiago, Enrique Padilla Sánchez y Emilio Minor Molina, protestarán hoy ante el PRI y ante su superior, Mariano González Zarur.

En este grupo, por lo menos tres están en condiciones de recibir la estafeta de manos de quien dice hacer méritos para ser recordado como el mejor gobernador de Tlaxcala:

Joaquín Cisneros.- el septuagenario con ímpetus de tostón, no quita el dedo del renglón para revivir aquello de, “gobernador a la mano”. Quizás es el más confiado de los marianistas en obtener el triunfo este primero de julio pese, al elevado nivel de rechazo popular debido a dos causas: la insistencia de seguir siendo, aunque ya tuvo su oportunidad y, la disputa con su propia sangre, o sea con Lorena Cuéllar Cisneros, como si una senaduría fuese la propiedad o el trofeo que falta a su arrogancia para sentir una relativa satisfacción.

Anabel Ávalos Zempoalteca.- Logró reponerse del viacrucis en que se convirtió el haber conformado al equipo original de Mariano. Blanco de personajes que tomaron la medida al mandatario, la Ávalos mostraría coraje al renunciar a la Secretaría de Gobierno y quedar en ceros. Al parecer González Zarur, reflexionaría al respecto y optaría por colocarla como motor a la pesada nave que carga con el tremendo peso de los años de Joaquín. La virtual candidata al Senado en segunda fórmula sería el elemento de bajo perfil con una amplia expectativa para un PRI que lucha por sacudirse la polilla y el polvo, producto de los años idos.

Enrique Padilla Sánchez.- Ha dejado correr la versión de ser el preferido de su tía Beatriz Paredes Rangel, para bregar ante el ánimo marianista de impedir el tan manoseado cambio generacional. De camaleónicas hechuras, hoy puede ser el orticista más acendrado y mañana, anudarse la corbata del marianismo, como si la relación fuese de toda la vida. Descuidado en su imagen y hasta en su higiene, no ha dudado en conformar una especie de team incondicional al cual ha procurado beneficiar durante su gestión al frente del Colegio de Bachilleres, por cierto en el que heredó conflictos laborales y una deuda de ocho millones de pesos, según la nueva dirección de dicho sistema.

Así que el palomeo hecho por el hacendado-gobernador no fue tan simple. Cada uno de los tres mencionados tiene un amplio significado en el capital y los planes del, “coordinador de los esfuerzos de todos”.

A esta trilogía, habría que sumar un elemento más, Marianito, cuya meteórica carrera política lo ha hecho a sus treinta y tantos años, uno cincuenta y tantos de estatura y noventa y tantos kilos de peso, un interesante paquete de largo plazo y seguro factor de negociación con quien llegue a suceder a Mariano.

Si como nini no daba una, hubo que ver al progenitor con poder. De miembro del Consejo Político Nacional (CPN) a coordinador estatal de Enrique Peña Nieto en menos de seis meses, es el indicativo que el estado de Tlaxcala sí progresa, aunque no en temas que interesen a las mayorías.

El estilo actual es manipular el recurso público para tener logros concretos y tangibles que aseguren la economía de esta y varias generaciones de su familia.

Ya entiendo esa especie de congelamiento en el desempeño del estado, para contar por aquí y por allá lo poquito que se ha hecho para apuntalar al estado.

La médula de esas interminables giras ni siquiera ha de ser motivo de comentarios. Se limita a demostrar con arrogancia libanesa la mejor forma de utilizar a un pueblo para hacer fortuna.

No sé porqué a políticos de Tlaxcala de última generación (¿?) les ha dado por poner a sus seres queridos en el camino del poder.

Sánchez Anaya lo hizo con su esposa Maricarmen. Héctor Ortiz, con su hermano Serafín. Y ahora Mariano, nos da un gran ejemplo respecto a lo que en política significa ser un buen padre.

Y hay que aclarar. Los dos intentos anteriores fueron fallidos. Pero el criador de ganado bravo ha tenido sonoros éxitos respecto al aseguramiento del porvenir de su criatura. Consejero nacional y coordinador de la campaña de Peña Nieto – para muchos seguro sucesor de Calderón- nos habla de un papá preocupado porque su hijo hubiera sido un inútil, y en cuanto pudo lo colocó en la senda del triunfo.

Entonces equivocó la profesión. Debería dedicarse a dar conferencias a los papás malos que abandonan a sus hijos, sobre todo cuando ya maduraron y no dan una… esta sería el maravilloso contenido del Tratado para hacer alguien de la nada en que resultó el chavo (Editorial RIP).

¿Qué pasara en las reuniones nacionales?

Era de esperarse la desconfianza con la cual ve la mayoría de coordinadores de la campaña de EPN al jovenazo tlaxcalteca que, sin carrera y sin currículum llegó a sumarse.

No crea usted que estén tan contentos con el propio candidato debido a su hambre de conocimiento y sobredad de lectura, pero ya les cayó el veinte respecto a la pantomima que hoy hacen los chavos, manejados por los viejos grillos, sedientos de poder y escondidos tras las obscuras cortinas de terciopelo, a través de las cuales alcanzan a calcular lo necesario para seguir, agazapados, con sus planes de dominación.