Era el vínculo entre la deteriorada relación entre Mariano González Zarur y Beatriz Paredes Rangel. Con sus acciones tuvo que destruir el poco afecto de Mariano hacia la ex gobernadora y así, acabó con la única posición de esta en el marianismo.


Tres semanas duró a Enrique Padilla Sánchez, olvidarse de varios pendientes dejados en el Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (Cobat), no solo en temas académicos –donde las contrataciones arbitrarias del pasado nada más cambiaron de nombre- sino en la relación gremial, respecto a la cual esperaba más tiempo en la acción evasiva que le permitió esfumarse sintiéndose a salvo del emplazamiento a huelga.

La justicia federal falló a favor del Sindicato Independiente de Trabajadores del Cobat (Sitacobat). Y la papa caliente se reservó a una institución acéfala que, dado el enfrentamiento entre grupos (marianismo-orticismo) parece ir a un inminente paro.

¿Cómo hará la autoridad para superar este conflicto?, ¿acaso por la vía de la violencia?

Un eventual error de operación en este contexto es lo que esperarían los trabajadores sindicalizados para vender caro el retorno a la sana relación institución-sindicato.

La negociación, una de las acciones que menos alienta la actual administración será la única alternativa. Y el papel de quien hoy detenta un visible avance en el proselitismo en busca de la diputación federal por el segundo distrito electoral quedará confirmado como la amañada estancia en la principal oficina de la institución, sabiendo de antemano que fallaría a quien le otorgó la oportunidad de encabezarla.

Si el Cobat fue una especie de tregua en el vínculo entre el gobernador Mariano González Zarur y Beatriz Paredes Rangel, a través de Padilla, hoy esa causa común obliga al primero a pagar los platos rotos, y a la ex gobernadora a considerar perdida una de las escasas posiciones en el actual régimen, que desconoció el pacto original con su otro aliado, Alfonso Sánchez Anaya, para entregarla a la señora su cónyuge, Maricarmen Ramírez García, quien desde el inicio de la administración observa estos acontecimientos con la frustración de no formar parte de los principales niveles, limitada a ocupar la dirección del plantel del Colegío de Bachilleres en Apizaco.

¿Quién es el guapo o la guapa que se anima a enfrentar la papa caliente dejada por Padilla?

El efecto Peña Nieto a estas alturas

Y es el ex director del Cobat, uno de los principales beneficiarios de la fuerza Peña Nieto, en la etapa preparatoria a la campaña en pleno. Al igual que sus colegas Guadalupe Sánchez Santiago en el primer distrito y Emilio Minor Molina, en el segundo, la popularidad alcanzada por el formidable lector (a medias) de la Biblia (pero nada más en la adolescencia, y algunos pasajes).

De hecho, en estos momentos el segundo distrito parecería ser el único seguro para el PRI según encuestas del partido, cuya dirigencia no deja de presionar a la hija de don Emilio Sánchez Piedras, para sustituir linaje por triples jornadas, pues una segunda derrota como le ocurrió hace dos contiendas, solo demostraría su apego a las ganancias fáciles, sin inversión económica y humana.

La chica fresa del PRI ha tenido que despojarse del asquito que le daba saludar a la perrada, sabedora que su enemigo a vencer es el chepinista Humberto Alba Lagunas, a quien sólo una tragedia podría frenar en su paso firme rumbo a julio.

El caso de Emilio Minor, en el tercer distrito es distinto. Parece aprovechar el bajo perfil tanto en el discurso como en su autopromoción, tratando de robar cámara a la panista de nuevo cuño Minerva Hernández Ramos, para la cual el factor perredista Edilberto Algredo Jaramillo, significa un plato de papas a la francesa.

Senado, riesgo de ruptura en el PRD

De lo más reciente trascendido en las izquierdas, la eventual imposición de Lorena Cuéllar Cisneros como candidata de Morena al senado de la República, plantea un grave rompimiento en el perredismo tlaxcalteca, al grado que ya surgieron versiones en el sentido de abandonar la fórmula a la suerte de Lorena y de la petista de reciente ingreso, Martha Palafox Gutiérrez, a ver cómo se las arreglan sin grupos, tribus y liderazgos.

Atribuyen a las prisas de la Cuéllar la descomposición en el partido al que irrumpió. De no haber adelantado vísperas y permitido que Manuel Camacho Solís, la presentara en la ciudad de México, como inminente abanderada de Morena al senado, el haber aguardado un par de días le habría significado el arribo a las izquierdas en condiciones inmejorables.

Ni era tan popular, y mucho menos los desplazados le conformarían un comité de recepción, pues su llegada se debe al rechazo tricolor y no a la militancia.

Si Lorena y Palafox llegasen a conformar la propuesta de Morena al senado viene lo bueno: el financiamiento. ¿Quién dice yo para convertirse en patrocinador de esta dupla? Y no hablamos de minucias… se necesitan millones –entre quince y veinte según cálculos conservadores- para dar vida a este proyecto amorfo y falto de energía, a causa del desencanto que significó la tan comentada irrupción.

En San Miguel La Presa

Es impresionante el despliegue ocasionado a solicitud de la procuraduría local, para traer desde costas del Pacífico mexicano la barcasa operada por la Secretaría de Marina, con la cual se realiza la penosa búsqueda de los restos de la menor, Itzel Vázquez Ríos, de quien sus familiares sospechan que fue arrojada a este cuerpo de agua.

Plagiada desde 2009, Itzel (de 13 años) se convirtió en el más añorado deseo de localización por parte de familiares y amigos. Sabedores que el éxito en las labores de búsqueda sólo confirmarían la mala noticia, por lo menos acabar con la incertidumbre es una causa de la que nos hacemos humildes partícipes.

Nuestra solidaridad para la devastada mamá de Itzel, incansable motor de búsqueda que no conoce el descanso desde aquél fatídico día en que desapareció su pequeña. Y enhorabuena por las autoridades que con el traslado de la draga desde Chiapas, no han escatimado recursos para dar un poco de alivio.