Lleva el record de fracasos legales en perjuicio de un mandatario excesivamente confiado en los limitados alcances de quien se esfuerza, le echa ganas, pero… ya ve usted…

¿Qué afectará más al secretario de la Función Pública, Hugo René Temoltzin Carreto: el pitorreo que de él hace Héctor Ortiz, la petición del diputado panista Adolfo Escobar Jardínez, para su comparecencia, o la discreta respuesta del vocal del Instituto Federal Electoral, Marcos Rodríguez del Castillo, tras recibir la misiva marianista cuyo contenido es la inhabilitación del ex gobernador?

Creo que la institucional, pero clara respuesta de Rodríguez del Castillo, volvió a exhibir la desesperación de los subordinados marianistas para llevar la verdad a medias dicha a su patrón, hasta las últimas consecuencias, así sean ellas su misma destrucción.

Y esta consistió en: “… bueno, pues primero que su partido lo registre”.

De qué otra forma podía responder a aquello de: “nos vemos obligados a notificar al vocal ejecutivo del Instituto Federal Electoral sobre la resolución del acuerdo”.

Es un dato no pedido y descontextualizado en tiempo y lugar. Confirma el involucramiento de un alto funcionario estatal en el terreno político, precisamente el ámbito del cual más debería guardar sana distancia.

Y no queda más que preguntarnos: cómo el gobernador González Zarur, confía semejante tema a un extraño estratega suyo, notorio por su desatino y con un rol protagónico en una especie de cinta chafa donde el poderoso y lego patrón confía en el arte locuaz de su escribano… y acaricia su tupido bigote tras acomodarse la tejana, no le aunque los reveses –uno tras otro- que recibe del tribunal de su conciencia.

Mariano devalúa su figura porque odia pagar a la gente que sí sabe. Y teniendo en sus manos lo suficiente para lograr la hombrada de poner a Ortiz tras las rejas, vuelve a depender del calvo jardín, del cual solo brotan cactáceas.

Y veo a mi patria chica montada en el tablón de las necedades, a la voz –marianista, of curse- de, “al quien disgusten las coles, que le recopetíen el plato” (o sea… sigan creticando a mis esclavos preferidos que, entre más me los señalen, más cerca los he de tener… nomás por llevarles la contraria).

Por eso surgen marianismos de antología: “cómo le voy a decir mis estrategias contra el crimen… es como confesarle mis pecados y usted no es sacerdote…” ¡hágame el favor!

Si Mariano no fuera tan apuesto (ejem), si lo acompañara una gracia como la de Laureano (el galán de doña Paz, de la maravillosa serie los Polivoces), estas locuacidades respaldarían al gran humor del político-ranchero cuya exquisita ignorancia, a veces contarían con desenlaces a su favor.

Mas haber nacido en 1949 tiene ya sus consecuencias.

Y son parecidas al genio y figura de Tulio Hernández Gómez, quien de creador de frases célebres en sus mejores tiempos acabó perdiendo la razón, según lo confiesan sus íntimos, a quienes sus actuales ofensas ya no causan la gracia de aquél sesudo estilo de ejercer… con saliva y pulque.

Charola de plata

Hubo que ver a Héctor Ortiz en compañía de Juanito Méndez, en el portal grande de Tlaxcala (por cierto con tremendo aunque discreto aparato de seguridad) contestando preguntas a la prensa, desbordando su sarcasmo en la humanidad del titular de la Función Pública, pero eso sí, empacando varios platos de enchiladas, acompañadas por lo que a él le resulta el delicioso ingrediente de la ignorancia del régimen mariano.

Con el de ayer, ya son dos los desafíos en plena capital de Tlaxcala (la primera constó de un: les faltan pantalones…) y a la luz de un día hábil, pleno de gente, reporteros y turistas.

Una más de estas y la figura libanesa-apizaquense no podrá detener su caída libre porque un gordito y nada agraciado académico se encargó de propiciarla en la mismísma víspera de medirse internamente en su partido con otra torre de ignorancia (pero eso es harina de otro costal).

Lo del domingo

Tal vez esa torre de la que hablábamos aquí arriba, no perciba su cercanía con el precipicio del que escasos pero valiosos puntos le deparan una más, historia aciaga contra todo pronóstico de la crisis calderonista ficticia… cuando el desaire a Ernesto Cordero, por cierto, de los primeros en la lista pluri, a la cual esta muchacha se empeñó en apuntarse.

Y seguro va a ganar el (o la) mejor.

Porque ahora, los electrodomésticos y los Rotoplas ya no impresionan a los pobres, como tampoco se dan a diestra y siniestra como antaño, cuando cualquiera ponía cara linda a los tipos esos que hacían campaña tirando el dinero pese a estos tiempos de escasez.

Hoy, esta es una especialización.

Para ser mapache, debe contarse con muchos talentos y no nada más el de actuar como buena gente ante la espantosa y creciente pobreza. Como suele ocurrir con los miembros del crimen organizado (¿a pues qué estos no lo son?) hoy se manejan estadísticas que muestran el rendimiento. Y a la falta de esta… para afuera.