Esta fecha puede marcar el fin del régimen de la misoginia… es el día de la mujer mexicana, parte fundamental para resarcir el tejido social, frase tan llevada y traída por el gobernador Mariano González Zarur, desde el inicio de su gestión.

Desde 1960 se celebra el 15 de febrero  el día de la mujer mexicana, a iniciativa de la periodista y dramaturga Maruxa Vilalta. Es tanto lo que se tiene que reconocer a las mexicanas que la fecha no puede pasar inadvertida.

Aquí en Tlaxcala, una mujer calpulalpense llega hoy al Instituto Estatal de la Mujer. Eréndira Cova, una priísta de hueso colorado, aunque frustrada en su intento por hacerse con la candidatura a diputada federal por el tercer distrito, fue nombrada por el gobernador Mariano González Zarur, como directora de aquél organismo, de cuyo actuar poco se conoce en esta administración, salvo el mediano papel de Guadalupe Sánchez Santiago al frente del mismo.

La hija de don Emilio Sánchez Piedras dejó la dirección del IEM, y uno no deja de sorprenderse de ciertos detalles que tuvo al ser nombrada por su ex cuñado en esta importante responsabilidad. Lo primero que se cuestionó es, ¿y aquí qué se hace?

Nada más se reconoce el esfuerzo del ama de casa, la profesionista, la política, en el desempeño del estado. Son ellas el pilar de la familia y ciertamente dueñas de una pócima mágica que lo mismo hace rendir los raquíticos ingresos que infunde dignidad a su compañero e hijos.

Claro, una personalidad de la talla de la Sánchez Santiago, habrá pensado en fiestas de caché o grandes eventos –como el concierto de Plácido Domingo- así como para justificar giras con la causa del género y la generosa recepción de aquellas que, pese al olvido en que se encuentran siguen creyendo en sus representantes.

Creo justo que con la llegada de Eréndira Cova Brindis, a las tlaxcaltecas se les dote con el IEM, del organismo por el que puede iniciar con el pie derecho aquél resarcimiento del tejido social, tan mencionado por el hoy gobernador en su discurso original.

Y el reconocimiento a la mujer tlaxcalteca podría tener una formidable causa, por ejemplo elevando el acoso laboral a delito castigado con mano dura.

Pero el tema fundamental sigue siendo la trata de personas. Y el corredor sexual de la Gran Vía, renace en cuanto los medios de comunicación dejan de insistir en la falta de cumplimiento de las autoridades federales y estatales para erradicar a los proxenetas que, en colusión con aquellos servidores públicos, aprietan en cuanto notan el descuido, natural o inducido de quienes deberían destinar guardias permanentes al combate de esas actividades.

Como puede usted ver, el paquete otorgado a Eréndira es vasto.

Y por principio de cuentas habrá de deslindar su quehacer en la administración pública de aquella operación de las bodegas tricolores con muebles y productos de los cuales se insiste en un reparto selectivo, con todo y el compromiso de credenciales de elector, como parte de la cínica y anquilosada maniobra para sumar sufragios a los abanderados de ese partido.

Es un importante desafío el de la calpulalpense. Ojalá no sea su inclusión en el gabinete la suma de un elemento nocivo al género que, va mucho más allá del logro efímero y barato previo a una elección como la que se avecina.

Tomasito Munive, la derrota contra la ignorancia

Según el secretario de Educación Pública de Tlaxcala, Tomás Munive Osorno, el lugar 27 que ocupamos en el escenario nacional respecto al rendimiento en la educación básica, no tendría por qué ser un delito si estamos reconociendo nuestro pésimo posicionamiento.

Ignora los resultados de 34 programas educativos y no ha dudado en responsabilizar al personal encargado de impartirlos, como una de las primeras muestras de cansancio de la actual administración respecto a la luna de miel con las secciones 31 y 55 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Se supone que la relación sería cuidada con esmero, sin embargo las revelaciones del vetusto funcionario dibujan el hartazgo marianista hacia ese pozo sin fondo en que se cíclicamente se convierten los intereses magisteriales.

Recordemos la remoción de Miguel Ángel Islas Chío al inicio del régimen. Este funcionario, conocido sicario de Elba Esther, no objetó su salida de la SEPE-USET y, por el contrario alentó el urdimiento de la estrategia mediante el cual el magisterio optó por robustecer sus alcances políticos con el marianismo, aunque haya dejado de lado la esencia educativa a la que se deben.

Desde la remoción de Islas Chío, para el marianismo ha sido una complicada labor evitar el desbordamiento de los apetitos magisteriales.

Contrario a su papel intolerante, con el gremio se ha dedicado a ceder en toda cuanta petición le es presentada a través del sindicato. Al grado de romper violentamente su relación con la parte contraria al SNTE, el llamado Movimiento de Bases Magisteriales (MBM) cuyos integrantes, doblegados originalmente a través de la dádiva, recuperan fuerzas y se reagrupan al llamado de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Así que el boquiflojo Tomasito Munive no abrió la boca por casualidad.

Es un mensaje claro del gobierno a sus “aliados” los maestros institucionales respecto a la obligación que deberían asumir para aminorar la ignorancia en tanto peor enemiga de la juventud tlaxcalteca.

La súper estrategia de Arnulfo Arévalo

Como si fuera motivo de un indiscutible liderazgo, el líder estatal del PRI, Arnulfo Arévalo, destaca el presunto retorno de elementos priístas que simpatizaban con Lorena Cuéllar Cisneros.

Y con esa apertura de puertas a quienes actúan con marcado resentimiento, no al PRI sino a sus dirigentes, supone la conformación de una fuerza indestructible con miras a  la elección de julio, cuando podría estar enfrentando la llegada de un caballo de Troya atiborrado de operadores ávidos de información y movimientos para proveerlos a quien originalmente son leales.

Arévalo cree en el cambio de fondo en las personas. No sabe o, pretende hacerlo, que la gente cambia a penas partes micrométricas al cabo de miles de años. Esto señores, es una guerra de engaños que en otras latitudes confirman su relación directa con estrepitosos fracasos.

Para muestra la incrustación de elementos nocivos a los intereses de aquella campaña de Joaquín Cisneros, en 1998, cuando le fueron extraídos cientos de archivos por gente que curiosamente ocupó lugares estratégicos en la administración de Héctor Ortiz.

En Oaxaca, por ejemplo, Ulises Ruiz, abrió la puerta de su partido a ex priístas que habían abandonado el barco como los roedores hacen con el barco en pleno hundimiento. Y ya ve los resultados… la derrota fue simplemente escandalosa.

¡Bravo por Arévalo! (así se lo cantan sus adversarios)