Al parecer a la ex candidata al gobierno le falta callo para asistir a palenques donde corren grandes apuestas… hoy se adjudicó un triunfo interno, pero muy a la fuerza; veremos cómo le va el 19 de este mes, cuando se trate de defender la primera fórmula al Senado.


La representación personal de Héctor Ortiz, a través del alcalde apizaquense Orlando Santacruz, ante Josefina Vázquez Mota, permite ver las cartas con las cuales prepara la jugada –con todo su resto- para el diecinueve de este mes, cuando el PAN determine el orden de la fórmula al Senado.

Los cinco mil 711 votos a favor del ex secretario de Hacienda, logrados por el orticismo, parecen ser la primera parte de la estrategia: “perdiendo gano ante Calderón”… la cifra, nada despreciable ante los seis mil 613 votos del poder adrianista a favor de su repentino fervor chepinista, es la cartita enviada al Presidente, con uno de los indicativos más altos favorables al débil jovenazo, autor de la simpática mixtura: “Vicente Calderón”.

Cumplido el compromiso, la convocatoria está hecha para reiteradas reuniones en el búnker de Ixtulco, donde la maquinaria se afinará para el desafío mayúsculo de cuyo resultado depende que el ex mandatario cuente o no con fuero constitucional ante los apetitos insaciables del gobernador Mariano González Zarur, por verlo tras las rejas, como uno de los logros más deseados ante el avance inadvertido de su administración.

Ortiz no la tiene fácil. Encarar a Adriana y su infalible pase de lista a funcionarios federales con chamba en Tlaxcala, bajo la advertencia: “si no ganamos los corro”, es al día de hoy la tarea más difícil para remontarla a través de sus huestes, por cierto a penas reponiéndose del jalón de patillas que les dio su jefa original, Beatriz Paredes Rangel, determinada a hacer cuanto pueda para asegurar el triunfo de Enrique Peña Nieto, tras los atentos para augurarle éxito en su reto por conquistar el gobierno de la Ciudad de México, lo cual sería una verdadera proeza ante la vigencia perredista, más sólida que nunca.

He aquí el momento de activar la maniobra a la que llamaremos: “voto estratégico” de parte de un orticismo con dos encargos: en el corto plazo, apuntalar a su líder en lo local, aplicándose a fondo para ayudarlo a ganar la primera fórmula en el proceso panista y, en el mediano plazo –o sea el primero de julio- tener un poco más de libertad, sólo a la hora de elegir al próximo presidente de la República.

Esto, sin duda es la etapa de capacitación para afinar: “el voto diferenciado”.

En ello consiste buena parte de las elecciones de este nuevo siglo con los estilos vigentes en la entidad más pequeña del país.

¿La democracia interna en el PAN?

Bueno, ¿y quién aconsejó a ese partido abrir la puerta a estrategas venidos del PRI?

En el pecado llevan su penitencia.

Por eso a estas alturas podemos ser testigos de la tremenda grilla al interior del instituto político cuyos fundadores quedaría petrificados si vieran lo que hoy acontece.

Ya no son tiempos de amedrentar

Desesperado se ve el ex gobernador de Tlaxcala Héctor Israel Ortiz Ortiz cuando públicamente se dice difamado y demanda al articulista de e-consulta y de El Sol de Tlaxcala, José Vicente Sáiz Tejero, una rectificación a sus comentarios porque si no –amenaza- irá a las vías legales.

¿Qué dijo Sáiz que tanto enojó a Ortiz?

Que la inhabilitación dictada por el gobierno de Mariano contra Héctor Ortiz no se interpone con la pretensión electoral del indiciado ya que, en tanto no haya una sentencia dictada por juez competente por cualquiera de los delitos de peculado que se le han atribuido, el ex mandatario mantiene intactos sus derechos políticos…”.

¡Ah, caray!, ¿Y dónde está la difamación?

Si Ortiz Ortiz tanto presume ser abogado debería saber que, por donde le busque, no lo difaman.

Su reclamo, eso sí, suena a intolerancia y a una forma de querer “amordazar” a los periodistas que hablen de sus excesos como titular del Ejecutivo estatal y de su pleito casado con el gobernador Mariano González Zarur.

Ante estas amenazas, no  hay más que tener un gremio unificado porque si amedrenta Ortiz, cualquier otro panista y priísta lo hará. No hay que permitirlo.

Sánchez, Padilla y Minor

Este martes habrán de inscribirse como únicos precandidatos a diputados federales por el primero, segundo y tercer distritos, los priístas Guadalupe Sánchez Santiago, Enrique Padilla Sánchez y Emilio Minor Molina.

Los primeros dos cuentan con el adoctrinamiento beatricista, en tanto que el tercero representaría la apuesta del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.

Es curioso pero ninguno de los tres exalta el nombre del gobernador Mariano González Zarur, en tanto factor decisivo para su inscripción, con miras a la convención de delegados.

Tal vez no lo niegan, pero salvo Minor Molina, a Guadalupe y a Padilla se les nota la frialdad de quienes cuentan con otra bendición, que no la del sir comandant.

En el caso de la hija de Emilio Sánchez Piedras, su virtual candidatura obedece a deudas morales y golpes demoledores de quien en este momento se alzó como gran elector del PRI. La petición hecha por la viuda de Don Emilio retumbaría en la conciencia de quien tanto lo presume como su mentor.

Enrique Padilla, la frescura y el cinismo en persona se sabe protegido por Beatriz y así ha actuado lo mismo cobrando sin hacer gran cosa con Héctor Ortiz, que haciendo exactamente lo mismo con el gober-hacendado.

Emilio Minor se origina en un grupo pensante que, se sumó a Mariano con una sólida y pluripartidista combinación de liderazgos. Puede que sea el único realmente leal al gobernador y tal vez el único que reciba apoyo del gobierno para realizar su proselitismo.

Los otros dos, una por rica y el otro por ñero, han contado hasta ahora con el beneplácito del mandamás, pero en materia de respaldo económico, que vayan viendo de una vez cómo le hacen para financiarse.