Reúne Ortiz a cinco mil en su onomástico y los arenga a ir enjundiosos a la batalla electoral de 2012… en la otra esquina, el señor manchis, dueño de medio PRI se desvive por llevar la batuta a la hora de definir candidaturas; la tiene difícil.

El pasado 28 de julio, además de celebrar sesenta y un años de vida, el ex gobernador Héctor Ortiz Ortiz, dejó el soterramiento en el cual se encontraba, citó a decenas de operadores de su grupo –el orticismo- y atiborró la finca de su carnal Serafín (el ex rector de la UAT) con poco más de cuatro mil seguidores, buena parte de ellos simpatizantes del PAN.

En varias ocasiones tomó el micrófono para lanzar arengas al orticismo en pleno, respecto a la metralla del gobernador Mariano González Zarur, desatada desde su misma toma de protesta, aquel quince de enero, cuando un repentino mal vascular lo orilló a hospitalizarse para ser intervenido de emergencia en la Ciudad de México.

Aquellas intervenciones discursivas a propósito de su onomástico irían de menos a más, rechazando los golpes de su sucesor, de quien diría: “nos ha acusado de múltiples delitos, pero nada ha comprobado, porque hicimos bien las cosas…”

Atrás dejó el manifiesto envejecimiento, un poco obedeciendo al histrionismo propio de su perversidad y otro tanto por los muchos kilómetros recorridos a lo largo de sus sesenta y uno, la mayoría de los cuales militó en el PRI hasta que un día lo abandonó, animado porque en ese partido su destino era ver pasivamente al río pasar, pese a que vivía la intensidad de su carrera.

La respuesta de sus incondicionales sería el esperado respaldo,  encauzado por ese manejo entre irónico y desafiante expresado con el estilo mesiánico tan arraigado desde que el poder desbordó en sus manos.

Quedó clara su intención de dar la batalla en la elección federal. Pretende ser candidato del PAN al Senado y, no se conforma con llevar a la ex abanderada albiazul en la primera fórmula; no, de ninguna manera… la convocatoria lograda fue una misiva a Adriana Dávila, cuya venturoso acomodamiento gracias a los afectos calderonistas de los cuales goza, parecen llegar al máximo estiramiento pues, ha de tomar la decisión de colocarse en la dinámica de aquél a quien no quedó más alternativa que apoyarla, aunque fuera por un lapso nada más.

La ley de la confrontación

De quien se salga con la suya, por encabezar la mancuerna, depende la magnitud del inevitable conflicto de intereses entre ambos. No se trata de participar en la elección, por el hecho de plasmar su nombre en las boletas, sino de llevar el papel protagónico.

Ya veremos si Adriana lo permite.

Veamos su innegable influencia en las decisiones de su partido, a través del apoyo de su protector, el Presidente, inventor y precursor del aiga sido, como método infalible para atropellar a adversarios y propios.

Sólo que esta es la última oportunidad para sumar seis años a su carrera política, de rompe y rasga… de las referencias familiares (gracias papi, gracias mami…), de los enemigos elevados a la ene potencia debido a su obsesión por llegar a un fin cuyos medios era lo que menos le afligía.

¿La ley de la confrontación?

En el PRI, los barruntos de desencuentro no son menores. El gobernador Manchis, dueño de medio partido ha de lidiar una de sus batallas más desventajosas a la hora de palomear candidaturas.

No porque sea incapaz de tomar la pluma para anotar palomitas a lado de los posibles, sino por el aparato tras el partido que ahora se esmera en los preparativos para 2012, a sabiendas de la bipolaridad de quien pudiendo proclamarse líder, un día decidió declararse huérfano de partido, en uno de sus tantos días de sorprendentes dislates, víctima de la impunidad con la cual generalmente se conduce, sobre todo ahora que nadie podría increpar su volátil poder.

Insiste en llevar a la dupla conformada por el ex senador Joaquín Cisneros Fernández y el maltratado retoño en adopción, Noé Rodríguez Roldán, con cuyas formas infantiles (hasta la voz), pretende disfrazar su nula voluntad para permitir el necesario renuevo generacional, para un PRI reumático y malhumorado con demasiados años fuera de Los Pinos.

La confrontación es un lugar común. Como ha ocurrido decenio tras decenio, es Beatriz Paredes Rangel, quien le quita el sueño. Quien ahora le ha tomado por asalto a su partido; quien dejando de asistir a la protesta de Arévalo-Ávalos, consiguió moverle el tapete como no lo habría hecho con su eventual arribo, con alfombra roja y toda la cosa.

Sí, el esquema de la confrontación (en momentos distintos)

Entre ambos institutos con la mayor convocatoria, depende de dos impulsores de la riña (Mariano y Adriana) el dejar contentos o exacerbados a sus seguidores.

Uno, por quedar bien con Enrique Peña. La otra, por no dejar la nómina. Ambos, con personajes como al modo de catalizadores (Héctor y Beatriz), pero eso sí, muy seguros de volver a organizar la madre de todas las campañas.

Y hablando de elecciones, dicen que el Partido Verde Ecologista de México ya hizo una primera evaluación en Tlaxcala de los posibles aspirantes a ocupar una diputación por la vía plurinominal. Los resultados fueron favorables para el actual legislador local Gregorio Cervantes que encabezó las preferencias.

La ex dirigente de ese partido y actual Coordinadora de Ecología en el manchigobierno, Alma Lucia Arzaluz, simplemente no figuró, de ahí que no descarte ver a Gregorio Cervantes como candidato por un distrito federal del estado de Tlaxcala.