Cien tiras locales que tenían en su poder las instalaciones de la SSPET fueron sometidos por la Policía Federal, en un operativo violento, impresionante e infalible; y el escenario cambió, y cobra fuerza el escenario de un despido masivo.

La intervención de la Policía Federal (PF) para recuperar esta madrugada, a la una treinta –para ser precisos- a la Secretaría de Seguridad Pública (SSPET) avizora el cese masivo de uniformados, bajo sospecha de obedecer instrucciones desestabilizadoras orquestadas por el ex gobernador Héctor Ortiz.

Al interior de la Escuela de Policía, a través de un intimidante operativo, unos cien uniformados rebeldes, fueron sometidos luego de débiles intentos por defender su movimiento.

Información oficial indica que dicho operativo se efectuó en un marco de autoridad y no autoritarismo. Yo creo que fue el peor de los escenarios que muestra al tejido social, además de roto, muy lastimado.

La muerte, al parecer violenta, de un elemento que participó en las manifestaciones, detonó esta crisis, a la cual no se da ni tregua ni esperanza respecto al cumplimiento de la homologación salarial a causa, según la autoridad, de que el gobierno anterior dejó a penas lo suficiente para cumplir en forma apretada con el pago de salarios.

Pero, si otras plazas laborales, cientos, miles tal vez, se encuentran vacantes debido a los despidos masivos, el gobierno de Mariano debe contar con importantes ahorros para atender estas eventualidades.

Espero que la ayuda recibida de la PFP no sea un acto paralelo a un supuesto saqueo de nuestras arcas, con propósitos electorales. Así se ha dejado correr. Los Capiz Jasso y los García Portilla, y los Carlos Rojas, disponiendo de dineros valiosísimos para superar problemas como el de la policía, son los culpables de la falta de credibilidad del gobierno marianista.

Hoy ha tenido la oportunidad de evaluar su fuerza, su capacidad de negociación, sus reflejos para adelantarse a problemas realmente serios, donde la muerte de uno y lastimaduras de muchos llevan a los funcionarios a redactar mensajes con la psicología inversa: “con autoridad,  no con autoritarismo”.

Pese a los arrebatos de autosuficiencia, el gobierno de Mariano, no puede solo. Ningún gobierno podría considerarse exitoso aislándose del resto del concierto federado, por más carácter que muestre su mano conductora.

Esta es la coyuntura aguardada por Mariano y su gabinete, para despojarse de la frivolidad y asumir el papel que le corresponde en un estado tan complejo que, a casi seis meses de alternancia se debate entre las incongruencias de un gobernador a quien los compromisos como candidato son ahora el reconocimiento de propuestas amañadas, tanto como le ocurrió en el lapso de mandatario electo.

El despido de todos los policías, y la recontratación parcial de ese conglomerado, puede ser una solución al crecidísimo problema laboral en que devino. Le aseguro que nadie saldrá ganando, pero para conseguirlo la autoridad ha de mostrar seriedad y cautela, llamando a los funcionarios narcisistas –incluido el jefe de todos ellos- a una conducta que demuestre compromiso con el estado y no el permanente actuar bipolar de un señor manchis que a todo le tira pero a poco le atina.

Hoy vemos que uno de los errores de los policías rebeldes fue la pretensión de un sindicato. Con ello dieron al gobierno local la oportunidad de pedir ayuda al gobierno federal. Y los funcionarios del señor manchis no lo desaprovecharon.

Y el escenario cambió. De un problema laboral-político a otro, de estrategias, la primera de las cuales, materializada en el operativo de la PF arrojó buenos dividendos.

Si Mariano inyecta parte de los millonarios ahorros por despidos y ajustes salariales para responder a los reclamos salariales; si da marcha atrás al incremento a las percepciones burocráticas de sus confianzas, si antepone transparencia a sus acciones, este que es un serio problema habrá de ser superado, aun con el despido de múltiples elementos, pero con el convencimiento de la mayoría.

¿Qué sigue?

¿Acaso alardear con el aplastamiento de los policías y sus peticiones, unas justas y otras fuera de contexto?

Creo que la inevitable versión de Mariano, nos dirá si estamos ante un mandatario dispuesto a solucionar el problema o, decidido a echar más leña al fuego con alguna de sus acostumbrados marianismos, incongruentes, pero con la saña de quien se siente ganador en una crisis donde nadie gana, pues todos deberían contribuir para que el único beneficiado sea el estado y la seguridad para sus habitantes.

Una del ratón Crispín

Mientras el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) se conduzca como si fuese un partido político con recursos infinitos (gracias al chantaje de las auditorías), veremos a un titular de este, actuando como cacique de pueblo ofreciendo prebendas a los “prencipales”, que  vienen siendo los señores y señoras diputados.

Y ahí tienes a Crispín, ofreciendo plazas a los representantes de los partidos minoritarios, con tal de lograr su apoyo para seguir medrando en este barril sin fondo.

Y a los legisladores que le platico, muy atentos a las proposiciones indecorosas de este ente de poder, capaz de corromperlos (¿apoco?) con cañonazos de billetes y con plazas para los cuates.