Es una cadena de acciones auto mutilantes, emprendida por el gobernador de Tlaxcala, a quien no satisfacen los tricolores locales; entonces debe recurrir a foráneos, como Mario Armando, listo para ser nombrado Secretario de Gobierno.

Pues parece que no hay priístas tlaxcaltecas que satisfagan la expectativa del gobernador Mariano González Zarur. Hoy por ejemplo, prefiere estrechar al alcalde panista de Apizaco, Orlando Santacruz, orticista de hueso colorado.

Hoy, su subordinado predilecto (le reserva elocuentes muestras afectivas, a la vista de todo el gabinete) es el secretario panista de la Función Pública, Hugo René Temoltzin, y todo apunta a que el michoacano, subsecretario técnico de la Segob, Mario Armando Mendoza Guzmán, tenga la mira puesta en la propia Secretaría de Gobierno, para justificar el desbordado y repentino aprecio que le demuestra el mandamás de Tlaxcala.

Ya hizo maletas

Y Mendoza Guzmán, limpió su expediente como para prepararse para lo que viene… dejó a Aníbal Méndez Cuevas, en la delegación especial estatal de la CNOP en su natal Michoacán y, se vino pacá con todo y chivas. Jaló hasta con el reconocimiento (de hule) de maestro en la licenciatura en ciencias políticas otorgado por la reconocida (¿?) Universidad Novo Spania.

Mario Armando como secretario de Gobierno, el secretario xoloescuintle más firme que nunca, y el de los zapes, con todo y su pasión por la administrativa del Hospital Infantil (sobrina del amo y encargada de desmantelar la cosa esa del HIT tan cara, donde en breve habremos de tener un centrito médico) arman el equipo completo que pretende lograr lo impensable: domar al amo.

Bueno, bien que lo manipulan. Seamos sinceros, de dónde el de los zapes se animó a jugar el dedo en la boca de su patrón con aquello de la deuda oculta. Imagine el escenario: estos tres manejando el presupuesto y también auditando su uso. Ah, y también, encargados de la política interna de Tlaxcala.

¿Y para eso Mariano fue electo gobernador?

Cinco meses demoraron estos tres en conseguir su propio mapa de Tlaxcala. Claro, con el beneplácito –o la ignorancia- de su jefe, quien bien que les sirve como avanzada de terror.

Tras el miedo sembrado por los regaños y los descontones del hacendado gobernador, viene el real y efectivo (para su causa) ejercicio del poder, mediante una tenebra actualizada, en la que nombres de la talla de Noé Rodríguez, Ubaldo Velasco y hasta Carlos Rojas, quedaron cortos… pues son unos viejecitos maniatados y sometidos, mientras aquellos se han encargado, con esmero, de hacer miserable al estado.

¿y Anabel Ávalos?

Hay elementos muy convincentes que corroboran la ingratitud de Mariano González, hacia una mujer que no dudaría en modificar sus actividades por enésima vez, como acto de disciplina a la voluntad del líder.

Anotados sus tributos en la predecible agenda marianista, parece haber transcurrido el tiempo suficiente para saldar la labor multiplicadora de votos a favor de quien, rendida la protesta de ley, desconoció dicho logro electoral de equipo y colgó el milagro a sus atributos personales, a riesgo de trabar un inacabable pleito con su longevidad.

No dudo que lo deje, en calidad de amputado. Hay patologías de la conducta cuya cura es quedar sin un brazo o sin una pierna. Este es un ejemplo.

¿Dirigir al PRI?

Siendo el ex diputado local Aristeo Calva, el candidato marianista a la dirigencia tricolor, sólo un loco le podría servir de mancuerna. A su dantesca obra en el quehacer tricolor que se manifiesta con el desprecio de jóvenes, mujeres, clases populares y demás militantes, le urge una muleta para no caer al precipicio, adonde van a dar los políticos de su raigambre.

Nada podrá hacer ante un bravísimo profesor y licenciado (je), Fermín Sánchez Varela, candidato de Beatriz Paredes Rangel, para tomar por asalto al partido de Lira y Ortega 8. Véase la pulcritud de la tizatleca para armar la más molesta dirigencia tricolor al marianismo de la misoginia a flor de piel.

Brincos diera el señor Aristeo Calva, por contar con una mano salvadora –como la de Anabel- que le permitiese conservar al PRI para los intereses del amo. En otras palabras, nos encontramos ante la enésima derrota del hacendado, esta vez, la adelantada y penosa pérdida del partido que lo hizo gobernador.

¿Automutilación?

De qué otra manera se explica usted el prescindir de piezas tan valiosas para su causa. Decíamos que es la predecible conducta de un individuo lleno de rabia, cuya sangre en los ojos le impide ver el porvenir de quien de manera leal le sirvió por decenios.

Estrangulada en su trinchera, en todos los ámbitos, la Ávalos deberá escoger entre justificar su inacción debido al ahorcamiento permitido por su jefe y ejecutado por el de los zapes (en contubernio el que está a punto de dar el michoacanazo en Tlaxcala) y, la carga histórica por ser la responsable de la política interna del estado.

Mas no se puede dar la batalla ante un poderoso enemigo al no existir el mínimo pertrecho.

Así que el señor manchis está cortando su brazo derecho

Ya lo había hecho con el izquierdo, encarnado en la leal Blanca Águila Lima, quien hizo de tripas corazón cuando el amo desconoció su compromiso de otorgarle la Secretaría de Salud para Daliel Romero, blanco hoy de los tiradores a sueldo que aseguran el desmantelamiento del Hospital Infantil de Tlaxcala, bajo la creencia que los trasplantistas deben ganar lo mismo que los parteros.

Sin embargo no contaba con el frente encabezado por Joel Ayala, para acordar en lo más alto del priísmo la candidatura a la que Blanca no ha de renunciar (al senado o a diputada federal por el tercer distrito) pese a las fiestas, como que insanas, a la figura de Noé Rodríguez, la referencia constante de Enrique Peña Nieto, quien es la verdadera inspiración marianista.

De las plazas vergonzosas en el Cobat

Desde este lunes, el Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA) giró los oficios a la institución, donde comunica su fallo respecto a las plazas, conseguidas con chanchuyo para la ex oficial mayor del Gobierno, Teresa Salas, el ex sub procurador Arturo Rojas (suegro de Justo Lozano); Angélica Chávez, Rosa Amparo, Victoria Ortega, Juan Manuel Lemus (el millonetas que sigue cobrando rentas al gobierno) y Esther Tovar.

La autoridad encontró una clara violación a la Ley en este proceso amañado de basificación. De suerte que en lo sucesivo dichas personas son consideradas empleados de confianza.

Y como tales tendrán que acatar la decisión de las autoridades pues sencillamente pertenecen a equipos ajenos de la institución donde se limpia el terreno para la llegada de Maricarmen Ramírez de Sánchez Anaya, como directora general. El lapso convenido es un año. Ya van cinco meses y los cambios son notorios.

Lo curioso del asunto es que el líder del personal administrativo Enrique Portillo anda más que molesto por tal decisión de las autoridades, siendo que el que debería de estar preocupado es el dirigente del sindicato de docentes Eleazar González.

Este será, sin lugar a dudas, un golpe más a los orticistas.