Asiste Mariano como invitado especial del líder tricolor al desayuno de la unidad y lealtad priístas, en Aguascalientes, donde el discurso del gobernador Lozano de la Torre, retumbó en la conciencia del rebelde, lépero y rasposo mandamás tlaxcalteca.

Al PRI le hacía falta una buena estrategia para reconvenir a Mariano González Zarur, luego del changazo que se dio aquél tristemente célebre (para el tricolor) nueve de los corrientes, al expresar a los cuatro vientos su falta de paternidad política.

El señor manchis y su comportamiento de chamaco malcriado que acaba de golpear al pesebre, motivó al líder nacional del PRI –y atrás de él a Emilio Gamboa y a Manlio Fabio Beltrones- a organizarle un tour didáctico en el cual se consideraron todas las aristas.

Nuestro temperamental mandamás fue el invitado más importante este fin de semana, al Desayuno de la Unidad en Aguascalientes, donde el discurso, así como la trayectoria de quien lo pronunció le fueron como dedicados, igualito que los toreros hacen en las plazas (para ver si así el propulsor del regreso del PRI de antes, captaba el mensaje).

¿Por qué digo que fue el invitado más importante?

Ah, pues porque el líder Moreira lo tuvo sentado a su derecha durante los chilaquiles y durante los discursos. Y no lo soltó ni para ir al baño. ¡Manchis tenía que escuchar cada una de las palabras que ahí se le dedicaban!

Y, calladito eh, no fuera a ser que se le chispoteara alguna expresión de esas, con dardo venenoso que salen porque quienes las pronuncian tienen boca (y no por un proyecto inteligente).

Se necesitaba un emisor con la calidad moral de Carlos Lozano de la Torre, actual gobernador de Aguascalientes.

Un político cuya gestión propició la llegada de la armadora Nissan a su tierra, además de cientos de cuantiosas inversiones, desde los años ochenta, cuando inició una productiva carrera como Secretario de Desarrollo Económico en el gobierno del estado.

Cargo, por cierto que desempeñó en varias administraciones.

Lozano de la Torre es, por tanto, un hombre con la suficiente calidad moral como para jalar la oreja al muchacho descarriado de Tlaxcala, en cuya carrera política no se recuerda una sola acción de la que se sientan orgullosos sus paisanos.

Pero eso es harina de otro costal.

El gobernador de Aguascalientes hizo en su discurso los siguientes apuntes (con dedicatoria al apizaquense-libanés):

1.- El triunfo del Partido Revolucionario Institucional no es un regreso al pasado, sino un compromiso de hoy para el futuro. O sea, Moreira, Gamboa y Manlio (mogama para abreviar) le gritaron a la cara que su cuento ese del retorno del viejo PRI al poder, que se lo crea su abuelita, porque el partido se halla en una constante lucha por actualizarse, tras doce años en la banca.

2.- “Queremos un solo PRI ganador, en el que sus militantes del centro, del norte y del sur, del campo y la ciudad, caminemos juntos, unidos en torno a un mismo propósito y proyecto». O sea, no te andes peleando con cuanta persona se te pone enfrente. Mejor, haz alianzas que a la vuelta de la esquina se conviertan en votos, tan necesarios para ganar los próximos compromisos electorales.

3.- Mogama (si hombre, Moreira-Gomboa-Manlio) a través del mandatario hidrocálido, también condenaron los oídos sordos del amo tlaxcalteca, producto de sus patologías de la soberbia. Tome nota: “Escuchemos la voz y las demandas de la ciudadanía, porque marchamos con ella, o los ciudadanos avanzarán sin nosotros…”.

Lo mejor de estas frases es que el amo, como que se levantaba de su asiento; como que le daba la temblorina, pero jamás le dieron un micrófono para suicidarse con él.

Mogama le enseñó que en el priísmo de hoy los gobernantes son un impresionante concentrado de virtudes y no de palabras hirientes, y mentiras, y riñas y en consecuencia, de derrotas.

Reflexión y autocrítica, ambas copan las horas de quienes hoy intentan hacer política en el tricolor. Y lo acompañan de compromiso, unidad y lealtad. La sociedad mexicana reclama resultados, rumbo y certeza.

Esa fue la bandeja de ideas introducidas al disco duro de nuestro querido manchis, quien tras este lavado de cerebro, comenzará a mostrar un léxico menos infame, congruente con ideas asentadas, maduras, sin la recurrencia al mensaje hiriente.

Ya me imagino los ojos de manchis, como los de un chamaco que recién acaba de salir de un retiro en Ocotlán (bueno es que ahí de plano te dejan la mente en blanco).

Suavecito, dispuesto a recomponer, no el tejido social, como proponía antes de convertirse en gobernador, sino el estado completito, víctima de una especie de huracán, donde lo malo, lo bueno y lo feo se mezclaron en un concepto amorfo y se convirtió en la máxima de un gobierno sin rumbo, cuyo momento de crisis más emotivo se cerró con la frase aquella para la posteridad: “no tengo madre, ni padre, ni perro que me ladre, (ay perdón, me equivoqué) y tampoco padre político o pertenencia a algún grupo”.

El factor Anabel

El próximo enroque de la secretaria de Gobierno, Anabel Ávalos Zempoalteca, a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI tiene varias lecturas:

1.- El amo se dio cuenta que es imposible gobernar con subordinados, en quienes ejerce el poder mediante el terror. Así que la funcionaria encargada de la política interna del estado, no podrá justificar posibles errores en el miedo a su patrón, pues la responsabilidad conferida exige a alguien con la mira muy alta, no a la personificación de la sumisión.

2.- Al ser Anabel Ávalos Zempoalteca, uno de los principales activos de Mariano, con una sólida carrera y sin limitantes –en el terreno personal- para dialogar con Beatriz Paredes (su cercanía hacia ella es indudable, pero la lealtad a Mariano lo supera), resulta un elemento importante para dirigir al PRI, tras casi medio año de sostener a un interino, casualmente Ernesto García Sarmiento, algo así como el mayordomo de Beatriz.

3.- El cambio puede ser ahora o puede esperar, pero la intención ya se filtró y en realidad el enroque me parecería positivo, si no se le mira como la intención de deshacerse de alguien que no satisfizo la expectativa, debido a su extrema precaución para no causar enojos en quien está enfermo de poder.

4.- Lo más importante es ver quien llena ese hueco. Espere a verlo, le causará sobresalto… qué digo sobresalto… verdadera jaqueca…