Antes, los empleados o consentidos del gobierno acudían al Hospital Humánitas a antender sus males. Hoy, nada más cambiaron de sede: a Apizaco, en el Hospital Central, propiedad de la hermana del gobernador Mariano González.

El poderoso pulpo apizaquense de los negocios avanza desde el mismo triunfo marianista de aquél julio de 2010. Primero, la fiesta brava. Digo, no es casualidad que en la Feria de San Marcos, La Soledad es la principal divisa.

Si en el terreno nacional, Apizaco ocupa un lugar bien ganado, imagine en lo local.

Hay que aclarar que se trata de momentos distintos. Apizaco y su vida interna como el municipio más importante de Tlaxcala, y Apizaco, la tierra natal del libanés-dueño de La Soledad, dispuesto a devorar a la patria chica a puños.

Instalado en el sitio más influyente y con acompañantes de alta eficiencia (pal negocio claro), el beduino mandamás se dispuso a palomear cuanta oportunidad exista para generar riqueza.

Administrar la enfermedad

Negocios familiares… a la mano, no importa lo pesado que sea el cuñado, encabezaron la agenda que así de rápido cobró vigencia.

Aquello de, “se acabaron los negocios con familiares”, pasó a ser una como frase hilarante.

Y se ordenaría al cuñado ese, un tal Fernando León (que fue alcalde gris, gris de Apizaco) enviar un rollo de facturas de su Hospital Central de Apizaco, para hacerle igualito que en la administración Ortiz se hizo con el Hospital Humánitas.

Todavía me acuerdo del rumor aquél sobre mobiliario inventariado y perteneciente a la Secretaría de Salud, dando servicio en el edificiote ese anexo a la gasolinería del bulevar Guillermo Valle.

Como estamos en pleno marianismo, de guaje el que puede no aprovecha para enviar a cuanto enfermito le urja (y si no, los dueños del Central se encargan o de persuadirlo, o de convencerlo), la cosa es generar pagos, muchos pagos, los que se pueda…

Oye, ¿entonces dónde quedó la advertencia aquella de cero negocios familiares?

¡Puro cuento!

La lana es la lana, y si administrando la enfermedad de empleados de confianza, se puede hacer fortuna, pues qué estás esperando.

Réquiem por  las frasecillas esas de campaña, que no contaban con una Guadalupe González Zarur, como esposa del dueño del Hospital Central, el sitio que incita a enfermarse porque está a todo lujo.

Con toda oportunidad nombramos a Chucho Fragoso (un médico que como político no da una) secretario de Salud. Si este galeno no viniese del Central, pues nada tendríamos que alegar, verdad…

El chavo del veinte

Roberto Romano Montealegre, es otra de las expresiones del incremento pecuniario en el corto plazo.

Con la experiencia de encabezar la Secoduvi en tiempos de José Antonio Álvarez Lima (y de exigir el ocho por ciento de comisión por obra adjudicada), hoy entró en una dinámica más exigente.

Entonces, la cuota subió: del ocho, al veinte. Diez para el amo y diez para el susodicho.

Al menos es lo que aseguran ciertas constructoras, espantadas por la voracidad en dichos cobros.

Ahora, sería bueno saber si el amo sabe que le tienen reservado ese diez por ciento.

Ha ocurrido tantas veces que, se pide dinero a nombre de tal personaje, pero esa lana no va a la cuenta del supuesto beneficiario…

No pues de cualquier forma, verdad, qué delicado…

Tlaxcala y Veracruz, comida con el CEN, hoy

La comida que en unas horas sostendrán los gobernadores de Tlaxcala, Mariano González, Veracruz, Javier Duarte, con el presidente del CEN tricolor, Humberto Moreira, convocada por los diputados federales de Puebla de ese partido, genera una serie de dudas:

1.- ¿De ambas entidades se espera conformar una especie de comité pro reconstrucción del maltrecho PRI poblano, con una generosa aportación, toda vez que en la campaña de 2010, bien que llegaron centavos, vía el precioso en alguna de las reuniones con Javier López Zavala?

2.- ¿Será este uno de los motivos de semejante nivel de opacidad, alentado por el gobernador de Tlaxcala, incapaz de informar sobre su situación patrimonial y menos, respecto a los propósitos políticos del timón sostenido (a medias) durante cien días, más lo que ya se había acumulado a partir de aquél cuatro de julio de 2010?