Ya estuvo bien de echar la culpa a otros de lo que no podemos cambiar; que Mariano revele el robo a uno de sus domicilios, indigna a quienes no tienen ni un domicilio e igual los roban… * El giselazo, el fondo tras la posible caída de la mujer dura del sistema…

Ojalá, las opiniones contra la seguridad y la procuración de justicia en Tlaxcala, pasen de viles quejas, a la aprobación de un importante esfuerzo de la autoridad por cumplir con su palabra empeñada en campaña.

Según el gobernador, Mariano González Zarur, los cacos robaron, “en uno de sus domicilios” y, pese a presentar la correspondiente denuncia, la procuraduría no hizo nada.

Eso es cierto. Los ministeriales son como una jauría  torpe y pasada de peso, esperando encontrar un trocito de carne para devorarla.

Pobre de aquél que caiga en esas fauces.

Pero resulta que hace más de una semana, una de las profesionistas con mejores credenciales llegó a la procu, supongo que a poner en orden la casa. A limpiar la afrenta esa de que sacaron algunos bienes de la familia González.

Pasemos de la queja al cambio. Ya chale de la inacción. De los gordotes hediondos con gafas chafas, patrullas que no arrancan y métodos selectivos para cumplir con su trabajo. O sea, si les regalas dinero te atienden, entonces sale más caro denunciar que resignarse a perderlo todo.

Con la llegada de Alicia Fragoso a la procuraduría, se espera la modernización integral. Que se persiga al cochupo y se privilegien nuevos mandos, altos y medios, con probada honestidad.

Si la administración del ganadero no logra esto, pues robarán una vez más en su domicilio, aunque sea la casa de gobierno.

Ya basta.

Gisela Santacruz, funcionaria de mano dura, hasta cuándo?

Con la espada desenvainada, presta a dar la batalla para asestar el golpe a los pulpos camioneros en el estado, la recién nombrada secretaria de Comunicaciones y Transportes, Gisela Santacruz se mantiene, primero en su determinación de no otorgar más concesiones y luego, en la de no tener consideraciones para los líderes de los concesionarios que reclaman los privilegios a que ya estaban acostumbrados por el sistema.

Haciendo gala de su recio carácter, la funcionaria estatal se mantiene en su postura de no otorgar privilegios de ninguna índole a los transportistas que demandan la exención del curso básico de manejo para obtener la licencia “A”, cuya duración comprende toda una semana de asistencia por parte de los aspirantes a choferes, así como el refrendo para unidades cuya antigüedad rebasa los diez años.

Lo anterior entre otros asuntos, ha generado ya la inconformidad entre el gremio transportista y de no cambiar el sentido de sus declaraciones Gisela Santacruz podría activar los tentáculos de estos pulpos camioneros que no dudarán en apoderarse de esta selva de adoquín, aún a costa de alterar la tranquilidad que se ha respirado en lo que va de la presente administración. En tanto los transportistas desde la tarde de este miércoles se expresaron en sus unidades mediante leyendas cuyo mensaje decía “Fuera Gisela Santacruz de Secte”, lo anterior motivó que de inmediato el aparato gubernamental estableciera contacto con los líderes, quienes fueron citados para este jueves al filo del medio día y que insistirán ante el Ejecutivo sobre la no permanencia de dicha funcionaria.

Baste recordar que durante su primera estancia allá en San Pablo Apetatitlán, cuando dependía de las órdenes de Alfonso Sánchez Anaya, su recio carácter le mereció su novatada como secretaria de la Secte; en ese entonces instituyó el pago de permisos a taxistas para trabajar en la zona del recinto ferial cosa que fue rechazada por los choferes quienes como respuesta, tomaron primero por la noche, y luego a la mañana siguiente las calles de la capital y desde luego la avenida en donde se localizan las oficinas de dicha secretaría.

Ahora los tiempos han cambiado, en ese entonces Gisela Santacruz se enfrentó tan sólo a choferes -sin menospreciar a este sector del volante- que tuvieron que claudicar en sus intentos, ante el jalón de orejas de sus patrones los concesionarios, pero en esta ocasión se está enfrentando a los verdaderos líderes, aquellos que en su haber tienen tentáculos no sólo en la capital sino en todo el estado y que no dudarán en actuar si es que la funcionaria estatal persiste en su terquedad de no entablar un diálogo razonado y además conciliador.

Independientemente de las necesidades que existen en el transporte público, se requiere una revisión al reglamento de la Ley de Comunicaciones en Materia de Transporte Público y Privado, ya que, a menos que los dos documentos que consulté estén mutilados, en el artículo 114, relativo a la contravención de dicho apartado faltan los párrafos del I al VII y que es necesaria su revisión, toda vez que en caso de alguna infracción fundamentan su calificación, sobre todo en el párrafo V.

Pareciera que su aberración a este sector le cegara por momentos y le impidiera visualizar que en efecto, es necesario implementar medidas que aseguren no sólo el desempeño de los trabajadores del volante, sino de los conductores en general, garantizando así que los peatones puedan transitar con toda seguridad. Tarea para nuestros flamantes diputados, para nuestra flamante y dura Secretaría de Comunicaciones y desde luego para quien encabeza el Ejecutivo.