Mantenerse en los primeros lugares como una de las gobernadoras con los niveles más altos de aprobación del país tiene su mérito y demuestra que los ciudadanos y las ciudadanas si están percibiendo el trabajo y el esfuerzo de la mandataria Lorena Cuéllar Cisneros para impulsar el desarrollo de la entidad.

 

 

Lo curioso es que antes cuando un gobernador de Tlaxcala aparecía casualmente entre los diez primeros lugares se hacía un escándalo mediático para destacar el hecho, pero hoy que la morenista Lorena Cuéllar ha logrado una mejor posición en ese ranking y mantenerse por meses en las primeras posiciones se trata de minimizar esa circunstancia.

 

Y lo que es peor, hay quienes han iniciado una burda campaña para desacreditar los logros de la actual administración estatal que nunca ha negado los problemas que enfrenta y mucho menos su responsabilidad para atender las demandas para mejorar la seguridad, los servicios de salud y la crisis en el sector agropecuario.

 

En su décimo cuarto mes al frente del gobierno de Tlaxcala, Cuéllar Cisneros ha mantenido un alto nivel de aprobación entre la población que gobierna y que supera 1.3 millones de habitantes, es decir, del 57.9 por ciento, lo que equivale que 6 de cada 10 ciudadanos avala su administración.

 

Muchos dirán que lo anterior se debe a que aún goza del bono democrático por el que llegó a la gubernatura en junio del 2021, sin embargo me parece que la mandataria si ha logrado comunicar que es una mujer trabajadora que está atendiendo un amplio abanico de obras, acciones y programas que los ciudadanos tlaxcaltecas si están percibiendo.

 

 

Lorena Cuéllar se ubica entre las gobernadoras y los gobernadores emanados de Morena con mejores niveles de aprobación. Sólo la supera el mandatario de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, con el 58.2 por ciento, luego sigue ella con el 57.9 por ciento para después aparecer en el tercer lugar, Ricardo Gallardo de San Luis Potosí con 57.7 por ciento, en el cuarto sitio, Marina del Pilar Ávila, de Baja California con el 56.3 por ciento y en la quinta posición, Mara Lezama de Quintana Roo con el 53.4 por ciento.

 

La tlaxcalteca supera en aprobación a mandatarios vecinos como el de Puebla, Miguel Barbosa Huerta que se sitúa en el lugar 29 del ranking con una aceptación del 39.5 por ciento o de la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien es avalada por el 53.1 por ciento de los habitantes o del gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, quien tiene un respaldo ciudadano del 52.6 por ciento.

 

Cuéllar Cisneros es una gobernadora que le gusta cumplir sus metas y objetivos. Pronto dará un mensaje por su primer informe de gobierno y dará detalles de lo que ha realizado hasta ahora y lo que falta por concretar. Seguramente tendrá un balance positivo, aunque no faltarán las voces y señalamientos que digan lo contrario, sin embargo los niveles de aprobación de la gobernadora le ayudarán a respaldar sus dichos.

 

En una reciente entrevista ofrecida a los medios de comunicación, la gobernadora tlaxcalteca no sólo declaró que está satisfecha con el trabajo realizado hasta el momento porque se han cumplido las metas y los objetivos establecidos, sino porque su administración ha logrado un nuevo estilo de trabajo que permitió generar ahorros y hacer más con menos.

 

Reconoció el trabajo de sus colaboradores, con lo cual dejó entrever que no habrá cambios de funcionarios lorenistas como se ha especulado en las últimas semanas. En los próximos días designará al nuevo responsable de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, dependencia que se encuentra acéfala desde el 1 de noviembre y que irá por su cuarto titular.

 

El reto de la mandataria es mantener los actuales niveles de aprobación y buscar que sus funcionarios la ayuden a comunicar las acciones y logros de la actual administración. Lorena Cuéllar está cargando el peso del gobierno y es obvio que necesita que sus colaboradores dejen su zona de confort para tener una presencia más activa.

 

Lo difícil fue llegar a la actual posición, porque ahora lo complicado será mantenerse, pues aún le queda mucha vida a la actual administración.

 

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