Sin lugar a dudas los objetivos de que Tlaxcala fuera sede de la Copa del Mundo de Tiro con Arco 2022 se cumplieron, porque los competidores celebraron la organización y la hospitalidad de los anfitriones, así como los asistentes a dicho evento pudieron disfrutar la justa deportiva sin ningún problema o complicación y porque se vio notablemente incrementada la presencia de turistas en la capital del estado.

 

 

Van dos eventos deportivos de talla internacional que se organizan en Tlaxcala, entregándose en cada uno buenas cuentas y resultados. El primero fue el Tour Mundial de Voleibol de playa celebrado del 17 al 20 de marzo, el cual reunió a 48 parejas, 24 femeniles y 24 varoniles que compitieron en el más alto nivel y este fin de semana se efectuó la Copa del Mundo de Tiro de Arco que contó con la participación de 32 arqueros de la temporada, 16 en recurvo y 16 en arco compuesto, mismos que provenían de 17 países.

 

A la primera justa se le canalizaron en total 20 millones de pesos que en su gran mayoría fueron aportados por la Conade, aunque el gobierno de Tlaxcala y la Federación Internacional de Voleibol también hicieron su contribución. Hasta ahora se desconoce cuánto costó la Copa del Mundo de Tiro de Arco, pero lo que sí se logró fue que las actividades de este certamen fueran transmitidas en vivo a más de 150 países, lo que se convirtió en una gran promoción turística para Tlaxcala.

 

Se cumplió con el objetivo de que los ojos del mundo estuvieran puestos en Tlaxcala, aunque localmente hablando surgió la preocupación por un rostro intolerante, represor, intimidante y misógino que algunos funcionarios estatales pretendieron darle a la actual administración ante las protestas que pretendían llevar a cabo las estudiantes de la Normal Rural “Benito Juárez” de Panotla.

 

El sábado por la tarde las autoridades permitieron que el acceso a la capital del estado conocido como El Trébol fuera cerrado por unos minutos por parte de las normalistas y un grupo de encapuchados que se identificaban como alumnos de la normal de Ayotzinapa del estado de Guerrero. Juntaron piedras y se armaron con varillas que sustrajeron de una obra, con la clara intención de generar desmanes.

 

La policía estatal intervino y las convenció para que liberaran la vialidad, bajo la advertencia de que serían desalojadas y detenidas si no acataban la instrucción. Derrotadas, las normalistas se subieron a las unidades en las que habían llegado y se retiraron a las instalaciones de su escuela.

 

Ayer, mientras las normalistas se organizaban para celebrar una serie de partidos de fútbol, el gorila secretario técnico de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, José Guadalupe Ballesteros Arellano, con el aval del secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, desplegaron un exagerado operativo en los alrededores de la Normal Rural “Benito Juárez” de Panotla para intimidar e inhibir que las alumnas salieran del inmueble para manifestarse o realizar una protesta en la final la Copa del Mundo de Tiro de Arco.

 

Incluso, se optó hasta por poner a volar el helicóptero de la policía a fin de realizar un sobrevuelo para desalentar más la supuesta protesta de las normalistas que en los últimos días han salido a manifestarse para exigir la destitución de su directora y demandar mejores alimentos y tenis de marca.

 

Y mientras el protagonista jefe policiaco tlaxcalteca José Guadalupe Ballesteros asumió su postura de gorila alfa para las transmisiones en vivo a fin de justificar la concentración de 350 policías tanto estatales como de 15 municipios, se aventó la puntada de decir que no iban a dejar que se llevará a cabo ninguna protesta en la competencia deportiva celebrada en el zócalo capitalino porque era un día inhábil y a los inconformes ya se les había dado la oportunidad de manifestarse y ser atendidos por los funcionarios.

 

Ahora resulta que en Tlaxcala sólo puede haber protestas del lunes a viernes, día en que normalmente trabajan los funcionarios, porque ayer quedó claro por la imagen que compartió en redes sociales el cansado secretario de Gobierno, Sergio González, que el fin de semana se descansa y se disfruta a la familia, pues mientras en los alrededores de Panotla se registraron momentos de tensión el funcionario posaba con toda su parentela en un inmueble público como si no pasara nada en el estado.

 

 

En redes sociales no se hicieron esperar las críticas por el exagerado operativo que se montó para reprimir a las normalistas y cuidar a los tlaxcaltecas y a los visitantes a la Copa del Mundo de Tiro de Arco, toda vez que contradice la postura del gobierno estatal en el sentido de que Tlaxcala es de los estados más seguros del país.

 

Si el problema de la inseguridad sólo existe en la mente de los reporteros y de los enemigos de la actual administración, entonces para qué armar un show cuando no se hace lo mismo para detener a las bandas de asaltantes, a los violadores, a los asesinos de mujeres, a los narcomenudistas y a otro tipo de maleantes.

 

Hay funcionarios que ante la falta de talento y capacidad están optando por mostrar un rostro del gobierno que está muy lejos de representar el sentir, pensar y de ser de la administración que encabeza Lorena Cuéllar Cisneros.

 

Las normalistas volverán a las calles y ahora con más beligerancia.

 

El martes se verá si el sacatón Sergio González resuelve al menos un problema de los muchos que se le han acumulado en más de un año. La falta de apoyos a los productores que perdieron sus cosechas por las condiciones climatológicas podría derivar en una serie de protestas por parte de los campesinos, quienes quieren conseguir una verdadera ayuda económica de parte de las autoridades y no las dádivas que pretende entregar la ineficiente Secretaría de Impulso Agropecuario que controla el trácala Rafael de la Peña Bernal.

 

El rostro de un gobierno represor como el que se mostró este fin de semana seguramente generará problemas y críticas. Al tiempo.

 

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