La presión ejercida contra los trabajadores pertenecientes al Sindicato 7 de Mayo para que asistan y participen en la asamblea de mañana viernes donde se elegirá a una nueva dirigencia, sencillamente está resultando contraproducente para la planilla de la familia Erazo que busca recobrar el poder cueste lo que cueste, pues lejos de ganar simpatías y apoyos los burócratas están manifestando su enojo y descontento contra ese grupúsculo que hoy con el respaldo de la actual administración estatal intenta controlar ese gremio.

 

 

Por más de un año Pedro Erazo Rivera y Guadalupe Rodríguez Guzmán, ex dirigentes del sindicato han intentado volver a manejar ese poderoso gremio, sin embargo insisten en no aceptar sus fracasos y hoy a través de su bisoña hija Karina Erazo Rodríguez que encabeza la planilla Café buscan, con el aval de funcionarios estatales, presionar a los trabajadores para obtener los votos necesarios que les garantice presidir esa organización.

 

El grupo del ex dirigente Edgar Tlapale Ramírez que logró arrebatar el poder del sindicato con el respaldo de los gobernadores priistas Mariano González Zarur y Marco Antonio Mena Rodríguez pareciera debilitado, pero en el pasado mes de mayo demostró que sigue manteniendo fortaleza al ganar en una asamblea la titularidad del 7 de Mayo en la persona de Enrique Escobar Cortés, quien hasta el momento no ha sido reconocido por las mañosas y trácalas autoridades del Tribunal de Conciliación y Arbitraje de Tlaxcala.

 

El clima laboral al interior de las dependencias estatales, en el Poder Judicial y en los municipios donde existen miembros del sindicato 7 de Mayo no es el mejor. Hay tensión y rechazo a la administración de la actual gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, debido a la abierta intervención que se dice ha mostrado para imponer a una dirigencia a fin a sus intereses y a que hoy se les exige a los burócratas trabajar y cumplir con sus obligaciones, lo cual antes no sucedía o, por decirlo de otra forma, gozaban de ciertos privilegios.

 

Mañana en el Centro de Convenciones de Tlaxcala los burócratas sindicalizados deberán elegir a una supuesta nueva dirigencia en caso de que haya el quórum legal. La favorita de esa pantomima montada es la intrascendente Karina Erazo Rodríguez que representa a la planilla Café, pues las otras dos fórmulas estarían conformadas por comparsas o esquiroles que se están prestando para simular un proceso legal cuando en realidad está armado todo para beneficiar a la familia Erazo Rodríguez.

 

Juan Mauricio Cervantes González encabeza la planilla Azul y Pablo Flores Xochitemol preside la planilla Naranja. Ellos son los cómplices de los Erazo Rodríguez para intentar arrebatar la dirigencia de 7 de Mayo a Enrique Escobar Cortés y al grupo de Edgar Tlapale, mismos que como ya se lo mencioné fue electo y ganador en la pasada votación.

 

Los agremiados a ese sindicato están siendo hostigados y amenazados para que asistan a la asamblea de mañana viernes. Si no van se les descontarán tres días de salario, se les advierte, lo cual es falso porque de acuerdo con la normatividad vigente los trabajadores que no acudan tendrían que enfrentar una multa de dos días.

 

El trato con los sindicatos se está convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades estatales que no encuentran la fórmula para tenerlos de aliados.

 

Si mañana Karina Erazo logra la dirigencia del sindicato 7 de Mayo y ésta es reconocida por el convenenciero Tribunal de Conciliación y Arbitraje de Tlaxcala, no dude que una parte importante de los miembros de ese gremio inicie una serie de protestas y paros para exigir respeto a la vida interna de su organización.

 

Sería lamentable que los trabajadores del 7 de Mayo y del sindicato de salud que están en contra de la actual administración estatal terminaran creando un frente para mostrar más fuerza en su lucha.

 

Ayer los trabajadores del sector salud encabezados por la belicosa diputada Blanca Águila Lima mostraron músculo y decisión para protestar y cerrar las oficinas centrales de la dependencia que dice controlar el inepto Rigoberto Zamudio Meneses.

 

No sería nada raro que en unos días más los trabajadores de ambos gremios se unan y empiecen a generar un caos mayor no sólo en la Secretaría de Salud, sino en otras dependencias estatales porque hasta ahora no se ve que haya una intervención efectiva del gobierno estatal para evitar que los problemas con esos sindicatos no crezcan más.

 

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