Con la novedad de que se descarta por completo que el próximo dirigente de Morena en Tlaxcala vaya a ser mujer.

 

 

De acuerdo con la lista de paridad elaborada por el CEN de ese partido en la renovación de las dirigencias estatales se determinó que Tlaxcala sea nuevamente asignada a un varón.

 

Se sabe que la lista refleja en buena medida las presiones a las que estuvo sometido el CEN por algunos gobernadores morenistas, como los de Morelos, Puebla y Veracruz, que a fuerza querían que en sus estados el tema del género se resolviera a favor de un hombre, pues se negaban a que esa decisión quedará al azar o la suerte.

 

Una vez que se elaboró la lista y ésta empezó a circular, se confirmó que Tlaxcala la dirigencia quedará en manos de un varón, tal y como ha sucedido últimamente.

 

Lo interesante será ver quién asumirá ese cargo y si realmente tendrá la confianza y el respaldo absoluto de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros o si mantendrá la misma operación que le ha funcionado hasta ahora, es decir, recurrir a la operación a un incondicional como Steve Esteban del Razo Montiel, coordinador estatal de los Comités de Defensa de a 4T.

 

Al interior de Morena en Tlaxcala se percibe inconformidad y molestia no sólo por los personajes que en la actualidad están buscando ser consejeros del partido, ya que muchos son considerados arribistas y oportunistas al tratar de conseguir una posición en ese partido cuando no han trabajado ni se han esforzado para apoyar el movimiento de la Cuarta Transformación que desde hace años impulsó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Lo peor, es que Morena está recurriendo a las prácticas que tanto criticó del PRI, pues está presionando y casi casi obligando al personal directivo que cobra como funcionario en el gobierno del estado a movilizar y garantizar que diez personas acudan a votar el próximo sábado a favor de determinados candidatos a consejeros, porque si no cumplen con esa tarea serán despedidos por no apoyar al movimiento.

 

Y si no me cree, sólo visite o de una vuelta por las oficinas de la Secretaría de Educación Pública o de la Secretaría de Gobierno y pregunte a cualquier jefe si están siendo presionados o no a acarrear votantes para el próximo sábado 30 de julio.

 

Creo que los operadores lorenistas que están dando la anterior orden se equivocan porque no sólo están dejando mal a Morena, sino que demuestran que la mayoría de los aspirantes a consejeros son políticos sin arraigo y presencia entre la militancia de ese partido, de ahí que deben recurrir a la presión para conseguir votos que en otras circunstancias jamás obtendrían.

 

A los simpatizantes y militantes de Morena no les gusta lo que están viendo y menos lo que están enfrentando para conservar un trabajo dentro de la administración estatal o municipal.

 

Por ejemplo, al personal del ayuntamiento de Chiautempan que está bajo el mando del alcalde Gustavo Jiménez Romero está siendo obligado no sólo a vender boletos para los eventos de la feria del municipio que en caso de no ser comercializados deberán ser pagados por ellos, sino que también está presionando para conseguir votantes que acudan a las urnas a depositar su sufragio para que él y su hijo Juan Carlos Jiménez Ramírez sean electos consejeros en el proceso interno de Morena.

 

El partido de López Obrador no es diferente y recurre a los vicios y trampas que tanto ha criticado a sus adversarios políticos como el PRI o el PAN. Lo podrán negar y decir que son mentiras que lanzan los conservadores, pero la realidad es contundente y ésta evidencia que Morena si miente, si roba y si traiciona.

 

+++++++++++++++****************************************************************************