Los focos de alarma se encendieron entre los miembros del gabinete legal y ampliado de la actual administración, pues en la última reunión que sostuvieron para evaluar el avance de las acciones y programas más de diez teléfonos móviles de igual número de funcionarios fueron hackeados.

 

 

La preocupación existe porque no es la primera vez que sucede esa acción ilegal, sino porque las víctimas de ese ciberataque de inmediato empezaron a recibir y enviar mensajes ajenos a su voluntad, algunos para exigirles dinero y otros con información falsa que llegó a sus contactos.

 

La última reunión del gabinete legal y ampliado se llevó a cabo el pasado miércoles y estuvo presente la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, a quien le reportaron una vez que concluyó el encuentro que los funcionarios nuevamente habían sido invadidos en su privacidad a través de sus teléfonos móviles.

 

El caso se dice que está siendo investigado por la ineficiente procuradora de Justicia, Ernestina Carro Roldán. No se sabe el número de funcionarios que fueron víctimas de ese delito, pero lo que sí es real es que existe preocupación y molestia porque obviamente algo raro sucede en esas reuniones controladas y convocadas por Gimena Lara Pérez, coordinadora de Planeación e Inversión del gobierno de Tlaxcala.

 

Los asistentes a esa reunión que se llevó a cabo en uno de los salones del Recinto Ferial de Tlaxcala, se dieron cuenta del hackeo de sus aparatos una vez que los tuvieron en sus manos. Los que se salvaron de ese ataque porque salieron antes para sostener una reunión en la camioneta de un constructor que se ubicó en el estacionamiento del inmueble, fueron el Oficial Mayor de Gobierno y el secretario de Infraestructura, Ramiro Vivanco Chedraui y Alfonso Sánchez García, respectivamente.

 

Hasta ahora se desconoce si hay algún avance en la investigación para dar con o los responsables, porque el caso dizque se trata con mucho sigilo y cuidado, sin embargo lo anterior es absurdo ya que el tema es conocido y trascendió gracias a que los secretarios particulares empezaron a compartir la información a través de grupos de Whatsapp.

 

No nos dejaremos intimidar y presionar

 

Bajo la anterior consigna lanzada y sostenida por el collón secretario de Gobierno de Tlaxcala, Sergio González Hernández, este día se pondrá en marcha la feria de Chiautempan que será blindada por la policía estatal y su principal represor José Guadalupe Ballesteros Arellano para impedir desmanes y protestas de los habitantes de la comunidad de San Pedro Tlalcuapan que están molestos por la detención de Saúl N. y Raymundo N., a quienes se les acusa como responsables del linchamiento de Alfredo N. que se cometió el pasado 15 de abril.

 

Cobarde e incongruente, Sergio González se muestra duro y hasta intolerante en reuniones internas para aparentar una fortaleza que nadie le ve ni le reconoce, porque cuando tiene de frente a los inconformes de esa población de Chiautempan se transforma en el verdadero funcionario lorenista que es, ya que le es imposible ocultar su actitud sumisa, evasiva, ineficiente, ladina, torpe y miedosa que siempre tiene para atender problemas que nunca puede solucionar.

 

El ex panista que ha sostenido reuniones con los pobladores de Tlalcuapan siempre se escuda en la ley para asegurar el asunto del presidente y ex presidente de comunidad acusados de homicidio calificado sale de su competencia y que los detenidos deberán ajustarse al procedimiento penal.

 

Si en un momento se consideró suspender la Feria de Chiautempan para evitar que el conflicto de Tlalcuapan se agravara, esa postura se minimizó porque el principal promotor para que se llevará a cabo esa festividad y sus actividades es el iluso secretario de Gobierno, quien ante tanto desacierto que ha tenido ahora pretende mostrar la fuerza del Estado en ese municipio para, según él, dejar claro el mensaje de que este gobierno no se doblará ni se dejará intimidar o presionar por grupitos de inconformes.

 

La feria será inaugurada este día a las 6 de la tarde. Veremos si el collón Sergio González acude y acompaña al alcalde Gustavo Jiménez Romero. Seguramente el recinto y la zona serán protegidos por cientos de policías estatales que en lugar de prevenir robos, asaltos y otras actividades ilícitas, serán utilizados para intimidar al pueblo y enseñar la fuerza de un gobierno que por lo visto quiere mostrarse como represor e intolerante.

 

Ojalá ese acto de provocación sea ignorado por los habitantes de Tlalcuapan para que no se registren problemas.

 

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