La reaparición pública y política del ex gobernador priista de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, no es casualidad ni tampoco ha pasado desapercibida, ya que obviamente ese académico metido a político busca inmiscuirse en las decisiones de su partido rumbo a los comicios del 2024.

 

Para muchos Marco Mena representó en los pasados comicios del 2021 un factor clave para que Morena y Lorena Cuéllar Cisneros ganarán la gubernatura de Tlaxcala, de ahí que a cambio de su valiosa colaboración habría existido el compromiso de no iniciar ninguna persecución o investigaciones para sancionar probables actos de corrupción en su gobierno.

El priista simplemente no metió las manos en las elecciones, ni ordenó una operación o destinó recursos para aceitar la maquinaria. Sólo jugó al demócrata y vio como la aplanadora morenista se hacía del poder en la entidad.

En ese acuerdo dicen que también habría participado el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, quien también tendió un manto protector a la administración priista de Marco Mena, la cual de ser señalada de corrupta e ineficiente pasó a ser tolerada e ignorada.

A diez meses del gobierno de Lorena Cuéllar, el ex mandatario decidió reaparecer públicamente en Tlaxcala dejándose ver en diferentes lugares, pero lo que más llamó la atención es que de inmediato se integró al grupo de ex gobernadores que solicitó la salida de Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” de la dirigencia nacional del PRI.

También se le vio muy activo en el Foro Plural de ex gobernadores celebrado la semana pasada y en donde ex mandatarios del PRI, PAN y PRD se manifestaron a favor de que haya elecciones primarias para elegir al candidato presidencial de la oposición y que haya un reglamento para definirlo.

El regreso a la actividad política de Mena Rodríguez sin duda genera preocupación entre algunos militantes priistas que se sentían con el camino libre para conseguir las candidaturas de ese partido al Senado, como la derrotada Anabell Ávalos Zempoalteca y el junior Mariano González Aguirre.

Si en Tlaxcala la oposición decide mantener la alianza opositora rumbo a los comicios de 2024, la cual en estos momento no es muy vista por el PRD, seguramente habrá muchos desencuentros y acusaciones que complicarán la designación de candidatos, sobre todo si el PRI a nivel nacional pone sobre la mesa de negociación el nombre del ex gobernador Marco Mena y borra el de Anabell  Ávalos y Mariano González por no garantizar el triunfo.

Lorena Cuéllar que está segura de que ganará el Senado para Morena en las futuras elecciones, sin embargo es un hecho que prefería que Marco Mena se integrará a la Cámara Alta al quedar en la segunda posición que ver en ese lugar a la ex alcaldesa capitalina o al hijo de su eterno rival, el hacendado ex gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur.  

Marco Mena no es un improvisado y sabe qué hilos mover para que la maquinaria priista funcione, pues cuando era subordinado del añejo  ex gobernador Mariano González, quien fue el que finalmente le heredó el poder, aprendió que es posible conseguir un triunfo electoral en Tlaxcala sin la necesidad de ser popular o tener una gran trayectoria política.

Mena Rodríguez aún no reaparece en ningún evento priista y se desconoce si los militantes lo repudiarán o lo terminarán reconociendo.  Hay liderazgos tlaxcaltecas como Anabell Ávalos, Mariano González y otros más  que lo tachan de traidor, pero  habrá que ver si el ex gobernador logra sacudirse esos señalamientos y meterse en la disputa de la candidatura del PRI al Senado.

Habrá que ver si el supuesto traidor tiene un retorno triunfal en el PRI o lo terminan por enviar a la chingada.

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