Salvo que el ex militar Raúl Ruiz García que decidió jugar al policía estatal tenga un as bajo la manga, la realidad es que su estrategia para resolver y frenar la ola delictiva que golpea desde el inicio de la actual administración a los ciudadanos y a las ciudadanas está fracasando, porque a más de 45 días de que asumió el control de la Secretaría de Seguridad Ciudadana los cosas siguen igual o peor.
Los robos con violencia de automóviles y de camiones de carga son la constante, al igual que la aparición de cadáveres provenientes de otras entidades vecinas. Hoy los antros operan sin ninguna restricción y en ellos es común enterarse de que ocurran desmanes que ya empezaron a cobrar vidas humanas, como la ocurrida el sábado en la madrugada en el establecimiento denominado Classico que se localiza en el municipio de Chiautempan donde fue asesinado un varón que respondía al nombre de Manuel Alberto N.
Si ese caso será aclarado y se procederá a castigar al o los responsables de ese asesinato se desconoce, porque pese a que hubo testigos que ubicaron y pueden identificar a la persona que accionó el arma de fuego para matar al hombre de 35 años de edad, hasta ahora no se tiene a ningún detenido por parte del Ministerio Público de la Unidad Especializada en la Investigación de Homicidios Dolosos Región Sur a cargo de José Aguilar Cantero.
A la Procuraduría General de Justicia en el Estado y a la titular de esa área del gobierno, Ernestina Carro Roldán, nadie les tiene confianza. Sus resultados son tan magros que esa dependencia lo único que puede presumir es que acumula expedientes que difícilmente serán resueltos.
Ojalá la PGJE siempre mostrara el mismo interés para atender y resolver casos, pues mientras el supuesto suicidio del notario número 2 de Calpulalpan Silvestre X. lo investigó en un día, no sucede lo mismo con el asesinato doloso de Manuel Alberto N. en el antro Classico o la desaparición y probable homicidio de Casimiro N., a quien le habrían arrancado la vida para despojarlo de una camioneta en la región del municipio de Lázaro Cárdenas donde opera una banda que actúa con total impunidad desde hace años.
Hay que anotar que la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas y no Localizadas se encuentra totalmente disociada de la Comisión de Búsqueda de las Personas. No existe coordinación, hay nula colaboración y también es la fecha que no se tiene la licencia para intervenir y dar seguimiento de celulares que es una herramienta básica para las investigaciones.
La falta de resultados está a la vista y un buen ejemplo es el caso de la tlaxcalteca de 17 años y oriunda del municipio Ixtacuixtla, Meliza N., quien tras desaparecer el pasado 15 de mayo fue localizada sin vida en el estado de Veracruz.
La labor de atención a las mujeres víctimas de violencia está por los suelos. Las llamadas a Casa de Justicia de las Mujeres es un lunar dentro de la PGJE, pues no se trabaja en coordinación con las áreas de violencia familiar y delitos sexuales, además de que los refugios para mujeres se han extinguido por la falta de presupuesto.
Aunque parezca increíble nadie ve esas inconsistencias y problemas que están dejando muy mal parada a la PGJE y a la abogada Ernestina Carro.
Y volviendo al caso del ex militar Raúl Ruiz, conocido ya en las reuniones de gabinete y al interior de la Secretaría de Seguridad Ciudadana como el 777, prácticamente se dice que dejó toda la responsabilidad y estrategia al secretario técnico de esa dependencia estatal, José Guadalupe Ballesteros Arellano, lo cual explica claramente porqué las cosas siguen igual o peor.
Nadie puede hablar de algún cambio o una mejora, porque la percepción de los ciudadanos y las ciudadanas es que el problema de la inseguridad en Tlaxcala es grave y que el gobierno del estado está haciendo muy poco por atenderlo y resolverlo.
La actual administración está por cumplir 10 meses en el poder y a dos de festejar su primer año en el gobierno. En materia de seguridad habrá muy poco que presumir y no dude que los reclamos en torno a ese rubro empiecen a incrementarse porque los colaboradores de la actual gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros sencillamente no están dando resultados.
Y lo que se ve no se juzga.
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