El tiempo dirá si la decisión y estrategia que sigue el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros fueron buenas o malas.

 

 

 

El presidente del Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCA), el abogado metido a plomero, Miguel Ángel Tlapale Hernández, se prepara con la ley en la mano a desconocer por las malas y utilizando todos los pretextos habidos y por haber, la asamblea de los miembros del Sindicato “7 de Mayo“, la cual se llevó a cabo la semana pasada y en la que la mayoría de los asistentes decidió elegir a Enrique Escobar Cortez como su nuevo dirigente.

 

Lo anterior trascendió cuando el sobrado Oficial Mayor de Gobierno, Ramiro Vivanco Chedraui, hizo pública la circular 015, en la que palabras más palabras menos, el ex diputado local con tono bravucón dice que el actual Poder Ejecutivo de Tlaxcala no reconocerá a ninguna dirigencia del mencionado sindicato hasta que acredite fehacientemente su “toma de nota” por parte del Tribunal de Conciliación y Arbitraje.

 

Obviamente Ramiro Vivanco está informado de lo que vendrá y de lo que hará “el plomerito” Miguel Ángel Tlapale, de ahí que sin cuidar las formas y los tiempos, dejó entrever que el TCA hará el trabajo sucio para no reconocer a Enrique Escobar como nuevo líder de Sindicato “7 de Mayo”.

 

El gobierno del estado parece que se decantó por seguir un laberintoso camino respecto a buscar controlar ese gremio conformado por burócratas estatales y municipales, pues al parecer ya cayó en la tentación de buscar imponer a un dirigente incondicional, de ahí que Enrique Escobar, un personaje ligado a los intereses del ex líder Edgar Tlapale Ramírez, enfrentará todos los obstáculos legales para ser reconocido, lo cual puede generar un clima de inestabilidad en las dependencias estatales.

 

Los ex dirigentes de ese sindicato, el matrimonio conformado por Pedro Erazo Rivera y Guadalupe Rodríguez Guzmán, no se resignan a perder el control y el poder de ese gremio, razón por la cual aprovechando su cercanía con la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, intentarán concretar una serie de asambleas y acciones legales para conseguir la anhelada “toma de nota” que les garantice la manipulación del sindicato.

 

El tiempo nos dirá sí Miguel Ángel Tlapale avalará o no las acciones de ese matrimonio, pues también se han dado señales de que si bien gozan del afecto y apreció de la mandataria, tampoco es para que vuelvan a manejar ese sindicato a su antojo.

 

La actitud del gobierno del estado a través de Ramiro Vivanco para tratar de influir y controlar a ese sindicato le puede funcionar, pero también se puede convertir en un serio dolor de cabeza porque hay información sensible que pasa por las manos de ese personal que pudiera empezar a circular y evidenciar excesos o favoritismo en la contratación de proveedores y constructoras.

 

Un buen ejemplo sería ver quién se benefició con la obra asignada para pintar la fachada y las instalaciones del Zoológico del Altiplano, donde se dice que se invirtieron más de 6 millones de pesos.

 

El gobierno estatal tiene abiertos varios frentes y porque lo que se observa no son suficientes, ya que ahora decidió abrir un nuevo frente al inmiscuirse en la vida interna del Sindicato “7 de Mayo”.

 

Veremos que sucede con este asunto.

 

Diputados sumisos

 

La sumisión y obediencia de los actuales diputados locales con su jefa la gobernadora Lorena Cuéllar quedó fielmente demostrada en la sesión donde se nombró al limitado Enrique Acoltzi Conde como magistrado del Tribunal Superior de Justicia en el Estado.

 

Por esa razón, fueron convocados a una cena el martes por la noche, la cual se realizó en Casa de Gobierno, donde los legisladores fueron tratados como se merecen. Les dieron comida y bebidas. También un obsequio por su excelente y eficiente trabajo, pero lo más importante es que se les dio la oportunidad de bailar y cantar al lado de la gobernadora Cuéllar.

 

Testigos de esa grotesca sumisión fue el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández y el convenenciero secretario particular del Despacho de la Gobernadora, Gelacio Montiel Fuentes, quienes gozaban y disfrutaban el entreguismo de casi la mayoría de las legisladoras y los legisladores que acudieron a ese aquelarre, donde recobraron fuerza y vigencia los sueños de reelección y de crecimiento político al lado de la que hoy está convertida en toda una matriarca que decide todo.

 

Todos estaban felices, hasta Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, el coordinador del PT que hace un año era mal visto por cacique y corrupto.

 

Salud por los nuevos tiempos.

 

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