Un funcionario que poco a poco ha mostrado su verdadero rostro y sus intenciones al ocupar un cargo de primer nivel en el gobierno de Tlaxcala, es el aún secretario de Salud, el médico especialista Rigoberto Zamudio Meneses, quien ayer durante la Integración de la Mesa de Transición para la Implementación del Programa IMSS-Bienestar en el Estado no sólo evidenció su nulo respaldo a la mandataria Lorena Cuéllar Cisneros en esa decisión, sino que su molestia fue clara porque prácticamente dejará de hacer jugosos negocios al amparo del presupuesto público.
Como ya se lo había comentado, antes de llegar a Tlaxcala el médico Zamudio trabajaba en el Hospital del Niño Poblano y ocupaba sus redes sociales para lanzar severas críticas al presidente de México Andrés Manuel López Obrador y a su proyecto para lograr la transformación del país.
Sus simpatías políticas siempre han sido a favor del PAN. En Puebla no dudó en mostrar su respaldo a la ex gobernadora fallecida, la panista Martha Erika Alonso de Moreno Valle, para después tachar al actual mandatario de la vecina entidad, al morenista Luis Miguel Barbosa Huerta de traidor y tener la carrera trunca de Derecho.
En sus Tweetss del mes de septiembre del 2020 el cardiólogo no perdía oportunidad para catalogar a López Obrador de narcopresidente, criticar el número de muertes provocadas por el Covid, el decrecimiento económico y la pérdida de empleos formales, así como las 65 mil muertes generadas por la violencia en el país, por lo que no dudaba en exigir la renuncia del tabasqueño.
En sus publicaciones Rigoberto Zamudio acusó de corrupto al director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Alejandro Robledo Aburto.
Es obvio que Zamudio Meneses no cree ni está convencido de los proyectos de gobierno del presidente López Obrador y de la gobernadora Lorena Cuéllar, pues sí aceptó el cargo de secretario de Salud de Tlaxcala fue más para hacer negocios que para mejorar ese sector que prácticamente las administraciones priistas (La de Mariano González Zarur y la de Marco Antonio Mena Rodríguez) destruyeron por la enorme corrupción con que lo operaban.
Durante la firma del Acta de Integración de la Mesa de Transición para la Implementación del Programa IMSS-Bienestar en el Estado de Tlaxcala, Rigoberto Zamudio tuvo una gris intervención en la cual dejó en claro que no respalda esa decisión, pues nunca dio argumentos y la justificación que la mandataria Lorena Cuéllar quería escuchar tras dar su absoluto apoyo a tal proyecto que busca mejorar la salud de quienes han sido olvidados al lograrse una mayor eficiencia en la operatividad de las unidades médicas que contarán con los doctores, medicamentos y equipamiento necesarios para una atención de calidad.
Lo más que llegó a expresar el secretario de Salud de Tlaxcala es que para atender la deficiencia en la atención a la salud, es fundamental impulsar este tipo de programas que son importantes para garantizar un buen servicio y tener médicos especialistas en cada una de las unidades de primero y segundo nivel, así como lo indica el programa IMSS-Bienestar.
Tlaxcala se convertirá en la segunda entidad del país en concretar y poner en marcha dicho programa, situación que habla del liderazgo de una gobernadora decidida a realizar una transformación profunda y hacer justicia a muchísima gente que ha sido olvidada.
Cuando se concluya el proceso Rigoberto Zamudio dejará de tener influencia y el poder de manejar millonarias cantidades de dinero público, lo cual lo tiene irritable y molesto porque obviamente dejará de hacer negocios y porque será un funcionario sin trascendencia en el gobierno de Lorena Cuéllar.
No se sabe si el cardiólogo terminará por renunciar a su cargo para regresar a Puebla y volver a soltar su veneno a través de sus redes sociales contra los gobiernos y proyectos de la Cuarta Transformación o finalmente será removido de su puesto por la mandataria estatal que ya se dio cuenta que ese funcionario no encaja en su administración por tener intereses muy diferentes a los que ella promueve y defiende.
En lo personal creo que al doctor Zamudio le conviene renunciar antes de que sea corrido y exhibido.
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