Creo que los más notorios son los diputados, tanto tuvieron y tan escaso fue su logro que, hoy, al cuarto para las doce, amagan a otros iguales que ellos, con meterlos a la cárcel por chuecos… pero no son los únicos que lo lamentan, hay que oír los sarcasmos de Ortiz…

La advertencia de que este año sí los sancionan, me hace pensar mal. ¿Los años anteriores, no aplicaron la Ley, o lo hacen para quedar bien con la próxima administración, o para que la gente guarde un recuerdo de mano firme en esta legislatura, cuyos integrantes, ahora sí se armaron de arrestos y, se sacudieron las incontables imperfecciones legales y políticas que siempre los mantuvieron maniatados?

Esta amenaza, se lo digo hoy que acaban de pasar los días de muertos, me suena a extorsión, llevada al extremo de hacerla pública, para poner a temblar a los alcaldes afectados.

Eso quiere decir que estas últimas semanas, sufrirá quien caiga en las garras de los feroces munícipes acorralados.

De algún sitio tiene que salir el dinero para acallar esas voces chantajistas dispuestas a cerrar a tambor batiente estos tres años, en los que mucho pudieron hacer por su estado, pero poco les permitió su modorra, su holgazanería, su perversidad, sus ganas de aprovechar el fuero para cometer excesos, su ausencia de compromiso con la gente, digo, ellos aseguran ser representantes populares.

O, dígame usted, cómo puede un diputado justificar la separación de su cargo, porque una lucecita en su interior le ordenó buscar otra posición política, sin perder la actual.

Esos fueron dolorosos actos de deslealtad hacia Tlaxcala.

¿Acaso no hay otros hombres y mujeres para disputar las alcaldías, y no precisamente los señores diputados en funciones?

Ni son un ejemplo de sobredad, al grado que sólo en otro nivel pudieron acomodarse, como tampoco carecen de una cola pisable, ahora que se ensañan con los alcaldes –unos y otros, igualitos -, con la salvedad que los primeros se encuentran en un sitio ventajoso desde el cual qué fácil es destruir al adversario, mientras los otros, ya no hallan cómo cuadrar aunque sea un poquito las cuentas mal hechas, con el riesgo de ir a dar a la cárcel.

1.       Los diputados, no todos, actúan con semejante sangre fría porque no les es suficiente el aguinaldo y el bono –al que hace poco aludió el gobernador Héctor Ortiz – entonces, como lo autómatas que son, hicieron suya la propuesta (que originalmente es de Ortiz), en el sentido de entambar a quienes han sido incapaces de entregar cuentas claras.

2.       Compiten entre ellos para alcanzar la suma más jugosa. Esa es una de las  máximas en la aplicación de la perversidad al momento de repartir la riqueza. Debe hacerse de manera casuística… por eso puede usted ver, por ejemplo a Aristeo Calva a los pies del gober, pese a tratarse de un legislador priísta (jejeje) que incluso se auto promueve para convertirse en líder estatal de su partido (jajaja).

3.       Al ser una extensión de la mano cruel, capaz de quitar el sueño a alcaldes como Raúl Cervantes de Huamantla y Alex Ortiz de Apizaco, pues de guajes no aprovechan la ocasión para sacar raja y hacerse de unos centavitos, tan necesarios para no pasar frío en la presente temporada invernal… sí, hay que tener ahorrados unos centavitos para organizar las fiestas con espíritu eminentemente político, porque, quien quita, verdad, en eso, la vuelven a pegar como candidatos a algo, no sé, a diputados federales o a senadores, ahora que se acerca la elección de 2012.

4.       Otros, no acaban de lamentar el haber llegado al fin de estos tres años, en los que hasta guapos se pusieron, a varias casas atendieron y a otras tantas farmacias beneficiaron (sí porque Cialis y Viagra hasta se escasearon…) así que suspiro tras suspiro, hacen maletas y se aprestan a dejar pasillos y cubículos (que si hablaran…) donde transcurrieron momentos importantes para la vida del estado (ajá).

No son los únicos que lo lamentan

Cuando escucho que el inventor del orticismo recurre al sarcasmo con más frecuencia que lo habitual, no me queda más que advertir  un sino de nostalgia porque los seis años se acabaron, y con ellos ahí se habrá de quedar uno de los ejercicios de poder más plenos, en cuya vigencia se dio tal nivel de éxito que, de todo hubo, menos la fuerza para conservar la plaza.

Cuando todo pintaba color de rosa, sobrevino el inexplicable aiga sido como aiga sido, con la peor imposición de su existencia, y con los desastrosos resultados obtenidos aquél cuatro de julio.

Esa fue la maldición que a la postre se convirtió en el peor fracaso de un proyecto, el cacicazgo académico, al que muchos supusieron invulnerable.

Si este gobierno no hubiese tenido que acatar la tajante orden de Calderón para hacer política a una donnadie, otro gallo cantara en los corrales del orticismo en tanto adquirente de la franquicia (hoy más que devaluada) cuyas siglas PAN, han de estar presentes en cada sarcasmo, en cada ironía de quien suspira por lo que pudo llegar a ser su prolongación en el cargo más importante de Tlaxcala.