De no existir algún cambio, los diputados locales están decididos a aprobar el fondo para resarcir las finanzas municipales con una bolsa de 500 millones de pesos que será repartida en el 2022 a través de ellos, por lo que la recomendación de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros para abstenerse de crear esa partida será ignorada.

 

 

La semana pasada hubo reuniones a las que asistieron entre diez y doce legisladores para analizar la viabilidad de llevar a cabo una revisión del presupuesto de Egresos, con el propósito de ubicar las partidas que sufrirán recortes y permitan generar el también conocido “fondo moches” que es distribuido entre los 60 presidentes municipales de la entidad.

 

Hoy le puedo asegurar que existe consenso y mayoría para que los diputados locales aprueben las modificaciones al presupuesto y creen esa polémica bolsa millonaria que seguramente provocará el disgusto de la gobernadora de Tlaxcala Lorena Cuéllar, quien verá que los legisladores se empiezan a rebelar y que a partir de diciembre no será nada fácil conseguir el voto de la mayoría para avalar sus propuestas o iniciativas de ley.

 

El primero en percibir que las condiciones han cambiado al interior del Congreso del Estado es el morenista Rubén Terán Águila, presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política, quien poco a poco ha perdido la confianza de sus compañeros y sobre todo capacidad de interlocución y negociación.

 

Los diputados de Morena están sometidos a la influencia y órdenes de Rubén Terán, pero no así los legisladores que en teoría son considerados aliados de la Cuarta Transformación como los del PT, Nueva Alianza y Verde Ecologista, quienes al igual que los del PRI, PRD, PAN y PAC están a favor de que la mandataria estatal designe a un nuevo interlocutor que pueda generar acuerdos que beneficien a todos y no sólo a unos cuentos como últimamente ha pasado.

 

Las muestras de buena fe se agotaron, debido a que a la gobernadora Cuéllar no se le ha puesto ningún obstáculo para aceptar sus sugerencias para designar a una procuradora de Justicia, a una magistrada y aprobar fast track la Procuraduría del Medio Ambiente, de ahí que las condiciones cambiarán y se fijarán otras reglas, según acordaron los diputados que alientan la creación del “fondo moches”.

 

La gota que derramó el vaso fue la selectiva reunión que el viernes pasado algunos legisladores locales sostuvieron con el secretario de Gobernación de la administración federal, Adán Augusto López, quien dejó en claro que en Tlaxcala hay diputados de primera, segunda y hasta tercera.

 

Los diputados están aprovechando la crisis que enfrenta el gobierno de Lorena Cuéllar en torno al ex secretario de Seguridad Ciudadana, Alfredo Álvarez Valenzuela, que huyó de la entidad para no ser detenido, con el claro propósito de avanzar en el proceso de revisión del presupuesto del siguiente año y en las negociaciones que les permita aprobar sin contratiempos el plan fiscal del 2022.

 

Perciben que la administración lorenista saldrá debilitada y vapuleada de ese escándalo, por lo que aprovecharán ese momento para tratar de imponer sus condiciones y criterios.

 

Al interior del Congreso del Estado existe malestar no sólo por el trato que reciben del gobierno del estado, sino también de algunos diputados con posiciones importantes que al parecer no están siendo justos y equitativos, de ahí que ya corre el rumor de que podría haber cambios para garantizar que no haya legisladores consentidos y con ciertos privilegios.

 

La luna de miel entre los diputados parece que está por llegar a su fin.