Tuvieron que pasar varios años para que la base de la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) pudiera elegir libremente a su dirigente y echar abajo la imposición de un líder que siempre terminaba viendo por sus intereses y el de su grupo, olvidándose de las necesidades de los docentes.

 

 

Ayer, en el proceso del SNTE para elegir nuevo dirigente sindical Cutberto Chávez de la Rosa logró la victoria sobre Arturo Morales Juárez, quien representaba los intereses del actual secretario general de ese gremio, Demetrio Rivas Corona, así como de otros ex dirigentes de esa sección que buscaban mantener el control de los maestros tlaxcaltecas.

 

La elección que se pospuso más de 18 meses a consecuencia de la pandemia de Covid-19, por fin se realizó y los maestros no sólo acudieron a las urnas, sino que hicieron evidente su deseo de impulsar un cambio en la dirigencia de ese gremio para que realmente tengan a un comité ejecutivo que los defienda y represente, porque los últimas dirigencias de la Sección 31 del SNTE se concentraban en sus beneficios económicos y políticos y en los de su grupo, olvidándose de la base trabajadora.

 

Se habla que una parte del lorenismo impulsó la llegada de Arturo Morales a la dirigencia de ese importante sindicato de maestros tlaxcaltecas, aunque otra versión indicaría que Cutberto Chávez también habría sido cobijado por el grupo de la actual gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, de ahí que será cuestión de días o semanas para comprobar que tan aliados serán, sobre todo porque la administración estatal acaba de iniciar y en breve también comenzará la gestión de ese longevo docente en la poderosa Sección 31 del SNTE.

 

La actual administración enfrentó en los primeros días la presión del SNTE debido a que los líderes de los maestros querían que se les entregara los recursos públicos que no se habían ejercido a causa de la pandemia y que correspondían a los ejercicios fiscales del 2020 y 2021, mismos que se debieron utilizar para la realización de eventos conmemorativos de los días de la madre, la educadora, del maestro, del docente, entre otros.

 

Los dirigentes de los trabajadores de la educación habían acordado con la pasada administración que encabezaba el priista Marco Antonio Mena Rodríguez entregar al SNTE más de 30 millones de pesos a fin de que ellos los ejercieran a su conveniencia, pero ese amañado arreglo no se concretó y se buscó que la nueva administración lo respetara.

 

Sin embargo, la voraz pretensión del SNTE controlado por el ambicioso Demetrio Rivas no avanzó y tuvo que ceder para firmar una minuta donde aceptaba que los recursos se destinarán a la compra de computadoras portátiles que serán rifadas entre los docentes.

 

De acuerdo con la versión oficial, la compra de los equipos de cómputo se realizará a través de una licitación pública a fin de garantizar la transparencia de dicho proceso, el cual se llevará a cabo en los próximos días.

 

Veremos si el ganador de las elecciones del SNTE, Cutberto Chávez, cumple su promesa de auditar la gestión de Demetrio Rivas y realmente lo llama a rendir cuentas, porque la sospecha de que hubo malos manejos financieros en diferentes rubros del sindicato es enorme y los maestros tlaxcaltecas están exigiendo claridad sobre el destino de los recursos de su gremio.

 

El titular de la Secretaría de Educación Pública en Tlaxcala, Homero Meneses Hernández, piensa que los maestros están tranquilos y que están conformes con tal decisión, pero se puede llevar una sorpresa porque sencillamente los docentes quieren recuperar su fuerza y presencia, así como sus privilegios que han venido perdiendo por descuidado de sus dirigentes sindicales.

 

El SNTE sigue percibiendo que existe un desprecio a sus miembros y a su estructura. Los cargos administrativos que tiene al interior de la Secretaría de Educación Pública son mínimos, al igual que en otras instituciones como el Cobat, el Cecyte y en una que otra universidad donde se ha optado por mediocres políticos para hacerse cargo de cuestiones académicas.

 

Dos claros ejemplos de lo anterior es la designación del libidinoso ex diputado local José Luis Garrido Cruz que sin tener méritos o trayectoria ocupa la Dirección Académica del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala o el reciente nombramiento del chaquetero Lauro Sánchez Sánchez que despacha como Secretario Académico de la Universidad Politécnica de Tlaxcala.

 

En breve iniciará la era de Cutberto Chávez en la Sección 31 del SNTE y comprobaremos que tal aliado o no resulta del nuevo gobierno que dirige la morenista Lorena Cuéllar.

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