La gobernadora electa de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, está empeñada en seguir siendo la mejor alumna del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por lo que trata de replicar y seguir el estilo del tabasqueño a fin de ser considerada una de las mejores mandatarias de la Cuarta Transformación y del país.

 

En la entidad los vientos de cambio ya se sienten y la apresurada reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Tlaxcala que aprobaron los actuales diputados locales hace pensar que Cuéllar Cisneros confía más en la actual legislatura que la que está por llegar, porque nadie se explica cuál fue la urgencia de avalar cambios cuando muchos se harán efectivos hasta enero del 2021.

Los legisladores en funciones han mostrado en las últimas semanas sumisión y obediencia ciega a la futura gobernadora morenista. Los diputados del PRD, PAN, PRI y Nueva Alianza son dóciles y están tan comprometidos con la Cuarta Transformación por ser parte de los beneficios económicos y de plazas que se han repartido, de ahí que no han tenido otra más que moverse al ritmo de Morena y sus aliados el PT y el PEST.

Corresponderá a la próxima legislatura donde habrá más diputados aguerridos y pensantes evaluar y comprobar si la desaparición y creación de nuevas dependencias fue una decisión correcta y sobre todo verificar si la austeridad en el nuevo gobierno es una realidad o una falacia de Morena.

Hay que tener presente que los legisladores crearon las secretarías de Cultura que sustituye al desfasado Instituto Tlaxcalteca de Cultura, la del Medio Ambiente que operará en lugar de la Coordinación General de Ecología, la de Infraestructura que implica la desaparición de la Secoduvi, y la de Movilidad y Transporte que suple a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado.

 

Además crearon la Secretaría del Trabajo y Competitividad, la Secretaría del Bienestar, así como la de Ordenamiento Territorial y Urbano. También dieron paso a la futura operación de las coordinaciones generales de Planeación e Inversión que sustituye a la inservible Secretaría de Políticas Públicas y la de Relaciones Públicas y Comunicación Social que pasará a ser la Coordinación General de Comunicación.

Tlaxcala tendrá una Secretaría de Finanzas que sustituye a la de Planeación y Finanzas, así como también contará con una Secretaria de la Función Pública que ocupará el lugar de la inoperante Contraloría del Ejecutivo.

Todos estos cambios entrarán en vigor el 1 de septiembre y sólo hasta enero de 2022 se hará efectivo el funcionamiento de las secretarías del Bienestar, del Trabajo y Competitividad, de Cultura y la Coordinación General de Comunicación.

Si se compara los nombres y estructura del futuro gobierno de Tlaxcala con el de la administración federal encontrará muchas similitudes. Lo anterior no es casualidad ni sorprende, porque al final la apresurada reforma que se hizo fue para limitar las decisiones y el manejo financiero de las dependencias y sus titulares.

Por ejemplo, el junior Alfonso Sánchez García que anda buscando que hablen bien de él se hará cargo de la recién creada Secretaría de Infraestructura que sustituirá a la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda, sin embargo su chamba se limitará básicamente a supervisar a los albañiles y maestros que trabajen en las obras, porque las licitaciones, asignaciones y contrataciones de empresas ya pasaron a otra dependencia que no controla el hijo del ambicioso ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.

La Oficialía Mayor de Gobierno será en la próxima administración una de las dependencias más importantes no sólo porque concentrará un importante manejo de recursos financieros, sino porque prácticamente le corresponderá concentrar las compras y llevar a cabo los procesos de licitación para contratar obra pública.

En esa dependencia habrá tres direcciones generales que serán poderosas y cuyos titulares tendrán más influencia y cercanía con la gobernadora que otros miembros del gabinete. La Dirección de Licitaciones, la Dirección de Recursos Humanos y la Dirección de Recursos Materiales representan posiciones claves que muchos quisieran ocupar, pero que realmente muy pocos tendrán la posibilidad de aspirar a ellas.

 

Si a nivel federal López Obrador concentra todas las decisiones de su administración, en Tlaxcala Lorena Cuéllar hará lo mismo y nadie más que ella asumirá el control de todo lo que se haga.

 

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