El tropiezo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de Morena y sus autoridades electas y de sus cientos de operadores políticos para obtener un resultado favorable de la Consulta Popular realizada este domingo fue evidente, pues no logró el 40 por ciento de participación que se requería para que el resultado fuera vinculatorio y se abriera la posibilidad de juzgar a los ex presidentes de este país.
Según los datos del INE, los cuales fueron revelados anoche por el consejero presidente de ese organismo electoral, Lorenzo Córdova Vianello, el porcentaje de los ciudadanos que votó por “Sí” fue entre el 89.36 por ciento y el 96.28 por ciento, mientras que entre el 1.38 y el 1.58 por ciento se decidió por el “No”.
Poco más de 93.6 millones de ciudadanos del país pudieron ejercer el derecho a emitir su opinión en las 57 mil 70 mesas receptoras instaladas por el INE, sin embargo al cierre de ese ejercicio se estimaba que sólo acudieron a votar entre el 7.07 y el 7.74 por ciento de las personas, cifra que hace que los resultados de la Consulta Popular no sean vinculatorios, pues para que lo fueran se necesitaba al menos de un 40% de participación.
Ese ejercicio siempre tuvo un marcado sesgo político que trataba de beneficiar a la administración de López Obrador y a su partido Morena, pero es obvio que los ciudadanos no vieron la relevancia de esa Consulta Popular y optaron por abstenerse de participar.
En Tlaxcala desde hace unos días se alertó que la mentada consulta sería un fracaso, en primera porque el partido de Morena sólo aparece cuando hay elecciones y porque las autoridades electas de esa fuerza política están más concentradas en repartirse el poder y los puestos del gobierno del estado que en dedicar tiempo y trabajo para fortalecer una real estructura que haga del lorenismo el grupo dominante en los próximos años.
Lorena Cuéllar Cisneros, la gobernadora electa, obtuvo el pasado 6 de junio el triunfo al sumar más de 305 mil sufragios, lo que la hizo la mujer más votada no sólo en Tlaxcala sino a nivel nacional.
En las pasadas elecciones, Tlaxcala también destacó por ser el estado del país con la más alta participación en las urnas.
Ahora habrá que revisar los datos y preguntarse en dónde quedó el apoyo de los tlaxcaltecas a la Consulta Popular, porque es obvio que la participación en la entidad fue de las más bajas y sencillamente no se vio ningún respaldo a ese ejercicio por parte de Morena y del grupo político de Lorena Cuéllar.
Pero como nunca faltan los oportunistas, el que salió hablar bien de la Consulta Popular fue el presidente municipal electo de Tlaxcala, el morenista Jorge Corichi Fragoso, quien expresó sentirse orgulloso de la realización de ese ejercicio, al grado que hizo el compromiso de implementar la consulta ciudadana en su administración.
Si ese ocurrente político de ocasión no es capaz de cumplir acuerdos políticos con quienes lo ayudaron a ganar la alcaldía capitalina, menos sostendrá su palabra para llevar a cabo estos ejercicios que implican un verdadero compromiso.
Para muchos, Jorge Corichi aplicará la “cuatitud”, es decir, el ejercicio del poder de los cuates, por los cuates y para los cuates. Por ejemplo, “Que me investigue mi cuate para ver si favorecí a mi cuate” o “Le digo a mi cuate que le dé a nuestro cuate la obra”. ¡Con esos cuates, para qué quieres amigos, sobre todo si tu principal cuate es un senador que habla mal de Lorena y busca proteger a su cuatita Anabell.
En otro momento los detalles de los cuates de Corichi.
El lorenismo debe dejar la celebración y concentrarse no sólo en la integración de la próxima administración estatal, sino en constituir una verdadera estructura política que opere y trabaje permanentemente rumbo a los comicios del 2024, porque si descuida esa tarea enfrentará problemas en el ámbito electoral.
En los comicios del 6 de junio el actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez no intervino en el proceso y amarró la estructura gubernamental que siempre operaba a favor del PRI.
Para las elecciones presidenciales del 2024 la administración de Lorena Cuéllar tendrá que comportarse igual, de ahí que si desde ahora no fortalece a Morena y a su grupo político que deberá convertirse en un ejército activo, enfrentará dificultades para ganar cargos de elección popular que estarán en juego.
Para suerte de todos, la Consulta Popular no sólo fue un fracaso en Tlaxcala, sino en el país, por lo que en la entidad nadie cargará con la culpa de ese monumental fiasco.
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